El Madrid no arregla sus lacras defensivas
Si la pretemporada sirve para pulir los defectos de funcionamiento -justificaci¨®n que esgrimen reiteradamente los entrenadores cada verano-, el Real Madrid ha terminado el cursillo sin mayor aprovechamiento. Por encima de las novedades, se sit¨²an los viejos defectos. Toshack reclam¨® sangre nueva para acabar con el aburguesamiento del Madrid, y ten¨ªa razones para hacerlo. Era cierta la desgana de unos cuantos, y tampoco se discut¨ªa un problema de descompensaci¨®n en las l¨ªneas. Sobreabundancia de defensas y mediapuntas, escasez de centrocampistas propiamente dichos, algo de orfandad en la delantera, dificultades con los interiores de los dos lados.El nuevo Madrid ha fichado a una larga colecci¨®n de jugadores. En unos casos con el el cartel de estrellas; en otros, por directa sugerencia de Toshack. Podr¨ªa pensarse en una regeneraci¨®n del equipo, pero algunos datos apuntan lo contrario. En realidad, se ha fichado m¨¢s de lo mismo en ciertas posiciones. Balic y McManaman ocupan los lados, pero ninguno se encuentra c¨®modo. No son interiores de largo recorrido. Son dos buenos jugadores con una cierta tendencia a ir por libre, centrocampistas sueltos que se angustian frente a las apreturas de la raya. Y por lo que se refiere a McManaman su juego mejora sensiblemente cuando entra desde la izquierda, y no desde la derecha, que es lo que ha hecho durante la pretemporada.
Sin red de seguridad
Pero si en el ataque hay soluciones por la poderos¨ªsima artiller¨ªa del Madrid, en el aspecto defensivo se mantienen las mismas lacras que en la temporada anterior. Toshack no consigui¨® evitarlas en el tramo final del campeonato. Los m¨¢s viejos madridistas no recordaban una defensa tan d¨¦bil y una cantidad tan desaforada de goles en contra, m¨¢s de 1,5 por encuentro. Se dijo que as¨ª no hab¨ªa manera de ganar la Liga, por muchas proezas de Ra¨²l y Morientes (44 goles entre los dos). El argumento puede utilizarse perfectamente despu¨¦s de la pretemporada.Por lo que parece, Toshack no ha conseguido dotar al Madrid de los mecanismos defensivos que act¨²an como red de seguridad. De lo que ha sucedido durante el verano, se deduce que el Madrid sigue donde estaba. En los siete partidos que ha disputado en la gira de pretemporada (frente al Inter, Fenerbahce, Estrella Roja, Celta, Getafe, Perugia y Elche), ha recibido 11 goles, 1,57 por encuentro. Y con dos equipos de Segunda entre los siete rivales. El asunto se ha convertido en delicad¨ªsimo para un equipo que desconf¨ªa de su sistema defensiva. Por ah¨ª comenz¨® su desplome con Hiddink, despu¨¦s de una pretemporada espectacular y de un espl¨¦ndido partido con el Inter en el arranque de la Copa de Europa. Y por ese mismo sumidero puede escurrirse el Madrid esta temporada. El miedo ya est¨¢ instalado en algunos jugadores: vienen de pagar el calvario defensivo y no ven un horizonte mejor para la temporada que se avecina.
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