El sabor de Ruiz Manuel
Dos horas y cuarenta minutos estuvimos ayer domingo sentados en los tendidos despoblados de Las Ventas. Verano y mes de agosto. Calor y mucho cemento al aire sin ser ocupado por la afici¨®n y p¨²blico en general. Los cabales desperdigados y con la lupa preparada, que no se vaya ning¨²n detalle, la lidia por sus pasos y los toros ¨ªntegros. As¨ª las cosas se llegaron a devolver dos toros, y pod¨ªa haberse echado al corral alguno m¨¢s de los toros de F¨¦lix Hern¨¢ndez. Pero sali¨® el sexto y pudimos disfrutar del sabor de Ruiz Manuel, torero nacido en Almeria.Confirmaba la alternativa el torero hidroc¨¢lido Antonio Urrutia, que lo hizo con dignidad, valent¨ªa y la gallard¨ªa propia de aquellas tierras hermanas.
Hern¨¢ndez / Urrutia, Molinero, Ruiz
Toros de F¨¦lix Hern¨¢ndez (dos devueltos por inv¨¢lidos), bien presentados, flojos; 6?, noble. Sobreros: 1? de Juan Jos¨¦ Gonz¨¢lez, noble; 5? del Conde de la Maza, manso.Antonio Urrutia, que confirm¨® la alternativa: vuelta y ovaci¨®n. El Molinero: aviso y silencio; palmas. Ruiz Manuel: aviso y ovaci¨®n; vuelta. Se guard¨® un minuto de silencio en memoria de Manolete. Plaza de Las Ventas. 29 de agosto. Un cuarto de entrada.
Vayamos, no obstante, por partes. Y regresemos a los toros de F¨¦lix Hern¨¢ndez. Para decir que fue una lastima que la buena presentaci¨®n no se correspondiera con las fuerzas y la bravura que se le supone a tan buen encaste. Las peleas en el caballo fueron desiguales y sin arrrestos, y las embestidas cansinas, llegaron al ¨²ltimo tercio con pocas ganas de guerra. Salv¨® un algo el honor de la divisa el sexto. Que tore¨® Ruiz Manuel con gusto y empaque.
En su primero el torero almeriense dej¨® ver su buen corte ante el noble y blando toro. Un comienzo de trasteo templado, y unos naturales largos y sin ligar de trazo limpio. Por el derecho era otra cosa el toro, se qued¨® corto y perdi¨® el aliento.
La faena de la tarde en el sexto lleg¨® despu¨¦s de un tercio de banderillas excelente a cargo del banderillero de Ruiz Manuel que se anuncia como Curro Molina. Dos pares de banderillas de exposici¨®n, reunidos arriba con temple, los rehiletes sacados de abajo, y sentidos en su ejecuci¨®n y preparaci¨®n.
El torero natural de Almeria se encontr¨® con el sexto toro, pues, y juntos crearon una obra que fue a m¨¢s, para suerte del p¨²blico, cabales y turistas incluidos. Las primeras series con la derecha fueron algo despegadas. La tercera serie en redondo ya ser¨ªa ligada, ajustada y rematada en la cadera. Hubo una sola serie al natural, pero fue honda, tanto que el toro se rompio embistiendo y dobl¨® manos y patas en el ¨²ltimo natural. Remates pinturero y variados. Ayudados por alto profundos para cerrar faena. Una labor en definitiva de arte y comp¨¢s. Y la espada que le dej¨® sin orejas. Una l¨¢stima.
Antonio Urrutia en el toro de su confirmaci¨®n de alternativa dibuj¨® algunos naturales sueltos con despaciosidad. Y cuando el toro se par¨® se meti¨® entre los pitones y calent¨® el ambiente a base de un toreo de par¨®n por los dos pitones que le fue aplaudido. Se tir¨® a matar de manera arrojada y dio la vuelta al ruedo. En su segunda faena de muleta, abierta por muy ce?idos estatuarios, estuvo valiente sobre el pit¨®n derecho del toro, en tandas de aguante y a veces templanza, y no siempre cruzado como era menester. La espada otra vez la manej¨® con agallas, atac¨® arriba: el coraz¨®n por delante. Y toda la tarde utiliz¨® el capote de manera variopinta y alegre, no perdon¨® un quite.
El Molinero tuvo en sus manos un lote un tanto adverso. Con el que tan s¨®lo pudo estar voluntarioso, bien colocado en los cites y sobrio en su hacer. El capote lo movi¨® con suavidad y buen juego de brazos.
El primer toro de El Molinero se le par¨® en la muleta y la faena se qued¨® en poco m¨¢s que nada. El segundo que estoque¨®, del Conde de la Maza, le dej¨® hacer algo m¨¢s en el ¨²ltimo tercio, aunque tampoco demasiado. Un trasteo en definitiva aseado, en el que hubo muletazos estimables, sueltos, que no llegaron a cuajar en nada importante. El toro se neg¨® a embestir muy pronto.
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