Una p¨¢gina del libro de las tijeras

?Qu¨¦ hizo Alfred Hitchcock a lo largo y ancho de 1967? Seg¨²n algunos bi¨®grafos, poca cosa: para casi todo el mundo, la vida de Hitch entre Cortina rasgada (1966) y Topaz (1969), su peor pel¨ªcula y la que ¨¦l m¨¢s odiaba, ocultaba un secreto, ahora por fin desvelado por el historiador Dan Aulier. En realidad, desde tiempo atr¨¢s, Hitchcock preparaba un nuevo film, que hubiera debido llamarse Kaleidoscope, la recreaci¨®n de la biograf¨ªa de un asesino sexual ingl¨¦s, Neville Heath, del cual rod¨® 40 minutos no sonorizados, pruebas de actores y cuatro secuencias de realismo fuerte, iluminadas de forma muy diferente a la habitual en el brit¨¢nico.El desvelar, en exclusiva mundial, las im¨¢genes y qu¨¦ pudo pasar con la filmograf¨ªa de Hitchcock tras el fracaso de ese abortado proyecto -otro m¨¢s a incluir en el haber de los desafueros censores de la industria de Hollywood- es s¨®lo uno de los elementos impresionantes del documental Alfred Hitchcock: la ficci¨®n sin l¨ªmites que, con gui¨®n del cr¨ªtico Carlos F. Heredero y realizaci¨®n de Carlos Rodr¨ªguez, emite Canal+ como parte del macrohomenaje al centenario del nacimiento del genio brit¨¢nico.

El otro hallazgo es nada menos que usar como eje de la evocaci¨®n del universo hitchcockiano las cintas, de audio pero tambi¨¦n pel¨ªcula, de la c¨¦lebre entrevista que le hiciera Fran?ois Truffaut, y cuya transcripci¨®n, aparecida con el nombre de El cine seg¨²n Hitchcock, es a¨²n hoy uno de los m¨¢s populares libros de cine.

Heredero y Rodr¨ªguez han tenido el acierto de emplear como hilo argumental al propio Hitchcock -?qui¨¦n mejor que ¨¦l?- para evocar su estilo. Y si es cierto, como afirma Jean-Luc Godard en el inteligente p¨®rtico que abre el documental, "?Qu¨¦ es el estilo sino el hombre?", nada mejor que indagar de qu¨¦ manera discurri¨® la carrera de Hitchcock desde que apareci¨® el libro de Truffaut, en 1966, y c¨®mo le afect¨® el fracaso cr¨ªtico de Cortina rasgada, c¨®mo la espina clavada del proyecto Kaleidoscope dio finalmente lugar a un filme como Frenes¨ª, y de qu¨¦ manera hay que leer los testimonios de los entrevistados (Janet Leigh, el guionista Joseph Stegano, el bi¨®grafo Russell Taylor, la propia hija del director, Patricia, y Dan Aulier) y hasta de los story-boards imaginados por Hitchcock, la carrera posterior de uno de los m¨¢s completos cineastas que haya conocido la ya larga historia del cine.

Es la de hoy, pues, una cita obligada para los cin¨¦filos. Para toda persona inquieta, sin ir m¨¢s lejos.