Con permiso divino para odiar

"Somos lo que los kamikaze son para Jap¨®n, los shi¨ªs para el islam o los sionistas para Israel", dice el reverendo Richard Helly Hoskins, uno de los principales ap¨®stoles de Identidad Cristiana, el movimiento religioso hegem¨®nico entre la ultraderecha armada de Estados Unidos.Junto a un mont¨®n de fusiles de asalto y explosivos, el neonazi Buford Furrow llevaba un libro de Hoskins en la furgoneta que abandon¨® el martes tras acribillar una guarder¨ªa jud¨ªa de la ciudad de Los ?ngeles, donde hiri¨® a dos empleados y tres ni?os y mat¨® a un cartero tan s¨®lo porque ten¨ªa rasgos asi¨¢ticos.

Furrow, un mec¨¢nico de 37a?os, es un lobo salido de las manadas pardas y negras que esperan el comienzo de la Guerra Santa Racial (Rahowa) en Estados Unidos. Armado con una metralleta Uzi, Furrow comenz¨®, con sus cr¨ªmenes del martes, las escaramuzas de Rahowa, el acr¨®nimo de Racial Holy War difundido hasta la saciedad en los panfletos y las p¨¢ginas en Internet de la nebulosa ultra.

"S¨®lo pretendo despertar a Am¨¦rica para que comience la matanza de los jud¨ªos", declar¨® el mi¨¦rcoles al entregarse en Las Vegas al FBI. Un mes antes, en el fin de semana del 4 de julio, Furrow hab¨ªa tenido un precedente en la sangrienta peripecia en Illinois e Indiana de Benjam¨ªn Nathaniel Smith, un estudiante de 24 a?os. Smith, devoto de la fundamentalista Iglesia Mundial del Creador, dispar¨® en esos Estados contra un mont¨®n de negros, jud¨ªos y asi¨¢ticos, matando a dos personas e hiriendo a otras 12. Luego, al verse acorralado por la polic¨ªa, se suicid¨®.

Smith, seg¨²n Mathew Hale, l¨ªder de la Iglesia Mundial del Creador y otro de los predicadores de Rahowa, fue "un m¨¢rtir en la lucha por la libertad de expresi¨®n del pueblo blanco". "Cuando alguien est¨¢ acorralado en un pasillo, tiene derecho a defenderse, y en esa situaci¨®n estamos los cristianos blancos en EE UU", a?adi¨® Hale.

La batalla del milenio

Una oscura nebulosa de c¨¦lulas, grup¨²sculos y movimientos que combinan la Biblia, la parafernalia nazi y las armas de asalto est¨¢ creciendo en el interior del Estados Unidos rural y provincial. Seg¨²n declar¨® a EL PA?S un especialista del FBI, esa corriente "se prepara para librar, en el cambio de milenio, la batalla de Armagedon entre los blancos y todos los dem¨¢s, negros, jud¨ªos, hispanos y asi¨¢ticos".Identidad Cristiana es el principal motor ideol¨®gico de esa nebulosa, que incluye sectas y capillas de protestantismo anglosaj¨®n fundamentalista, los restos del Ku Klux Klan, milicias patri¨®ticas como los Montana Freemen y la Rep¨²blica de Tejas, pandillas de cabezas rapadas, terroristas antiabortistas como el fugitivo Eric Rudolph y organizaciones neonazis como la temible Naci¨®n Aria.

Es una corriente que tiene puntos de contacto con la extrema derecha del Partido Republicano en asuntos como la oposici¨®n al aborto, el odio a los impuestos y la defensa del derecho constitucional a portar armas.

En Muldrow (Oklahoma), en uno de los m¨²ltiples campamentos paramilitares de la ultraderecha estadounidense, vive Robert Millar, el patriarca de Identidad Cristiana. A ese campamento, llamado Elohim City, llam¨® por tel¨¦fono dos veces Timothy McVeigh cuando preparaba la furgoneta cargada de explosivos que destruy¨® en 1995 un edificio federal en la ciudad de Oklahoma, matando a 168 personas. Pero el FBI no pudo encontrar m¨¢s pruebas para vincular a Millar, de 72 a?os, con el atentado.

Las teor¨ªas incendiarias

Furrow, el carnicero de Los ?ngeles, es seguidor de Identidad Cristiana. El libro de Hoskin que la polic¨ªa encontr¨® en su furgoneta, War Cycles, Peace Cycles, versa sobre la relaci¨®n entre los jud¨ªos y la usura. Seg¨²n el diarreico credo de Identidad Cristiana, los jud¨ªos, al igual que los negros, los hispanos y los asi¨¢ticos, no son seres humanos, sino bestias descendientes del acoplamiento entre Eva y Sat¨¢n en forma de serpiente.S¨®lo los anglosajones son hijos de Dios. Y deben prepararse para el inminente Apocalipsis amasando un gran arsenal. "A trav¨¦s de libros, casetes, v¨ªdeos, emisoras de radio y televisi¨®n y, cada vez m¨¢s, Internet, Identidad Cristiana impregna a la ultraderecha estadounidense", dice Morris Dees, director del Centro Legal para la Pobreza en el Sur, una organizaci¨®n de derechos humanos muy activa en el seguimiento del racismo en la superpotencia.

