Ni Betis ni Deportivo se atreven a ganar

Una derrota y un empate. Un punto en dos partidos. Pobre bagaje para las ilusiones que despert¨® el nuevo Betis de Carlos Timoteo Griguol con sus ¨¦xitos en la pretemporada. Pese a este gris balance, al t¨¦cnico argentino hay que agradecerle el que haya insuflado nuevos br¨ªos a un equipo que, b¨¢sicamente, es el mismo que aqu¨¦l que la pasada temporada deambulaba por el c¨¦sped y termin¨® por aburrir hasta al b¨¦tico m¨¢s incondicional.Nuevos aires que se vieron desde el inicio, cuando el Betis sali¨® como si se le fuera la vida en ellos. Anul¨® el centro del campo deportivista y oblig¨® a V¨ªctor y a Mauro Silva a emplearse a fondo para frenar las cont¨ªnuas acometidas de Oli y Benjam¨ªn a la puerta de Songo"o.

No tard¨® el Deportivo en serenarse. Y en cuanto recuper¨® posiciones y templ¨® el ¨¢nimo fue Prats quien empez¨® a pasar por dificultades. En cuanto Pauleta y Makaay, cuya productiva asociaci¨®n en el partido de debut en Riazor ante el Alav¨¦s coloc¨® a su equipo como l¨ªder de la tabla, entraron en faena la cosa cambi¨®. El primer aviso lleg¨® en el minuto cinco, cuando Makaay estrell¨® un trallazo en el larguero.

Sin tiempo para recuperar el aliento, un error del eje de la zaga, donde debutaba el ex recreativista Bornes, permiti¨® a Pauleta disparar a placer. La serenidad de Prats, curtido en estos lances durante la pasada temporada, evit¨® el disgusto.

Mientras el Deportivo empleaba con desparpajo sus armas en ataque, el Betis se afanaba por dar sentido a su juego. La ausencia de Alexis, cerebro del equipo, y la suplencia en su puesto del eslovaco Karhan, no daba los resultados esperados. Griguol, reorganiz¨® a sus hombres. Karhan retras¨® su posici¨®n y dej¨® a Filipescu las tareas organizativas junto a un Ca?as al que le pes¨® demasiado la ausencia del veterano Alexis. Comprobar que Karhan pod¨ªa ser el sustituto del canario en el doble pivote era la inc¨®gnita a despejar por Griguol en este partido. Seg¨²n lo visto, el argentino deber¨¢ seguir probando.

Con el rumano repartiendo balones, el Betis gan¨® en verticalidad. Finidi y Denilson regresaron a su h¨¢bitat natural y evitaron con ello difuminarse, como en tantas ocasiones, por el esfuerzo a?adido de tener que recorrer con el bal¨®n metros y metros, algo que no va con ellos. Oli y Benjam¨ªn tambi¨¦n salieron ganando. Pero fue Denilson quien sorprendi¨® a propios y extra?os con su determinaci¨®n, cualidad ¨¦sta casi desconocida en el brasile?o, a la hora de encarar a Songo"o.

En el minuto 18, Denilson aprovech¨® una magn¨ªfica asistencia de Otero para engatillar un potente disparo que se perdi¨® por encima de la porter¨ªa. Pero el Deportivo no era un convidado de piedra en la fiesta inaugural del Betis en su campo.

El portugu¨¦s Pauleta, muy criticado por su gusto por las florituras innecesarias, enerv¨® a los debutantes defensas Rivas y Bornes y gan¨® la pelea al experimentado Filipescu. Se col¨® por donde quiso y puso de nuevo a prueba la solvencia de Prats, que despej¨® como pudo. Con tan poco acierto que el bal¨®n cay¨® a los pies de Djalminha, aunque el brasile?o no supo resolver.l fulgurante contragolpe comandado por Finidi levant¨® a los aficionados b¨¦ticos de sus asientos. El nigeriano coloc¨® medio gol en la zurda de Denilson que, con sangre fr¨ªa y buen criterio, trat¨® de sorprender a Songo"o con un potente tiro cruzado desde el v¨¦rtice derecho del ¨¢rea. La espectacular estirada del meta deportivista abort¨® el final feliz, pero el p¨²blico se rompi¨® las manos aplaudiendo el coraje de su ¨ªdolo.

El empuje de ambos equipos acab¨® pasandoles factura. El juego acab¨® acot¨¢ndose al centro del campo y la fuerza de unos y otros all¨ª se desvanecieron. Tras el descanso el partido discurri¨® por los mismos derroteros que sigui¨® en las postrimerias del primer tiempo. E incluso fue a peor. Se dej¨® de darle al bal¨®n el trato m¨¢s o menos exquisito y se pas¨® al recurrente pelotazo. Javier Irureta retir¨® a Jokanovic y refresc¨® el centro del campo de su equipo con Concien?ao y Manel en un intento de recuperar el control perdido. Griguol retir¨® a Oli y reforz¨® con G¨¢lvez la delantera en busca de un gol que brindar a su afici¨®n. Un gol que estuvo en los pies de Finidi en el penalti que le par¨® e Songo"o y que sirvi¨® para cerrar una jornada gris para el Betis.