La venganza de la rana
Durante la escritura de Eyes wide shut, Stanley Kubrick envi¨® a Frederic Raphael las fotograf¨ªas de los desnudos de Helmut Newton, pinturas y dibujos de Egon Schiele y Gustav Klimt y un v¨ªdeo con El Dec¨¢logo de Kieslowski, un cineasta que apasionaba al director. Eran peque?as muestras de lo que el cineasta quer¨ªa, de alguna manera no expl¨ªcita, incluir en su pel¨ªcula. "No quiero que hagas nada con ello, s¨®lo que lo veas", le dec¨ªa Kubrick. En su diario, Raphael escribe: "Empiezo a sospechar que Kubrick es un director de cine que, casualmente, es un genio, y no un genio que, casualmente, dirige pel¨ªculas... Me ha elegido como servicio de catering, pero, sin duda, seguir¨¢ siendo su fiesta".Raphael se?ala que Kubrick no quer¨ªa explicar, s¨®lo mostrar, que le interesaba la atm¨®fera er¨®tica y la sexualidad del amor conyugal porque le parec¨ªa que en el cine se ve¨ªan muchas escenas de sexo en el ascensor, pero ninguna del sexo cotidiano, que siempre pens¨® en un matrimonio real para interpretar a los protagonistas (antes de Tom Cruise y Nicole Kidman pens¨® en Alec Baldwin y Kim Basinger) y que coquet¨® con el rostro de "un gentil" como Harrison Ford para el marido.
Fue en el terreno de los sue?os donde el guionista (que compara la relaci¨®n guionista-director con la f¨¢bula del escorpi¨®n y la rana; el escritor es, por supuesto, la rana inevitablemente traicionada) insisti¨® al director en que no los visualizara: "Lo interesante de un sue?o es c¨®mo se cuenta. Las im¨¢genes de un sue?o siempre ser¨¢n falsas, la fantas¨ªa, si se convierte en imagen, deja de tener valor porque lo importante es la idea de una fantas¨ªa, no su cara. De alguna manera, el cine es un medio pobre para reflejar pensamientos; es bueno creando deseos, pero tiene dificultades con las ideas".
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.