Curso acelerado de baile andaluz
El viajero amaneci¨® bailar¨ªn, como otros d¨ªas amanece sentimental o pensativo, y decidi¨® partir a Internet en busca de academias donde le ense?aran los rudimentos gimn¨¢sticos de las sevillanas y los secretos del folclore de su tierra. Las encontr¨® a decenas y en los sitios m¨¢s inesperados, desde Jap¨®n a Montreal. En M¨²nich fue recibido en un estudio por el artista flamenco Fredo Peluca. Piensa el viajero, pero es una opini¨®n particular, que, con semejante nombre art¨ªstico, s¨®lo se puede triunfar en Alemania. El baile tiene mucho de apariencia. De hecho encontr¨® un curso para hacerse flamenc¨®logo en 10 d¨ªas que recomienda inventar, en las tertulias eruditas, nombres de cantaores, tales como Perico El Daleao, Canuto el Capataz o Basilio El de las Bestias. Sin embargo, puestos a rizar el rizo, el viajero se queda sin pensarlo con el mentado Fredo Peluca, guitarrista de arte. El turista se hizo pasar por extranjero y llam¨® a la p¨¢gina m¨¢s completa sobre el folclore andaluz (www.andalucia.com). En su interior todos hablaban ingl¨¦s, y le ofrec¨ªan cursos de baile y todos los complementos imaginables para dar los taconazos y los giros can¨®nicos. Le llam¨® la atenci¨®n al viajero un apartado titulado La cocina flamenca. En su interior encontr¨® s¨®lo dos recetas -flamenqu¨ªn y huevos a la flamenca-, y la advertencia de que aquello nada ten¨ªa que ver con el flamenco, aparte de la homonimia. Al lado, un conejo que saltaba interrog¨® al viajero si conoc¨ªa alguna que otra receta de zanahoria a la flamenca. La sorpresa aument¨® cuando el turista sedentario se dio de bruces con un poema conmemorativo de la visita que hizo el primer ministro brit¨¢nico a la casa del guitarrista Paco Pe?a, en C¨®rdoba, en abril de 1988. Dice as¨ª: "Que a veces basta con saber/ que le hab¨ªan montado un palacio en Do?ana./ El mejor palacio han sido/ las calles de la juder¨ªa cordobesa/ rencadas de las cuerdas de dos guitarras/ para la historia ¨ªntima de dos hombres". El viajero supo de inmediato que estaba frente a un ejemplo de l¨ªrica de la Tercera V¨ªa. Como el viajero quer¨ªa ambientarse decidi¨® cargar un fichero musical y fue a una p¨¢gina (geocities.com/vienna/choir /6063/yo.htm) llena de canciones que han sido compuestas "por el m¨¦todo orejilla", seg¨²n dice enigm¨¢ticamente su titular. Los primeros pasos de baile los dio el viajero en la academia de baile que ha abierto en Montreal la abogada argentina Jaquelin Murillo, alumna, dice, "de la famosa Elvira de Acevedo, La Gitana". En el mundo flamenco abundan los famosos a quienes no conoce nadie. Para saber qui¨¦nes son los cabales, el viajero consult¨® la biograf¨ªa de artistas flamencos relacionada en ouwold,compuserve.com/homepages/transmit/portada.htm. y encontr¨® a los que ¨¦l imaginaba y se alegr¨® del acierto. La segunda clase de sevillanas la recibi¨® el viajero en el estudio flamenco que regentan Malena y el aludido Fredo Peluca, en M¨²nich (www.ucinet.de/users/ tois/chispas/myfp.htm). A estas alturas, el viajero no pod¨ªa contener los brazos, que se alzaban como aut¨®matas por encima de su cabeza y golpeaban con descuido el monitor, omitiendo los giros del rat¨®n, imprescindibles para seguir adelante. Despu¨¦s de dos bailes, el viajero lleg¨® a La G¨¹eb Flamenca de Golem (members/tripod.comvalme/cursode.htm) donde encontr¨® un curso para hacerse flamenc¨®logo en diez d¨ªas dictado por el profesor Antonio Rinc¨®n. All¨ª le recomendaron al viajero que no dejara de acudir a cualquier coloquio o reuni¨®n y que dejara caer palabras sueltas que denotan conocimiento y asombran a los contertulios, tales como baja?¨ª, atravesao o duele. Adem¨¢s, el aspirante a flamenc¨®logo debe inventar cantaores inexistentes y, si alguien pone en duda su existencia, apelar a su lugar de origen o a alguna grabaci¨®n fant¨¢stica. Tambi¨¦n fue aleccionado para que si el cantaor preferido tiene una mala noche justifique deportivamente su impericia. En vez de apuntar directamente a los traspi¨¦s, el flamenc¨®logo debe recurrir a misteriosas intervenciones del destino. "Los hados lo abandonaron en una noche inclemente" o "una tormenta enfri¨® su cuerpo y estrag¨® su garganta", son frases muy recomendables para justificar con dignidad el desastre. El viajero culmin¨® su cursillo acelerado en la Asociaci¨®n Regional de Tradiciones (perso.wanadoo.fr/a.r.t.e.flamenco/) constituida en Francia y en donde indistintamente se puede aprender a danzar y a comer paella. Ya se iba el viajero cuando, sin saber c¨®mo, entr¨® en la p¨¢gina de Antonio Rivas, el Hombre Orquesta Cordob¨¦s (geocities.com/vienna/choir/6063), que le canturre¨® al o¨ªdo algunas cositas. El hombre orquesta especifica que act¨²a con preferencia en bodas, bautizos y comuniones. El viajero, ya diplomado en sevillanas y alterado como si ¨¦l mismo fuera el hombre orquesta, apag¨® el ordenador y descans¨®. Otras recomendaciones www.rgo.net/parques Para los amantes de la naturaleza, esta p¨¢gina ofrece completa informaci¨®n sobre los parques naturales de Andaluc¨ªa. www.arrakis.es/~moba Para quien est¨¦ veraneando en la localidad granadina de Almu?¨¦car o se le est¨¦ pensando. www.realescuela.org P¨¢gina de la Real Escuela Andaluza de Arte Ecuestre, para disfrutar del baile de los caballos jerezanos.
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