La Asamblea venezolana confirma a Ch¨¢vez en la jefatura del Estado

El proceso de toma del poder absoluto en Venezuela por parte de la Asamblea Constituyente rueda a tal velocidad y la resistencia ofrecida hasta ahora por el Parlamento, el Tribunal Supremo y lo que queda de los partidos pol¨ªticos de oposici¨®n ha sido tan menguada, que la convenci¨®n, dominada por Hugo Ch¨¢vez, se est¨¢ envalentonando. La Asamblea, que se reuni¨® ayer con el fin declarado de liquidar la autonom¨ªa del Supremo, se limit¨® a confirmar la continuidad de Ch¨¢vez como presidente.

Este aplazamiento no representa claudicaci¨®n de principios, pues algunos de los miembros de la conveci¨®n plantearon ayer que, pasadas las primeras alharacas, buscar¨¢n el momento adecuado para dar el golpe de gracia definitivo al Congreso. La rendici¨®n de esta C¨¢mara, que a finales de julio suspendi¨® sus actividades legislativas y envi¨® a los diputados a casa hasta octubre, fue recibida por la Asamblea como un triunfo parcial, pero insuficiente, pues la mayor¨ªa de la opini¨®n p¨²blica juzga a los legisladores culpables de la corrupci¨®n que ha llevado a este pa¨ªs, millonario en ingresos por ser el tercer exportador mundial de petr¨®leo, a niveles de miseria y desigualdad equiparables a las naciones m¨¢s pobres del continente.En este ambiente de lapidaci¨®n p¨²blica, uno de los asamble¨ªstas m¨¢s influyentes, Ricardo Combellas, declar¨® ayer a la prensa que la convenci¨®n "debe destituir a diputados y senadores en sus funciones; veremos el momento oportuno", en lo que tambi¨¦n convinieron otros compa?eros de convenci¨®n.

Cada vez m¨¢s insurrecta, la actitud de la convenci¨®n contrasta con los mensajes de moderaci¨®n del propio Ch¨¢vez y de su ministro de Exteriores, Jos¨¦ Vicente Rangel, preocupados por la imagen en el exterior, donde la Asamblea se ha arrogado el derecho de decidir el destino de parlamentarios, magistrados, gobernadores, c¨²pulas sindicales e incluso de la Constituci¨®n de 1961, en vigor aunque moribunda, sin esperar a que se apruebe en refer¨¦ndum la nueva Carta Magna.

El propio presidente declar¨® a EL PA?S que no cre¨ªa necesario disolver la Corte Suprema, de lo que sus partidarios hacen una interpretaci¨®n un tanto sui g¨¦neris: basta con acabar con su autonom¨ªa. "Hay que derogar algunas normas que tienen que ver con el poder judicial, las que le reconocen su autonom¨ªa", dijo ayer otro constituyente, El¨ªas L¨®pez Portillo. "Ya no ser¨¢ aut¨®nomo, sino subordinado a la Asamblea".

Las fuentes de la oposici¨®n consultadas, sin embargo, consideran que no se est¨¢ abriendo una brecha entre el presidente y sus seguidores, mayoritarios en la convenci¨®n surgida de las elecciones del 25 de julio, d¨ªa de luto para los partidos tradicionales, sino que Ch¨¢vez sostiene por una parte un discurso frente a los inversores internacionales mientras, por la otra, mantiene una pr¨¢ctica pol¨ªtica m¨¢s radical en el interior, como demuestran las acciones de sus partidarios en la Asamblea.

Todo este proceso se da entre las advertencias de los pocos opositores dentro de la convenci¨®n, en el sentido de que los constituyentes est¨¢n dando un golpe de Estado, admonici¨®n que el s¨¢bado caus¨® hilaridad en la sala de plenos, indiferencia en la mayor¨ªa de los asamble¨ªstas, que votaron a favor de otorgarse plenos poderes para seguir adelante con el desmantelamiento de las instituciones, y nula reacci¨®n en contra de los partidos tradicionales y de los medios de comunicaci¨®n.

Despu¨¦s de aprobar su estatuto de funcionamiento, la Asamblea se reuni¨® ayer por la tarde con dos asuntos importantes que tratar: la ratificaci¨®n en su cargo del presidente de la Rep¨²blica, que el jueves pasado present¨® su renuncia ante los constituyentes para simbolizar el poder absoluto de la convenci¨®n, y decidir el futuro de la Corte Suprema. Cumpli¨® con lo primero y aplaz¨® lo segundo. [Por otra parte, Ch¨¢vez destituy¨® ayer al general Noel Mart¨ªnez, jefe del Ej¨¦rcito. "Lo ¨²nico que voy a decir es que orden¨¦ una investigaci¨®n y que con el cambio busco fortalecer la disciplina, el esp¨ªritu de cuerpo y la continuidad en la armon¨ªa que debe darse en el trabajo en el Ej¨¦rcito", dijo Ch¨¢vez.

Mart¨ªnez hab¨ªa sido acusado por otros generales de utilizar los servicios secretos para espiarles y grabarles conversaciones telef¨®nicas privadas, lo cual cre¨® malestar y tensi¨®n en los altos mandos, informa Efe.]