La empresa que gestiona los relojes p¨²blicos rechaza la oferta de Greenwich de un marcador del milenio en Sol

El reloj del milenio que ofrec¨ªa el observatorio de Greenwich para las calles de Madrid ha ca¨ªdo definitivamente en desgracia. Planigrama, la empresa que se encarga desde hace 21 a?os del servicio oficial de hora y temperatura en la v¨ªa p¨²blica madrile?a, ha desechado la oferta del instituto brit¨¢nico por entender que era cara ("cerca de 600.000 pesetas por marcador") e inadecuada para la capital de Espa?a. "Los ingleses van a entrar en el nuevo milenio una hora m¨¢s tarde que nosotros", record¨® ayer el director t¨¦cnico de Planigrama, Luis S¨¢nchez Olabarr¨ªa. "En consecuencia", agreg¨®, "aceptar los marcadores de Greenwich podr¨ªa convertirse en el hazmerre¨ªr de toda la Pen¨ªnsula". S¨¢nchez Olabarr¨ªa admiti¨® que el observatorio que da nombre al meridiano cero "es un referente hist¨®rico" para la cronometr¨ªa. "Sin embargo, Greenwich no nos marca la hora. El encargado de la custodia de la hora oficial espa?ola es el observatorio naval de San Fernando, en C¨¢diz. No necesitamos esos relojes ingleses para nada", argument¨®.A trav¨¦s de una empresa intermediaria, Greenwich hab¨ªa ofrecido relojes que se?alaran la cuenta atr¨¢s hasta el 1 de enero del 2000. Su intenci¨®n era que los contadores empezaran a funcionar a partir del pr¨®ximo 22 de septiembre, cuando falten cien d¨ªas para el cambio de unidad de millar. El logotipo dise?ado para la ocasi¨®n representaba el a?o 2000 con el s¨ªmbolo de grados, minutos y segundos en cada cero y el lema El milenio ya est¨¢ aqu¨ª.

El director t¨¦cnico de Planigrama asegur¨® estar en disposici¨®n de ofrecer "inmediatamente" relojes de cuenta atr¨¢s al Ayuntamiento de Madrid, si ¨¦ste se muestra interesado en conmemorar el cambio de siglo con alguna "instalaci¨®n singular". S¨¢nchez Olabarr¨ªa se confes¨® partidario de un reloj "que marque la cuenta atr¨¢s no s¨®lo en d¨ªas, sino tambi¨¦n en horas, minutos y segundos, como se hace con los lanzamientos espaciales, porque los ¨²ltimos momentos pueden ser de una emoci¨®n apote¨®sica". La ubicaci¨®n ideal ser¨ªa -y en eso s¨ª coincide con los brit¨¢nicos- la Puerta del Sol, "en el edificio de Presidencia o justo enfrente".