Identidad Cristiana, versi¨®n protestante de Hezbol¨¢, el Partido de Dios shi¨ª, tiene unos 50.000 adherentes en todo el pa¨ªs y constituye el credo de la mayor¨ªa de los militantes de Naci¨®n Aria. Uniformado al estilo nazi, Furrow fue guardaespaldas de Richard Butler, el jefe de Naci¨®n Aria. Desde los a?os setenta, Butler, de 80 a?os, dirige el campamento paramilitar de Hayden Lake (Idaho), donde, con cursos de entrenamiento guerrillero y terrorismo urbano, se celebra cada a?o el Congreso Mundial de las Naciones Arias.

Por all¨ª recal¨® en 1995 el tirador de la guarder¨ªa jud¨ªa de Los ?ngeles. "Los blancos tenemos permiso divino para odiar", predica Butler, que tambi¨¦n es pastor de Identidad Cristiana. Su grupo, Naci¨®n Aria, ha ido congregando a los elementos m¨¢s enloquecidos del extremismo ultraderechista de EE UU. Y de ¨¦l se han desgajado otros como La Orden, que protagoniz¨® a comienzos de esta d¨¦cada numerosos atracos y asesinatos raciales y cuyo jefe, Robert Mathews, muri¨® en un enfrentamiento con agentes federales en 1994.

Retrato robot perfecto del militante de Rahowa, Furrow cohabit¨® durante dos a?os en el campamento de Hayden Lake con la viuda de Matthews. El universo de Naci¨®n Aria es el descrito en el excelente filme American History X, dirigido por Tony Kaye e interpretado por Edward Norton. "J¨®venes cargados de miedo y angustia del EE UU profundo, y con frecuencia fracasados en sus estudios y familiarmente desarraigados, encuentran all¨ª fraternidad en el culto a las cabezas rapadas, el rock duro, las esv¨¢sticas, los retratos de Hitler y las armas de fuego", dice Raphael Ezekiel, profesor de Harvard y autor de The Racist Mind: Portraits of American Neonazis and Klansmen. Es un universo profundamente machista en el que, a?ade Ezekiel, "las ¨²nicas mujeres son las novias o esposas de los militantes, destinadas a servir las comidas".

El Gobierno de EE UU sigue de cerca las actividades de Identidad Cristiana y Naci¨®n Aria. Pero, seg¨²n las fuentes del FBI consultadas por este peri¨®dico, se enfrenta constantemente a los dos parapetos esgrimidos por la ultraderecha: los derechos constitucionales a la libertad de expresi¨®n, incluso la de ideas racistas, y a poseer armas de fuego.

A la vigilancia a la que son sometidos, los neonazis, creyentes firmes en las visiones conspirativas del mundo, a?aden su propia paranoia. El Gobierno, creen, obedece a una conspiraci¨®n mundial jud¨ªa cuyo centro es la ONU, destinada a avasallar a la raza blanca. Frente a ella, los blancos deben constituir la Paternidad Phineas, seg¨²n predica un libro publicado en 1990 por Hoskins. Se trata de seguir el ejemplo del personaje b¨ªblico Phineas, que fue bendecido por Dios por matar a un pr¨ªncipe de Israel que se hab¨ªa casado con una mujer de otra tribu.

Contra el aborto

Eric Rudolph, uno de los 10 delincuentes m¨¢s buscados por el FBI, es tambi¨¦n seguidor de Identidad Cristiana. Rudolph, seg¨²n el FBI, cree que la legalizaci¨®n en EE UU de la interrupci¨®n del embarazo obedece a un plan para reducir la natalidad entre los blancos y convertirles en una minor¨ªa. ?l, seg¨²n el FBI, se incorpor¨® a Rahowa con el atentado con explosivos que ensangrent¨® en 1996 los Juegos Ol¨ªmpicos de Atlanta y con una serie de ataques criminales contra cl¨ªnicas abortistas. Los ultras se han convertido en el principal problema de terrorismo dom¨¦stico en EE UU, pero buena parte del pa¨ªs sigue neg¨¢ndose a aceptarlo. La mayor matanza en la historia reciente norteamericana, el atentado de Oklahoma, la protagoniz¨® McVeigh, un blanco de ideas fundamentalistas y ultraderechistas, aunque en un primer momento las autoridades norteamericanas lanzaron la rutinaria caza y captura del terrorista musulm¨¢n. McVeigh, que ahora espera la ejecuci¨®n en una prisi¨®n de Oklahoma, pretend¨ªa vengar el asalto de Mount Carmel, el rancho de la secta de los davidianos en Waco (Tejas). Convertido en un b¨²nker, el rancho de los davidianos, una secta apocal¨ªptica que dirig¨ªa David Koresh, fue tomado a sangre y fuego por fuerzas policiales federales en abril de 1995. Murieron Koresh y otros 80 seguidores. Ahora, los escombros del rancho, en las cercan¨ªas de Waco, una localidad donde la cerveza local se llama Colt, son un lugar de peregrinaci¨®n para los que viven por y para el odio en EE UU. "Armagedon ser¨¢ la venganza de Dios por la destrucci¨®n de esta iglesia", dice el apocal¨ªptico mensaje que, escrito sobre piedra, da la bienvenida a Mount Carmel. "Los extremistas de este tipo", dice Mark Potok, del Centro Legal para la Pobreza en el Sur, "piensan que para que Cristo pueda regresar a la tierra, el planeta debe ser limpiado de fuerzas sat¨¢nicas como los jud¨ªos, los homosexuales o los m¨¦dicos que hacen abortos". La hora de ese regreso de Cristo, creen miles de personajes como Furrow, est¨¢ pr¨®xima, a la vuelta del milenio. Desdichadamente, el suceso de Los ?ngeles puede no ser el ¨²ltimo.