Hasselbaink ense?a su violento disparo
Un gol del holand¨¦s, gris en su deb¨², concede un empate ante el Sporting a un Atl¨¦tico discreto
ATL?TICO 1 SPORTING LISBOA 1Hasselbaink juega con una pistola en los zapatos. Al menos en uno, en el derecho, con el que el holand¨¦s marc¨® ayer su primer gol como rojiblanco y con el que dio otro susto de consideraci¨®n al veterano dan¨¦s Schmeichel, quien despu¨¦s de anunciar su retirada del f¨²tbol ha ido a parar al Sporting de Lisboa. Fueron dos remates lejanos y dur¨ªsimos, casi violentos, que representaron lo ¨²nico que Hasselbaink ense?¨® de su repertorio en su deb¨²; pr¨¢cticamente lo ¨²nico que ofreci¨® el Atl¨¦tico en su primer examen serio de la pretemporada. Una actuaci¨®n gris la de los madrile?os que, eso s¨ª, no sorprendi¨® a Ranieri. "Ya sab¨ªa yo que este equipo no se pod¨ªa cambiar en 20 d¨ªas", dijo el t¨¦cnico italiano mientras abandonaba casi a la carrera el c¨¦sped del Municipal de Marbella.El Atl¨¦tico recibi¨® al Sporting bajo el dibujo que se presume ser¨¢ base (3-4-3) y el esp¨ªritu aguerrido que tambi¨¦n se le presupone prioritario. Actu¨® con una presi¨®n muy decidida y adelantada, apretando al Sporting en las cercan¨ªas de su propia ¨¢rea. Y logr¨® as¨ª el Atl¨¦tico complicarle la vida al rival, quitarle la pelota con cierta facilidad. Un pelotazo largo por entre los centrales le parti¨® en seco en la jugada que origin¨® el penalti del primer gol, pero por lo general los rojiblancos no sufrieron en asuntos defensivos.
Atl¨¦tico: Molina; Chamot (Gaspar, m
82), Santi, Gustavo; Bejbl, Hugo Leal (Ventur¨ªn, m.64), Valer¨®n (Baraja, m.64), Capdevila (Toni, m.76); Solari, Hasselbaink (Juninho, m.72) y Jos¨¦ Mari (Correa, m.76).Sporting: Schmeichel; Marcos, Quiroga, Delfim (To?ito, m.41), Barbosa (Edmilson, m.82); Ayew (Hanuck, m.60), Duscher, Saber (Quimbertos, m.60), Beto; Krpan (Giordanov, m.82) y Rui Jorge (Kamet, m.84). Goles: 0-1. M.4. Rui Jorge transforma un penalti cometido por Gustavo sobre Krpan. 1-1. M.11. Valer¨®n saca en corto una falta sobre Hasselbaink, que suelta un derechazo raso desde la central. El bal¨®n bota justo delante de Schmeichel y le bate. ?rbitro: L¨®pez Nieto. Amarilla a Marcos, Delfim, To?ito, Edmilson y Gustavo. 6.500 personas en el Municipal de Marbella. Primer partido del trofeo Reebok.
Peor le fue al Atl¨¦tico a la hora de mirar hacia la porter¨ªa contraria. Ranieri se tir¨® todo el partido reaccionando a cada recuperaci¨®n rojiblanca de la pelota con un en¨¦rgico "?ahora!". Quiere rapidez el italiano, que sus chicos suelten la pelota, preferentemente en largo, en cuanto le birlen el bal¨®n al contrario. Pero entre el grito y el env¨ªo, que adem¨¢s nunca se ejecut¨® con precisi¨®n, pasaban unas d¨¦cimas de segundo m¨¢gicas. El Sporting se volv¨ªa a hacer con la posesi¨®n tambi¨¦n muy pronto.
Tuvo buena pinta el despliegue de Capdevila por la banda izquierda -por la derecha, Bejbl simplemente cerr¨®-.
Capdevila estuvo siempre donde el equipo lo necesit¨®: salv¨® al equipo de algunas situaciones apuradas atr¨¢s y acompa?¨® tambi¨¦n la gran mayor¨ªa de las acciones de ataque, incluso aquellas que se desarrollaban por la banda opuesta.
No bastaron las carreras de Capdevila, sin embargo, para arreglar el Atl¨¦tico. La direcci¨®n de Hugo Leal y Valer¨®n en la zona central, prometedora a priori por el buen gusto con el que ambos manejan el bal¨®n, no termin¨® de funcionar. Les cost¨® conectar con los delanteros; tanto con los extremos, que actuaron a banda cambiada (Jos¨¦ Mari por la izquierda y Solari por la derecha), como con Hasselbaink, poco participativo. La jornada, en suma, vino a decir que Ranieri necesita m¨¢s d¨ªas de trabajo para que su plan prospere.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.