Sabor neoyorkino
En 1969, Arthur Michell, primer bailar¨ªn durante m¨¢s de quince a?os del New York City Ballet, decidi¨® refundir las ense?anzas recibidas de Donald McKayle, John Butler y George Balanchine, -que le cedi¨® todas sus coreograf¨ªas-, en una compa?¨ªa formada ¨²nicamente por negros, capaz de desterrar el mito de que los bailarines de color no pod¨ªan interpretar ballet cl¨¢sico. Nac¨ªa el Dance Theatre of Harlem. Hoy, con m¨¢s de ochenta piezas en su repertorio y un amplio reconocimiento internacional, la compa?¨ªa est¨¢ formada por bailarines de todas las razas, elegidos por sus cualidades art¨ªsticas y no por el color de su piel. Sus coreograf¨ªas de corte neocl¨¢sico conviven con las que inspiran los ritmos y m¨²sicas de su raza de estilo m¨¢s contempor¨¢neo. El cl¨¢sico se funde con el jazz, el ragtime o las danzas africanas en obras de una gran riqueza cultural. Muestra de esta diversidad son las diferentes piezas que forman los programas que bailan el hoy y ma?ana en el marco del XIII Festival de Castell de Peralada. La atractiva propuesta del Dance Theatre of Harlem est¨¢ integrada por Sasanka, coreograf¨ªa de Vicente Serwan Mantsoe con m¨²sica de Oderoza & Synerg, que est¨¢ interpretada por toda la compa?¨ªa; Adogietto, una po¨¦tica pieza basada en un tri¨¢ngulo amoroso con coreograf¨ªa de Royston Maldeoom y m¨²sica de Mahler; Adrian (Angel of Earth) de Johan Alleyne, con m¨²sica de jazz cl¨¢sico de Thimithy Sullivan; Douglas de Geoffrey Holder, con m¨²sica del propio Holder y Tania Leon, que fusiona el movimiento africano y el indio; The Joplin Dances, del principal bailar¨ªn de la compa?¨ªa Robert Garland, que es una celebraci¨®n de ragtime; y South African Suite, una sucesi¨®n de ritmos africanos a cargo de Soweto String Quartet, con coreograf¨ªa de Augustus Van Heerden, Leveen Naidn y Arthur Mitchell.-C.. Del V.
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