El Gobierno prohibir¨¢ el reclamo p¨²blico de ¨®rganos para trasplantes

La Organizaci¨®n Nacional de Trasplantes (ONT) nunca ha visto con buenos ojos la petici¨®n de ¨®rganos a trav¨¦s de los medios de comunicaci¨®n. Un nuevo real decreto, que el Gobierno espera aprobar antes de fin de a?o, pondr¨¢ en sus manos las armas necesarias para luchar contra estos llamamientos lastimosos, que, seg¨²n su responsable, Blanca Miranda, son in¨²tiles y no provocan un aumento del n¨²mero de donaciones.

Cuando la norma entre en vigor, no volver¨¢n a verse en televisi¨®n los ojos llorosos de unos padres pidiendo, por ejemplo, un coraz¨®n que evite la muerte de su hijo o dinero para que ¨¦ste sea tratado de su dolencia en otro pa¨ªs. Y si se ven, tanto el medio de comunicaci¨®n en cuesti¨®n como el protagonista del llamamiento se arriesgar¨¢n a ser denunciados por la ONT y a pagar la sanci¨®n que imponga un juez. "Por lo menos podremos actuar", asegura la responsable de la ONT, Blanca Miranda, un margen de maniobra del que hasta ahora carec¨ªan.La nueva norma, que el Gobierno prepara desde 1997 y que recibe estos d¨ªas las ¨²ltimas pinceladas, proh¨ªbe de forma expresa la publicidad en favor de una donaci¨®n para personas concretas y las gratificaciones a cambio de cualquier ¨®rgano. Pero no impone sanciones. ?stas deber¨¢n ser determinadas por el juez, que considerar¨¢ estas acciones una infracci¨®n administrativa. El objetivo es acabar con los llamamientos angustiosos que pretenden tocar el coraz¨®n de los oyentes, las cuestaciones interesadas y cualquier otra actividad que ponga en peligro el derecho a la igualdad de todos los enfermos que necesitan un trasplante, explica Miranda. Y con los fraudes.

La ONT tiene registrados, uno por uno, todos los casos de este tipo que se han producido en los ¨²ltimos a?os, algunos de supuestos enfermos y otros vendidos con una urgencia muy lejana de la real. Ninguna de estas peticiones provoc¨® un aumento del n¨²mero de donantes ni consigui¨®, por supuesto, su objetivo de acortar el tiempo de espera, asegura la coordinadora nacional de la ONT. Pero s¨ª mucho malestar entre los pacientes que engrosan las listas de espera y sus familas y una sensaci¨®n de improvisaci¨®n que perjudica a una organizaci¨®n responsable de las donaciones en el pa¨ªs que encabeza el ranking mundial: 32 donaciones por cada mill¨®n de habitantes. La ONT tiene clara su posici¨®n y por eso se muestra esc¨¦ptica hacia la posibilidad de viajar a otros pa¨ªses para someterse a unas operaciones que se hacen "y muy bien" en Espa?a.

Junto a esta disposici¨®n el nuevo real decreto actualiza toda la normativa en la materia. En algunos casos para facilitar el trabajo de los profesionales que participan en el proceso -desde la donaci¨®n hasta la operaci¨®n pasando por la extracci¨®n de los ¨®rganos- y en otros para dar cobertura legal a unas pr¨¢cticas ya habituales en los hospitales espa?oles.

Familia del fallecido

Entre las primeras est¨¢ el silencio judicial. Cuando la norma entre en vigor los jueces tendr¨¢n 15 minutos para autorizar la extracci¨®n de ¨®rganos de un fallecido. Si el juzgado de guardia no contesta en ese plazo, la raz¨®n caer¨¢ siempre del lado de la ONT.Otra novedad recogida en alguna de las 30 p¨¢ginas del texto -frente a las 3 de la ley de 1979 que desarrolla o las seis del real decreto de 1980- est¨¢ en la posibilidad de donar partes de ¨®rganos de personas vivas. En Espa?a, por el momento, s¨®lo se hacen trasplantes de este tipo con h¨ªgados, un ¨®rgano que se regenera por s¨ª solo. Pero el decreto deja abierta la puerta a todos los avances t¨¦cnicos que puedan producirse en el futuro al subrayar que son ¨®rganos susceptibles de ser trasplantados los ri?ones (983 intervenciones hasta el 1 de julio de 1999, 3.700 en lista de espera); el coraz¨®n (164 por 93); los pulmones (63 por 53); el h¨ªgado (460 por 430); el p¨¢ncreas (17 por 24); el intestino y "cuantos otros puedan ser extra¨ªdos y trasplantados".

Algunas cosas se quedan, sin embargo, como est¨¢n. Es el caso del papel que juega la familia del fallecido. ?sta puede negarse a donar los ¨®rganos de su pariente, incluso cuando ¨¦ste tenga en su poder el carn¨¦ de donante. La explicaci¨®n es sencilla: "es muy raro que la familia se oponga a la voluntad del fallecido", afirma Miranda, y si lo hace no compensa luchar contra ella.

La norma nace con la intenci¨®n de ser exhaustiva y capaz de adaptarse al futuro. Y no para aumentar las donaciones, si bien la propia Miranda no descarta que ¨¦sto pueda producirse. Incluye entre sus disposiciones las condiciones que deben reunir los centros y los m¨¦dicos que lleven a cabo este tipo de intervenciones y los pasos a dar para admitir ¨®rganos de otros pa¨ªses o para que ¨¦stos salgan de Espa?a, entre otros. Los dos a?os que ha tardado el Gobierno en elaborarla han servido para que todas las partes (profesionales, enfermos, responsables auton¨®micos, Consejo General del Poder Judicial) hayan dado su opini¨®n.

Permanecen sin cambios los principios que deben inspirar cualquier donaci¨®n: altruismo, solidaridad, gratuidad, informaci¨®n y consentimiento.