Un genio de ocho a?os
Un ni?o, David Howell, vence a un gran maestro de ajedrez
Es un r¨¦cord mundial: un ni?o de 8 a?os no hab¨ªa vencido nunca a un gran maestro. El brit¨¢nico David Howell se impuso el domingo a John Nunn, de 44, ganador de varias medallas con la selecci¨®n inglesa desde 1984. Ocurri¨® en uno de los torneos de la Olimpiada de Deportes Mentales, que ha reunido a m¨¢s de 4.000 participantes de 64 pa¨ªses en Londres. El list¨®n de los genios precoces est¨¢ cada vez m¨¢s alto.No fue una casualidad. Howell,que aprendi¨® a jugar a los 5 a?os, es el actual campe¨®n brit¨¢nico sub-9 y sub-10, y derrot¨® este verano a Harriet Hunt, la mejor ajedrecista del Reino Unido. Nunn, que adem¨¢s es doctor en Matem¨¢ticas, campe¨®n del mundo de soluci¨®n de problemas de ajedrez y autor de varios libros, jug¨® muy en serio porque necesitaba ganar a Howell para luchar con otros grandes maestros por los premios en met¨¢lico. La v¨ªctima no recurri¨® a las excusas habituales en estos casos: "Howell es muy bueno. Su nivel ya es comparable al de muchos juveniles brit¨¢nicos de 18 a?os. Todav¨ªa hay que esperar para ver c¨®mo evoluciona, pero est¨¢ entre nuestras grandes promesas", explic¨® Nunn a EL PA?S una hora despu¨¦s de su derrota.
Mientras tanto, Howell segu¨ªa enfrascado en el torneo, disputado en la espectacular modalidad de partidas r¨¢pidas, con cinco minutos por bando y diez segundos adicionales tras cada movimiento, bajo la atenta mirada de su madre. En las dos partidas que sigui¨® este diario, el peque?o David mostr¨® virtudes muy poco frecuentes en ajedrecistas de su edad: buen concepto del juego posicional y comprensi¨®n intuitiva de los finales (posiciones con pocas piezas). Controlaba bastante bien el tiempo, aunque a veces se le notaba algo nervioso. Su pr¨®xima cita importante ser¨¢ el Mundial sub-10 a finales de octubre en Oropesa (Castell¨®n), donde tambi¨¦n se concentrar¨¢n los mejores talentos de los cinco continentes en las categor¨ªas sub-12, sub-14, sub-16 y sub-18. Uno de los favoritos en el grupo masculino de sub-18 es el espa?ol Paco Vallejo, que ya ha ganado varias medallas en edades inferiores, pero nunca la de oro.
Detr¨¢s de cada ¨¦xito de Howell,Vallejo y otros prodigios occidentales - el franc¨¦s Etienne Bacrot, de 16 a?os, ya se codea con la ¨¦lite- est¨¢ la esperanza de que surjan fen¨®menos rompedores de la hegemon¨ªa de los pa¨ªses ex sovi¨¦ticos. En Rusia, Armenia, Georgia, Azerbaiy¨¢n, India y Cuba (por citar s¨®lo los ejemplos m¨¢s conocidos), los ajedrecistas superdotados se captan desde la ni?ez. En algunos casos dejan de ir al colegio y se les asignan profesores particulares, adem¨¢s de un entrenador con sesiones diarias. Por el contrario, en Cuba se mezclan con otros deportistas de ¨¦xito precoz en centros especiales y siguen as¨ª hasta llegar a la universidad, siempre que los resultados en competiciones sean proporcionalmente exitosos.
Por fortuna, la tendencia mayoritaria es buscar el desarrollo integral del ni?o, de modo que el ajedrez sea el catalizador de su formaci¨®n como ser humano. Cada vez se ven menos chicos y chicas cuya ¨²nica habilidad es jugar bien al ajedrez, que son abroncados por sus entrenadores cuando pierden y cuyos padres suelen ser inaguantables. Otro problema distinto es que los ni?os con un cociente de inteligencia desmedidamente alto -se ven muchos en los torneos infantiles- no se sientan a gusto con los compa?eros de su edad.
El ¨¦xito de Howell estuvo a punto de pasar desapercibido porque aconteci¨® en uno de los muchos torneos de ajedrez incluidos en la tercera edici¨®n de la Olimpiada de Deportes Mentales. Sus promotores pretenden que alg¨²n d¨ªa sea equivalente en fama y cobertura a los Juegos Ol¨ªmpicos. En los salones de algunas competiciones (inteligencia, memoria, lectura r¨¢pida, go, ajedrez chino, etc.), la densidad de cerebros privilegiados llegaba a ser de uno por metro cuadrado.
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