La modernizaci¨®n del Sistema Nacional de Salud
"El progreso intelectual y cient¨ªfico consiste en la sustituci¨®n de un paradigma que ha resultado incapaz de explicar hechos nuevos por otro que los explica de forma m¨¢s satisfactoria". Thomas Kuhn.Hace a?os que se plantea de forma recurrente la necesidad de reformar nuestro sistema sanitario para garantizar su viabilidad futura y mejorar sus prestaciones actuales. El Informe Abril, sigue plenamente vigente 8 a?os despu¨¦s en el diagn¨®stico de situaci¨®n y en muchas de sus recomendaciones aplicadas parcialmente y casi siempre sin citar la procedencia.
Esta vieja pol¨¦mica ha resurgido al aprobarse una nueva figura: las fundaciones p¨²blicas sanitarias. Para los promotores de la idea se trata de una ocasi¨®n ¨²nica para que los hospitales consigan la tan ansiada autonom¨ªa de gesti¨®n y con ella la soluci¨®n de muchos problemas, enumerados en el Informe Abril y corroborados en el d¨ªa a d¨ªa: rigidez administrativa, sistema fuertemente centralizado, des¨¢nimo del personal sanitario y otras circunstancias desincentivadoras que en nada contribuyen a que los hospitales en su conjunto y los profesionales que los forman se vean estimulados a mejorar la eficiencia. Los detractores lanzan mensajes de privatizaci¨®n o desmembramiento del sistema, tan repetidos por algunos que de ser ciertos, hace tiempo que habr¨ªamos visto alg¨²n dato objetivo fuera de la imaginaci¨®n de quienes lo proclaman.
Un hecho inequ¨ªvocamente positivo en esta pol¨¦mica son las alabanzas generalizadas dedicadas a nuestro sistema sanitario, habitualmente agredido de forma tan cruel como injusta. De repente todo el mundo coincide en que tenemos un muy buen sistema sanitario (cierto), muy econ¨®mico para la cobertura universal y las prestaciones pr¨¢cticamente ilimitadas que ofrece (evidente si lo comparamos con la mayor¨ªa de los pa¨ªses de nuestro entorno), y una conquista irrenunciable de la sociedad espa?ola que es preciso conservar en lo esencial y al tiempo modernizarlo para afrontar los nuevos retos.
Al llegar aqu¨ª, el hilo argumental se bifurca entre los que afirman que puesto que todo marcha tan bien no hay razones para cambiar nada salvo eventuales mejoras de gesti¨®n, y los que parafraseando a Lampedusa, concluyen que precisamente para garantizar la pervivencia del modelo es preciso que algo cambie. Como toda simplificaci¨®n este esquema deja fuera a los partidarios del inmovilismo a ultranza y a los que se inclinan por finiquitar el sistema actual, posturas en todo caso claramente minoritarias.
En el bar¨®metro sanitario, crece progresivamente la suma de espa?oles con opini¨®n positiva del sistema junto con los partidarios de introducir cambios significativos (44,9% en 1991 vs 63% en el 98). Son minor¨ªa los partidarios de rehacerlo totalmente (7,3%), mientras un 28,4% cree imprescindibles cambios fundamentales. Esta necesidad sentida de cambio, coincide con un amplio consenso de cl¨ªnicos y gestores en principios operativos como la descentralizaci¨®n, la autonom¨ªa de gesti¨®n, la traslaci¨®n progresiva de responsabilidad y riesgo a las unidades y servicios cl¨ªnicos, a los profesionales sanitarios en suma, la orientaci¨®n de los servicios hacia el paciente, la mejora continua de la calidad...
Todos los pasos emprendidos por el INSALUD en los ¨²ltimos 3 a?os van en esta l¨ªnea. Se puede decir muy alto que no hay un solo dato objetivo de actividad asistencial global tanto en hospitales como en atenci¨®n primaria que no haya mejorado en este periodo (y algunos de forma espectacular como las demoras quir¨²rgicas pese a quien pese). El hecho de casi duplicar el presupuesto de inversiones respecto a hace tan s¨®lo 3 o 4 a?os y multiplicar por 6 el de inform¨¢tica es dif¨ªcilmente compatible con discursos catastrofistas sobre desmantelamiento del sistema sanitario y habla en favor de una apuesta decidida por consolidar y a la vez modernizar un dispositivo asistencial patrimonio de todos.
La progresiva implantaci¨®n de nuevas f¨®rmulas de gesti¨®n, entre ellas las fundaciones p¨²blicas sanitarias es la ¨²nica forma realista planteada hasta ahora de modernizar lo ya existente. Significa pasar de un sistema fuertemente centralizado, eficaz en su momento, a otro m¨¢s acorde con los nuevos tiempos. Junto a ello, la creaci¨®n de ¨¢reas cl¨ªnicas, las mejoras decisivas de los sistemas de informaci¨®n tanto cl¨ªnica como econ¨®mica, la financiaci¨®n hospitalaria basada en criterios m¨¢s reales y menos en datos hist¨®ricos, el establecimiento de una porci¨®n progresiva de las retribuciones basadas en la consecuci¨®n de objetivos asistenciales cuantitativos y de calidad, en suma los pasos imprescindibles para la implantaci¨®n de lo que se conoce como gesti¨®n cl¨ªnica. ?sta debe ser el concepto central sobre el que debe pivotar la modernizaci¨®n del sistema y la devoluci¨®n a los profesionales del protagonismo que nunca debieron perder.
El camino no es sencillo, ni se recorre en poco tiempo, pero por vez primera en bastante tiempo se sabe perfectamente d¨®nde se quiere llegar y se est¨¢n dando los pasos para ello. Cualquier postura es leg¨ªtima, pero ser¨ªa m¨¢s pragm¨¢tico buscar todas las sinergias posibles en la sociedad espa?ola (que son muchas y desde luego mayoritarias) en pro del mantenimiento de unos principios b¨¢sicos que bajo ning¨²n concepto deben verse alterados: financiaci¨®n p¨²blica, aseguramiento universal, mantenimiento por parte de la autoridad sanitaria de la capacidad de planificaci¨®n y de la definici¨®n de la cartera de servicios de cada centro, coordinaci¨®n del sistema... Un acuerdo amplio garante de estos puntos b¨¢sicos supondr¨ªa enterrar unas pol¨¦micas escasamente constructivas y reforzar¨ªa la confianza de la poblaci¨®n en su sanidad, uno de los temas que seg¨²n todas las encuestas m¨¢s le preocupan y le interesan.
Dec¨ªa Don Quijote que cada cual es hijo de sus propias obras. El Sistema Nacional de Salud es un gran activo construido entre todos. Tambi¨¦n es responsabilidad de todos prepararlo para una medicina que progresa a pasos agigantados y que no puede ser concebida ni gestionada con los mismos ojos que la hicieron posible hace d¨¦cadas.
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