Otro finland¨¦s, fiel a la tradici¨®n

Siempre que hay finlandeses en un concurso de jabalina nunca se puede decir hasta el ¨²ltimo tiro qui¨¦n va a ganar. Aunque no sean los favoritos son rivales muy peligrosos a batir. Y ayer se volvi¨® a cumplir, aunque el protagonista s¨ª era m¨¢s favorito que en otras ocasiones. Y no fue el ¨²ltimo tiro, sino en el quinto y pen¨²ltimo, el que le vali¨® a Aki Parviainen el t¨ªtulo mundial, con 89,52 metros. Super¨® los 89,18 que hab¨ªa lanzado el griego Kostas Gatsoudis en el primer intento demostrando ya su gran momento. El checo Jan Zelezny, el plusmarquista mundial, en recuperaci¨®n esta temporada tras una grav¨ªsima lesi¨®n en 1998, se conform¨® con la medalla de bronce. Se calent¨® con un primer lanzamiento de 83,60, que le puso moment¨¢neamente tercero y con un segundo de 87,67 se qued¨® ah¨ª. Ni quiso ni pudo hacer m¨¢s. Anul¨® los tres tiros siguientes y no lanz¨® el sexto.Parviainen ven¨ªa a Sevilla con la mejor marca mundial del a?o. En el mes de junio hab¨ªa tirado 93,09, la segunda mejor marca de todos los tiempos, tras los 98,48, r¨¦cord mundial del checo Jan Zelezny desde 1996. Nadie hab¨ªa superado la ya dif¨ªcil barrera de los 90 metros en el a?o, pero el resto de aspirantes se hab¨ªan acercado y junio quedaba ya lejos. No se pod¨ªa asegurar nada. De hecho, en la calificaci¨®n s¨®lo hab¨ªa sido s¨¦ptimo de los 12 finalistas, con 82,84. El griego Kostas Gatsioudis, en cambio, hab¨ªa confirmado su gran forma, pues tras los 89,57 que hab¨ªa lanzado en Atenas, en julio, gan¨® la reuni¨®n de Z¨²rich, el d¨ªa 11 de este mes, previa de los Mundiales, con 89,63, y aqu¨ª se impuso en la calificaci¨®n con 87,97. Parec¨ªa el m¨¢s seguro para acercarse a los 90 metros, barrera que iba a dar con seguridad las medallas y, muy posiblemente, el oro. Y as¨ª fue. Zelezny s¨®lo tuvo que apear del tercer puesto al noruego Fagernes, sorprendente con sus 86,24, porque los alemanes Hecht y Henry fueron un fiasco en lucha s¨®lo por la quinta plaza, y m¨¢s a¨²n dos ilustres, el ingl¨¦s Backley, y el ruso Makarov, que ni siquiera pas¨® a los tres tiros de mejora.

La tradici¨®n de la prueba en el pa¨ªs n¨®rdico ha dado a los finlandeses un esp¨ªritu especial para competir a¨²n con m¨¢s fuerza. La historia de las grandes citas del atletismo no s¨®lo est¨¢ plagada de ¨¦xitos de sus m¨¢ximas estrellas en la modalidad, sino por otros que no lo eran o que ni siquiera estaban entre los favoritos. Pero con ese aura especial que dan largos a?os de vivir profundamente algo, supieron ser los mejores en el sitio oportuno y en el momento oportuno, algo que ha servido, sirve y servir¨¢ tantas veces en el deporte.