Faltaron las figuritas

Como todav¨ªa quedan ganader¨ªas que guardan la a?eja savia de la casta del toro de lidia, alguna vez se tiene la suerte de verlas en esta o aquella plaza. Ayer nos sonri¨® la fortuna en la plaza de Las Ventas, con las reses de Jos¨¦ Escolar, primas hermanas de las de Vitorino Mart¨ªn y, como las del ganadero de Galapagar, con el trap¨ªo y el comportamiento de todo lo que procede de Albaserrada.Y en estas ocasiones, siempre hay m¨¢s de uno y m¨¢s de dos que echa de menos a las figuritas, a esos toreritos que andan matando por ah¨ª el toro ovejuno, el toro jilitonto, el toro papanatas. Esos diestros cantados y homenajeados en las revistas del color¨ªn y el cuch¨¦, y a los que habr¨ªa sido interesante ver si le daban el medio pase, el quite del floripondio y el toreo est¨¢tico con la mano izquierda, a estos toros de Jos¨¦ Escolar.

Porque los tres modestos toreros que ayer se enfrentaron a esta impresionante corrida, bastante hicieron con estar delante de ella, intentando hacerles el toreo y poniendo en todo momento un enorme valor y una encomiable voluntad. Si a ninguno le sonri¨® el triunfo, fue porque torean poco y, falto de la soltura que da el traj¨ªn diario, no pudieron con la casta y el empuje de los albaserradas.

Confirmaba la alternativa C¨¦sar P¨¦rez, un torero que ha hecho muchas salidas por los cosos catalanes y se ha placeado lo suficiente. Pero esa experiencia no le ha librado de andar aperreado y de cabeza con su lote.Ten¨ªa mucho que torear el toro de la confirmaci¨®n, al que no era f¨¢cil enga?ar, y que le avis¨® m¨¢s de una vez. C¨¦sar le plant¨® pelea e insisti¨® mucho por el pit¨®n derecho. Cuando descubri¨® que el pit¨®n izquierdo era el bueno era ya tarde. Con el quinto, que confirm¨® el dicho de que no hay quinto malo, anduvo totalmente desbordado y a la deriva. Result¨® cogido por no mandar y termin¨® a la defensiva y cortando los viajes.

Emilio Oliva tuvo que cargar con el garbanzo negro. Un toro suelto, distra¨ªdo, gazap¨®n, que desparramaba la vista. A¨²n as¨ª, pudo pasarlo un tanto despegado por el pit¨®n izquierdo. Oblig¨® mucho al cuarto en pases con la mano derecha, tratando de bajarle la cabeza. Tuvo la desgracia de lesionarse al manejar el descabello.

La actuaci¨®n m¨¢s meritoria, sobre todo con el capote, ha sido la de El Millonario. En cambio, con la muleta le pas¨® lo mismo que a sus compa?eros. Le falt¨® parar, templar y mandar, y sac¨® un toreo muy acelerado y con muchas dudas.