Un agente especial del FBI diserta en Baeza sobre un tipo de acosador de mujeres Peter Smerick analiza las caracter¨ªsticas de un hombre que, a veces, asesina a sus v¨ªctimas
Un total de 200.000 mujeres denuncian cada a?o situaciones de acoso en EE UU, seg¨²n el agente especial del FBI Peter Smerick, que ayer estuvo presente con una ponencia en el curso sobre malos tratos a mujeres que se imparte en la sede de Baeza (Ja¨¦n) de la Universidad Internacional de Andaluc¨ªa. Smerick es especialista de la Unidad Cient¨ªfica de la Conducta de la instituci¨®n policial estadounidense y un estudioso de la figura del stalker, que se corresponde con el maltratador y acosador en nuestro pa¨ªs. Smerick asegura que es muy dif¨ªcil determinar el n¨²mero de casos que terminan en asesinato dentro del porcentaje citado, puesto que las denuncias llegan tarde al departamento policial correspondiente. El perfil del stalker es el de una persona que acecha y persigue a su v¨ªctima, le env¨ªa cartas, flores, lleva un control detallado de lo que hace y los movimientos que realiza al cabo del d¨ªa, irrumpe en su domicilio, roba objetos personales de su amada, revienta las ruedas de su coche, mata a su mascota y acaba violando y asesinando a la persona por la que siente una pasi¨®n desmedida. Este perfil, extra¨ªdo de una pel¨ªcula al m¨¢s puro estilo norteamericano, es uno de los m¨¢s comunes en Estados Unidos. De hecho, el equipo en el que trabaja dentro del FBI Smerick asesor¨® en su d¨ªa a los realizadores del filme El silencio de los corderos. Smerick distingue tres categor¨ªa de stalker muy extendidas en EE UU, como son los casos del dom¨¦stico, que es el que ataca a las mujeres con las que ha mantenido una relaci¨®n afectiva; el de celebridades, un individuo que registra casos muy corrientes de esquizofrenia y que persigue a las estrellas de cine apropi¨¢ndose de objetos personales para poder mantener viva la pasi¨®n por ellas, y el extra?o, que es el que tiene una relaci¨®n distanciada con la persona por la que se interesa, pero que llega a sentirse obsesionado por ella hasta el punto de idealizarla, por ejemplo, un vecino o un compa?ero de trabajo. El perfil del stalker a¨²n no ha sido fijado en cuanto a caracter¨ªsticas de conducta se refiere, pero s¨ª est¨¢ determinado que la mayor parte de los casos de acoso que se producen en EE UU corresponde a varones de raza blanca, un problema que Smerick define m¨¢s como de "sexos" que cultural. Las situaciones de persecuci¨®n y violaci¨®n constante de la intimidad comienzan generalmente con cartas de amor, regalos no deseados y llamadas telef¨®nicas y la respuesta ambigua de una mujer puede ser interpretada como un s¨ª a las peticiones, de ah¨ª que la persistencia sea una de las constantes del individuo que responde a las caracter¨ªsticas del stalker, una palabra que no encuentra traducci¨®n fiel al castellano. Smerick afirma que la diferencia de culturas hace que la figura del stalker no se d¨¦ con tanta profusi¨®n en nuestro pa¨ªs, aunque algunos de los patrones de conducta del individuo que persigue a su ex mujer o antigua amante sean muy parecidas a los espa?oles. Al igual que en nuestro pa¨ªs, muchas de las acciones de los stalkers no son consideradas delictivas. En Estados Unidos, a pesar del alto n¨²mero de denuncias por acoso, a¨²n no existe una brigada policial que se encargue del tr¨¢mite de este tipo de situaciones. Muchos de los individuos que practican estas conductas tienen un comportamiento narcisista y rasgos de esquizofrenia, aunque la mayor parte de ellos destacan por ser gente met¨®dica y competitiva en sus trabajos. El car¨¢cter afable por convenciones sociales de la mujer norteamericana lleva a los stalkers a persistir en sus amenazas a sus v¨ªctimas, una situaci¨®n que empeora en el caso de parejas que han roto su relaci¨®n. El stalker dom¨¦stico es el m¨¢s peligroso de los catalogados por el FBI. Smerick apunta que no hay influencia de las pel¨ªculas americanas en el comportamiento de esta clase de individuos. Smerick afirma, adem¨¢s, que la permisi¨®n legal de posesi¨®n de armas no es un aliciente para el incremento del n¨²mero de asesinatos a mujeres por parte de admiradores de estas caracter¨ªsticas.
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