Un laberinto de salida incierta

Ha pasado poco m¨¢s de un mes desde que, el 8 de julio, un fuerte despliegue policial, enviado por el Ayuntamiento y la Delegaci¨®n del Gobierno, expulsara a un centenar de familias gitanas rumanas del barrio de Malmea (Fuencarral), donde llevaban un a?o. Pero, en s¨®lo 37 d¨ªas, el problema de estos inmigrantes se ha convertido en un laberinto para las instituciones. Cuando la situaci¨®n parece estar resuelta da un viraje y vuelve a complicarse de nuevo. ?sta es la cronolog¨ªa.- Primeras noticias. El Unicef (la organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la infancia) alerta en marzo a las instituciones sobre las penosas condiciones en que viven medio millar de gitanos rumanos, 200 de ellos ni?os, en Malmea. Duermen en tiendas de campa?a y furgonetas, rodeados de escombros y sin retretes ni duchas. Viven de la mendicidad (incluida la infantil) y de la venta de la revista para indigentes La Farola. La alarma creada y la muerte de un chaval quemado al arder la tienda en que dorm¨ªa llevan al Ayuntamiento a instalar duchas y letrinas, y a escolarizar a los ni?os.

- Expulsi¨®n. La presencia de los 500 inmigrantes en Malmea levanta protestas en el barrio de Bego?a, donde los vecinos re¨²nen 2.500 firmas pidiendo el desmantelamiento del poblado. Se quejan de que los rumanos generan suciedad y mantienen una actitud poco c¨ªvica. El 8 de julio, la polic¨ªa se despliega en el asentamiento, seg¨²n las instituciones, "para desarrollar una operaci¨®n de limpieza y retirada de veh¨ªculos abandonados". El resultado es que los inmigrantes se marcharon. "Los agentes nos amenazaban con expulsarnos del pa¨ªs si no nos ¨ªbamos ", aseguraron los afectados. Los rumanos se desperdigaron. Esa noche, un ni?o de una familia que dejaba Madrid muere atropellado. Sus parientes y otras familias regresan a la ciudad.

- Campamento en La Paz. Un centenar de los rumanos expulsados acampa en un parque junto al hospital de La Paz.

- Traslado a San Roque. El 10 de julio, el Ayuntamiento lleva a las familias de La Paz al camino de San Roque (Fuencarral). Es un alojamiento "para 72 horas", mientras se busca otra soluci¨®n. Se elabora un censo con los rumanos presentes: 280. D¨ªas despu¨¦s suman 355.

- B¨²squeda de soluciones. Los poderes p¨²blicos tardan 10 d¨ªas en dar una soluci¨®n. Hay numerosas reuniones y un plan fallido de trasladar a estos inmigrantes a unos cuarteles de Villaverde que choca con la oposici¨®n vecinal. Por fin se opta, por consejo de la Cruz Roja y la Comisi¨®n Cat¨®lica de Migraci¨®n, por levantar cuatro campamentos de tiendas de campa?a, en los que los 355 inmigrantes vivir¨¢n durante tres meses recibiendo apoyo social. Al cabo de ese tiempo se evaluar¨¢n sus posibilidades de inserci¨®n y se decidir¨¢ su continuidad en Espa?a o su repatriaci¨®n.

- Marcha a la costa. Cuatro d¨ªas antes de iniciarse los realojamientos, 270 rumanos se marchan a la costa para vender La Farola, porque en el Madrid estival no encuentran compradores. Ya no son 355, sino 85, por lo que s¨®lo hacen falta dos campamentos.

- Realojamientos. Del 10 al 12 de agosto, 85 inmigrantes son alojados en los campamentos de Vallecas Villa y Fuencarral. En San Roque quedan otros 60 excluidos del programa, porque llegaron cuando el censo de realojables estaba cerrado.

- Nuevas llegadas. El pasado fin de semana, mientras la Delegaci¨®n del Gobierno convence a las ONG para que acepten en los campamentos a los 60 inmigrantes que quedaban en San Roque, otro centenar de rumanos retorna a Madrid desde la costa. Con ellos llegan otros que nunca vivieron en Malmea.