El bot¨ªn de la posguerra
La corrupci¨®n generalizada en el uso de los fondos p¨²blicos amenaza el futuro de Bosnia
Cuatro a?os despu¨¦s del fin de la guerra, un nuevo enemigo amenaza el futuro de Bosnia: la corrupci¨®n. Un vicio que afecta a las tres comunidades -serbia, musulmana y croata- que conforman la federaci¨®n dise?ada en los Acuerdos de Dayton en agosto de 1995, pero que hunde sus ra¨ªces en los h¨¢bitos generados por d¨¦cadas de r¨¦gimen comunista y tres a?os de guerra. Adem¨¢s, como se?ala Carlos Westendorp, hasta el mes pasado y durante dos a?os alto representante internacional para Bosnia, la comunidad internacional cometi¨® el error "de dejar toda la administraci¨®n del pa¨ªs a las autoridades locales, en manos de partidos monopol¨ªsticos, clientelistas, integrados por mafiosos y matones".Esta semana, coincidiendo con las actuales dificultades en la estabilizaci¨®n de Kosovo, han vuelto a sonar todas las alarmas. Un art¨ªculo publicado el martes por The New York Times acusaba a las autoridades de Bosnia de haberse apropiado de 1.000 millones de d¨®lares (unos 160.000 millones de pesetas) en fondos p¨²blicos y ayuda internacional. Unos datos basados en un supuesto informe de 4.000 p¨¢ginas elaborado por la Unidad Antifraude del Alto Representante para Bosnia. La informaci¨®n fue desmentida posteriormente -tal informe no existe y la cantidad estafada es exagerada- por el nuevo representante para Bosnia, el austriaco Wolfgang Petritsch, y el propio The New York Times.
Westendorp se?ala que la corrupci¨®n "afecta fundamentalmente a los fondos p¨²blicos bosnios, con el mal uso de los presupuestos, la evasi¨®n fiscal o el contrabando", que ¨¦l eval¨²a "en todos los casos en 200 millones de d¨®lares", y no al dinero de la ayuda internacional.
El diplom¨¢tico espa?ol explica que la Unidad Antifraude fue creada en 1998 y est¨¢ formada por tres jueces y fiscales internacionales, un norteamericano, un alem¨¢n y un suizo, que trabajan en colaboraci¨®n con fiscales y polic¨ªas locales. Por recomendaci¨®n de dicha unidad, Westendorp ces¨® al ministro del Interior de Tuzla y cuatro fiscales por su obstrucci¨®n a las investigaciones sobre las acusaciones de corrupci¨®n; y el pasado julio, al alcalde de Sanski Most, Mehmed Alagic, acusado de 358 delitos de corrupci¨®n, incluido el desv¨ªo de casi medio mill¨®n de d¨®lares donados por Arabia Saud¨ª para fines agr¨ªcolas, que habr¨ªa entregado a su hermano para montar un banco.
La corrupci¨®n en el cant¨®n de Tuzla ya fue denunciada en junio por el segundo de Westendorp, Jacques Paul Klein, en un art¨ªculo publicado en el diario local Dnevi Avaz. Adem¨¢s de se?alar las inevitables corruptelas para conseguir "el asfaltado de una calle, el arreglo de un apartamento, un coche nuevo o contratos de obras p¨²blicas para familiares o amigos", pon¨ªa tres ejemplos esclarecedores: primero, el hecho sorprendente de que "de 1.150 casos de corrupci¨®n llegados a los tribunales, no se hubiera logrado probar la acusaci¨®n en el 72% de ellos"; que "las escuelas del cant¨®n, que carecen de calefacci¨®n, hubieran sido pintadas cuatro veces en un a?o", y que el contrato de la obra lo obtuviera sin concurso un funcionario del Gobierno; y por ¨²ltimo, la "m¨¢s infame y vergonzosa" de todas, como ¨¦l la califica: una estafa multimillonaria en marcos en l¨¢pidas para las v¨ªctimas de la matanza de Srebrenica. Klein a?ad¨ªa que la econom¨ªa negra representa el 70% del PIB bosnio y que la Oficina del Alto Representante estaba investigando casos en Sarajevo, Livno, Sanski Most, Bihac, Mostar, Stolac y Banja Luka.
Otro esc¨¢ndalo bajo investigaci¨®n es la quiebra del Bosnian & Hergovina Bank, en la que, seg¨²n The New York Times, "10 embajadas extranjeras y agencias de ayuda internacional han perdido 20 millones de d¨®lares". El diario apuntaba que s¨®lo Suiza ha reconocido las p¨¦rdidas. La Oficina de Informaci¨®n Diplom¨¢tica (OID) asegura que la Embajada espa?ola en Sarajevo "no tiene ning¨²n dinero en ese banco. Hay una cuenta en divisas en un banco en Madrid y se hacen transferencias para su funcionamiento a un banco extranjero en Sarajevo". Westendorp afirma que "no hay ning¨²n organismo financiero que garantice los dep¨®sitos" y que "poner dinero en un banco bosnio es jug¨¢rsela". Fuentes diplom¨¢ticas aseguran que de los 50 bancos bosnios existentes, tan s¨®lo seis son solventes.
Petritsch ha declarado que la lucha contra la corrupci¨®n es su m¨¢xima prioridad y que piensa poner a pleno rendimiento algunas de las medidas heredadas de su antecesor Westendorp, como la ley de protecci¨®n de testigos, el refuerzo de los poderes del Fiscal General de la Federaci¨®n o la creaci¨®n de un tribunal de primera instancia en el ¨¢mbito federal.
La corrupci¨®n es responsable tambi¨¦n de la raqu¨ªtica inversi¨®n privada extranjera en el pa¨ªs. Comp¨¢rense los 800.000 millones de pesetas recibidos en ayuda internacional desde 1995 con los 24.000 millones invertidos por el capital extranjero en los dos ¨²ltimos a?os. Como dice, con cierto humor negro, Westendorp, "algo no funciona en este pa¨ªs cuando ni Mc Donald"s se ha podido instalar". Un fracaso en la guerra contra la corrupci¨®n en Bosnia no s¨®lo pone en peligro su futuro, sino tambi¨¦n el presente de Kosovo, al que los contribuyentes de los pa¨ªses donantes podr¨ªan volver la espalda.
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