Un susto de campeonato
Un salto nulo peliagudo de la hispanocubana Niurka Montalvo llev¨® la angustia a todo el estadio
Hace un par de d¨ªas, el padre de Niurka Montalvo tuvo un sue?o. As¨ª se lo dijo a su hija por tel¨¦fono desde La Habana: "He so?ado contigo. He so?ado que consegu¨ªas una medalla". Pero ayer falt¨® un pelo para que la atleta nacida en Cuba pero con nacionalidad espa?ola desde el pasado 5 de mayo dejara en mal lugar a las fuerzas interiores de su padre. Y no fue culpa suya del todo. "La verdad es que habr¨ªa sido muy ingrato", dijo Montalvo.Todo ocurri¨® en las series de clasificaci¨®n de la longitud. Despu¨¦s de un corto primer salto (6,56 metros) que dejaba en peligro su paso a la final (la marca m¨ªnima de referencia era 6,80 metros), la habanera, de 31 a?os y 78 d¨ªas, vol¨® y vol¨® en su segundo salto. "Fue de m¨¢s de siete metros, estoy segura", calcul¨® despu¨¦s Montalvo. "Era un salto de r¨¦cord de Espa?a ". S¨ª, muy largo. Pero nulo. Habr¨¢ que fiarse de la percepci¨®n de Montalvo en cuanto a su longitud, porque los jueces ni lo midieron.
El juez cuyo cometido era vigilar los 20 cent¨ªmetros de la tabla de batida (de los cuales 10 cent¨ªmetros forman la tira prohibida de plastilina, el lugar donde queda grabada la huella de los metepatas), levant¨® la bandera roja. Montalvo, extra?ada porque al saltar no hab¨ªa notado que la punta de su pie derecho se hubiera pasado de la raya, fue a protestar con la velocidad del rayo. No le hicieron caso. "Y de poco me habr¨ªa valido que me lo hicieran. Una vez borrada la huella de mi ca¨ªda en la arena, ?qu¨¦ me podr¨ªan haber devuelto?". Las im¨¢genes televisivas a c¨¢mara lenta tampoco le sirvieron de mucha ayuda a la espa?ola: en ning¨²n momento se ve la punta de la zapatilla morder la plastilina, pero tampoco se puede concluir que no lo hiciera, ya que son im¨¢genes incompletas en las que no se aprecia el giro final del pie, cuando transforma toda la velocidad y la fuerza en salto: se ve el momento en que se posa sobre la tabla, no en el que sale de ella. Habr¨¢ que seguir fi¨¢ndose de Montalvo. "Ha sido inexplicable que me dieran ese nulo. Las mismas atletas rivales me dijeron que lo sent¨ªan mucho".
Fue un nulo peliagudo. En las series de clasificaci¨®n s¨®lo se permiten tres saltos. Habiendo sido el primero corto, Montalvo deb¨ªa arriesgarse en el ¨²ltimo, un vuelo sin vuelta de hoja. "Tuve que hacer un grand¨ªsimo esfuerzo para concentrarme primero, para olvidar la pol¨¦mica. Y luego para arriesgarme. Pas¨¦ miedo. Sufr¨ª. Lo vi casi todo perdido. ?Y si el ¨²ltimo era tambi¨¦n nulo? ?Y si me quedaba corta?". Mientras, sus grandes rivales en la lucha por las medallas ya respiraban tranquilas. La italiana Fiona May, campeona del Mundo en 1995, hab¨ªa saltado m¨¢s de siete metros en su primer intento; la norteamericana Marion Jones, la mujer que busca el oro en los 100, los 200, la longitud y un relevo, se hab¨ªa ido a 6,81 en su segundo intento. Niurka no pod¨ªa permitirse ning¨²n fallo m¨¢s.
En su tercer intento, Montalvo ajust¨® la punta al m¨¢ximo, arriesg¨® lo justo. A¨²n tensa y nerviosa vol¨® lo necesario. 6,78 metros. No llegaba a 6,80, pero le val¨ªan. S¨®lo tres (May, Jones y la rusa Lyudmila Galkina) hab¨ªan superado la m¨ªnima. Para llegar a las 12 finalistas estipuladas hubo que llegar hasta los 6,62 de Dawn Burrell, la hermana peque?a del ex recordman de los 100 Leroy Burrell. "Pero las medallas estar¨¢n por encima de los siete metros. All¨ª estar¨¢ seguro May, que siempre hace un salto bueno en las grandes competiciones; y tambi¨¦n Marion Jones, siempre peligrosa. Con lo que corre, lo mismo se queda en 6,70 que pasa de 7,20", pronostic¨® Montalvo. "Y claro que yo podr¨¦ estar ah¨ª. ?No fue acaso mi falso nulo superior a los siete metros?".
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