A 100 metros de la final
Parra, encerrado en la ¨²ltima recta, desperdici¨® su magn¨ªfica forma
La maldici¨®n de Roberto Parra s¨®lo le dej¨® un d¨ªa, en las series del jueves. All¨ª, pese a tener dificultades, volvi¨® a mostrar su gran forma y pas¨® a las semifinales. Pero ayer lo ech¨® todo a perder y por un error absurdo no se meti¨® en la final. Entraban ocho y ¨¦l fue 11?. Lo ten¨ªa muy complicado, pero tras encontrarse con fuerzas a 300 metros de la meta, le falt¨® decisi¨®n despu¨¦s de la curva de 200 para lanzar un ataque por fuera en toda la regla. Cuando quiso hacerlo, el surafricano Hezekiel Sepeng y el italiano Andrea Longo, los dos rivales dif¨ªciles, se hab¨ªan ido demasiado y tambi¨¦n el estadounidense Rich Kenah, que tampoco estar¨¢ ma?ana en la final. Como despu¨¦s de los dos primeros s¨®lo se repescaba a los dos mejores tiempos, ten¨ªa que esperar la loter¨ªa de que en las dos siguientes series se corriera m¨¢s despacio. En la siguiente ya se esfumaron todas las esperanzas y ya sobr¨® que la tercera y ¨²ltima fuera m¨¢s lenta.El 800 es una prueba car¨ªsima, que tiene un due?o imperial, el dan¨¦s de origen keniano Wilson Kipketer, y una serie de aspirantes a su corte, como Sepeng, Longo y la ¨²ltima joya keniana, Japhet Kimutai. Pero meterse entre los ocho mejores, aun siendo muy dif¨ªcil, no era imposible. El manchego Parra hab¨ªa hecho una demostraci¨®n de la calidad que siempre ha atesorado en las series y por fin renac¨ªan seriamente las esperanzas sobre su recuperaci¨®n. Hab¨ªan pasado m¨¢s de tres a?os desde que un est¨²pido accidente, al golpearle en una rodilla la puerta corredera de una furgoneta, le hab¨ªa descabalgado de la gloria. En febrero de 1996 gan¨® los Campeonatos de Europa de pista cubierta y cuando se esperaba una gran actuaci¨®n suya en los Juegos Ol¨ªmpicos de Atlanta, empez¨® su calvario. Nunca volvi¨® a ser el mismo, incluso decidi¨® hace m¨¢s de un a?o marcharse de Ciudad Real, dejar a su entrenador de siempre, e incorporarse a la cuadra soriana con Ferm¨ªn Cacho y Abel Ant¨®n. En su primera comparecencia en Sevilla, anteayer, pareci¨® que hab¨ªa terminado su traves¨ªa del desierto. Se trastabill¨® para intentar pasar al finland¨¦sde origen keniano Kirwan y al cubano T¨¦llez en los ¨²ltimos 40 metros, pero le ech¨® un coraje enorme para superar incluso al segundo y pasar a semifinales por puestos.
Ayer, en una carrera lanzada por el argelino Hecini, a buen tren, con un paso de 52.08 minutos en los 400 metros, fue siempre sexto, a la espera de los ¨²ltimos 300 metros. Y en cuanto pas¨® la pen¨²ltima curva empez¨® a remontar. ?l mismo dijo despu¨¦s que se hab¨ªa encontrado muy bien. Se puso quinto. Longo y Sepeng iban ya delante y tambi¨¦n el polaco Kaldowski con el argelino. Hubiese sido magistral, pero Parra dud¨® en atacar por fuera y aah¨ª empez¨® su perdici¨®n. Entr¨® en la recta final encerrado y tuvo que hacer un esfuerzo soberano para pasar al polaco, toc¨¢ndole, casi a costa de caerse o salirse por la cuerda. Lo logr¨®, pero hab¨ªa gastado demasiadas fuerzas y tiempo. Ya dio igual que le pasara Kenah (1.45.99), que s¨ª termin¨® c¨®modamente por fuera. Al no meterse por puestos entre los dos primeros, y con m¨¢s de 1.46 minutos (1.46.07), lo normal era que en las series restantes se bajara de 1.45 y quedara fuera el espa?ol de los dos ¨²nicos tiempos que se repescaban. As¨ª sucedi¨®.
Otro argelino, Yabir Said-Guerni, se la jug¨® con valent¨ªa en la segunda semifinal y le sali¨® bien. Pese al tremendo gasto de pasar en 50.90 segundos la primera vuelta, a¨²n tuvo fuerzas para ser segundo, tras el maravilloso Kipketer, que a falta de 250 metros empez¨® a volar y gan¨® con 1.44.87. En la ¨²ltima serie, la m¨¢s lenta, a Kimutai no le import¨® que lo fuera, porque era el mejor velocista y el alem¨¢n Schuman, otro resucitado, le quit¨® el puesto al suizo Bucher.
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