Un problema total

Rusia se ha sensibilizado en extremo respecto a los actos de afirmaci¨®n isl¨¢mica desde que no logr¨® derrotar a los separatistas chechenos en la guerra de 1994-96. Las guerrillas musulmanas que han pasado al vecino Daguest¨¢n desde la an¨¢rquica Chechenia de la posguerra han disparado un sistema de alarma que ya estaba muy sobre aviso.Los rebeldes desean convertir ambas regiones en un Estado isl¨¢mico. (...) Mosc¨² se inclina a considerar este asunto como una repetici¨®n de la guerra de Chechenia. Pero antes de que Mosc¨² siga adelante con sus planes para una batalla a gran escala, deber¨ªa detenerse a pensar que su reacci¨®n quiz¨¢ sea exagerada.

Es totalmente razonable detener a los pistoleros de Daguest¨¢n. Pero puede ser alarmista describir este disturbio a peque?a escala como una amenaza del tipo checheno. La rebeli¨®n de Chechenia estaba respaldada por una poblaci¨®n hostil al avance ruso y dispuesta a combatir. Daguest¨¢n es diferente, un hervidero de etnias dirigidas por pol¨ªticos promoscovitas que desean una vida tranquila. (...) Casi el ¨²nico modo de conseguir que los daguestan¨ªes se levanten contra Rusia ser¨ªa, de hecho, un contraataque ruso desmedidamente en¨¦rgico: un camino en el que Mosc¨² empieza a adentrarse. (...) Un indeseable efecto colateral del actual p¨¢nico ser¨ªa que la polic¨ªa secreta rusa, cuyo hombre dirige ahora el Gobierno, volviera a ampliar sus poderes, aduciendo como justificaci¨®n que los rusos necesitan salvarse otra vez de una sombr¨ªa amenaza exterior.

, 17 de agosto