Eurosantiago
Las calles est¨¢n repletas de gente con esa tendencia hispana a la uniformizaci¨®n. El producto estrella es la Barbie Peregrina. Kent debe de estar pregunt¨¢ndose en qu¨¦ fall¨®
- Santiago, Fonseca, Romeo y Julieta, etc. a) Matutes, obrero a tiempo parcial del mes; b) se presenta en Londres el sujetador ?ltimo, un modelo que medita tan bien las l¨ªneas femeninas que hasta tiene jaqueca. Hola. Soy yo. Estoy en Santiago. Mi abuelo era de Santiago. Concretamente, de Santiago de Cuba. Referencias memoriales: mulatas buscando en la basura blumers que las blancas de la Yuma tiraban a la basura, mineros entrando a caballo en los bares el viernes a la noche; Pablito Tres Piernas Muntaner, actuando. Bueno. Hecho un vistazo a Santiago. O Santiago ha cambiado mucho o, definitivamente, me he equivocado de Santiago. Denme cinco minutos.- Santiago y cierra Espa?a, por defunci¨®n del propietario. Han pasado cinco minutos. Definitivamente, estoy en Santiago. De Compostela. Galicia. Y aqu¨ª inciso, antropolog¨ªa gallega: si en una escalera te encuentras a un gallego bajando por el hueco de la escalera, es que en el piso de arriba est¨¢ Fraga. Fin del inciso. En el siglo IX se encontraron en Santiago los restos del ap¨®stol Santiago. Descubrimiento, en lat¨ªn se dice inventio, de manera que en su d¨ªa nadie enga?¨® a nadie. Santiago era un p¨®quer simb¨®lico de la monarqu¨ªa asturiana para distanciarse de Roma y del Sacro Imperio. Coincidiendo con esa apuesta, se hizo otra en el mismo sentido, pero a¨²n m¨¢s bestia. Era la herej¨ªa de la Adopci¨®n, un intento de crear una iglesia hispana aut¨®ctona. El Sacro Imperio y Roma les pudieron dar para el pelo a los adopcionistas, pero no a Santiago, que col¨®. Santiago particip¨® muy pronto en batallas contra los infieles, infligiendo grandes da?os colaterales. La primera iglesia edificada en el protectorado de Marruecos, por cierto, estaba consagrada a Santiago Matamoros, una opci¨®n que ilustra un poco la magnitud de la tragedia en el protectorado de Marruecos. De vez en cuando, alguno de nuestros grandes ide¨®logos habla en voz alta frente a Santiago. Lo m¨¢s mixed emotions que he escuchado fue el mes pasado, cuando se pidi¨® al ap¨®stol que velara para que recuper¨¢ramos el orgullo de ser espa?oles. Yo soy m¨¢s partidario del orgullo me-gusta-mi-novia. Bueno. Ha llovido mucho en Santiago desde el descubrimiento de Santiago. Uno ojea la prensa de hoy y descubre que no hay ning¨²n adopcionista en el Ayuntamiento de Santiago -que es m¨¢s bien PSOE-BNG-, que en enero se robaron 24 carteras y en julio fueron 150, que el pasado fin de semana Santiago se colaps¨® ante la presencia de 500.000 veh¨ªculos, que los comerciantes de recuerdos destacan la recepci¨®n de los bastones xacobeos, y que ha salido a la calle El peri¨®dico del peregrino del siglo XXI. Lo reparten por las calles unas simp¨¢ticas se?oritas -?the peregrinettes?-, vestidas con mi segunda marca de ropa favorita -la marca del modisto japon¨¦s Simakacho Semerrompe.
- El orgullo de ser etc. En Santiago no se cabe. Las calles est¨¢n repletas de gente con esa tendencia hispana a la uniformizaci¨®n. Uniformizaci¨®n: todo el mundo lleva una vieira colgada del cuello, de manera que te alegras de no ser una vieira; todo el mundo lleva chirucas I+D; todo el mundo camina como Frankenstein, seguramente por las agujetas. Y todo el mundo avanza con un palo de peregrino. Hay tantos creyentes con palo que esto parece el monasterio donde estudi¨® el pollo de Kung-Fu. Muchos llevan la bandera del pa¨ªs favorito de la Divina Providencia en el palito. Las colas para entrar por la Puerta Santa y las colas para entrar por el Obradoiro principal son de coreograf¨ªa de mausoleo de Lenin, de lo que se desprende que Santiago es nuestro Lenin. Las tiendas de recuerdos lo venden todo. El producto estrella es la Barbie Peregrina. Kent debe de estar en la trastienda de la tienda, d¨¢ndole al whisky y pregunt¨¢ndose en qu¨¦ fall¨®. En la catedral no se cabe. Cuando sueltan el botafumeiro, la gente dice ol¨¦. Hay la tira de tunos d¨¢ndole al singular gracejo en las plazas. Un tuno es como una drag-queen. Pero con orgullo de ser etc. Todo el mundo tiene una sonrisa ecum¨¦nica en el rostro. A la hora de comer, no hay sitio para todos, y la sonrisa ecum¨¦nica desaparece. Ma?ana me afeito y el lunes estoy en el sur del Sur. No olviden vitaminarse y supermineralizarse.
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