El escenario de la calle
Los enamorados que deambulan por el Parque de Atracciones de Madrid pueden verse envueltos por sorpresa en un gag de la compa?¨ªa La Tal, el d¨²o catal¨¢n que, con otros tres grupos, se encarga de alegrar el d¨ªa a los visitantes con sus n¨²meros de animaci¨®n de calle.Enric y Caspar son fot¨®grafos muy peculiares. Se mueven en un cochecito que parece salido de las p¨¢ginas de un cuento de hadas. Dos veces al d¨ªa salen de su escondite para buscar el amour. Cuando encuentran a una pareja tonteando, la inmortalizan en una foto singular. Y al mismo tiempo divierten al p¨²blico del parque con un espect¨¢culo tan inesperado como original.
Estos c¨®micos, que vienen de Rub¨ª (Barcelona) y llevan cuatro veranos actuando en el parque, convierten cada d¨ªa a los espectadores en protagonistas de sus n¨²meros: disfrazan a los chicos de cupidos utilizando para ello fregonas, reparten violines imaginarios y transforman a las chicas en pajaritos. "Buscamos la eficacia del directo, el contacto con el p¨²blico y la simplicidad de los efectos", explica Enric, de 36 a?os, que es pr¨¢cticamente autodidacto y crea sus montajes con Jordi, el otro miembro del d¨²o. En estas semanas, sin embargo, le acompa?a Caspar, un ingl¨¦s de 38 a?os que vive desde hace 9 en Catalu?a.
La Tal naci¨® hace 12 a?os. "Nuestro motivo de conexi¨®n fue hacer payasadas", recuerda Enric. Hace cinco a?os, el director art¨ªstico del parque, ?ngel Camarata, les vio actuar en Barcelona y decidi¨® contratarles. Desde entonces se dedican dos meses al a?o a entretener a ni?os y adultos con actuaciones callejeras. "Aqu¨ª, en el parque, la gente reacciona muy bien, hay mucha predisposici¨®n", asegura Enric. "Al p¨²blico le gusta este tipo de representaci¨®n porque en el fondo todos quieren jugar. El problema es que los adultos no tenemos la licencia social para hacerlo", afirma Caspar.
Adem¨¢s de Los fot¨®grafos, La Tal interpreta cada d¨ªa a medianoche Flexus, un n¨²mero en el que los actores est¨¢n escondidos en tubos de refrigeraci¨®n pintados y se mueven como si fuesen enormes lombrices. En invierno, en cambio, la compa?¨ªa se dedica al teatro c¨®mico de sala. "En Catalu?a hay mucho teatro y la calidad es muy alta. Sin embargo, en Espa?a no hay una tradici¨®n de representaci¨®n callejera", sostiene Enric. Para Caspar, en la calle pasan muchas cosas que no pueden ocurrir en un edificio. "Pero al mismo tiempo hay m¨¢s riesgos, porque la gente no ha pagado para ver tu espect¨¢culo y puede irse en cualquier momento", aclara este actor, que se dedica tambi¨¦n al teatro cl¨¢sico.
Xirriquiteula es otra compa?¨ªa callejera del parque de atracciones. Son tambi¨¦n catalanes, pero con otro estilo: bailan sobre los zancos a ritmo de tambores disfrazados de animales ex¨®ticos. Su Animalada ha suscitado comentarios muy divertidos entre el p¨²blico. "Nuestros personajes no son animales concretos", explica Jaime Navarro. "Quiz¨¢ por eso los espectadores han llegado a confundir la cebra-jirafa con un conejo o el mosquito con un pavo real", comenta.
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