M¨¢s de 60 muertos al estrellarse un avi¨®n tras salirse de la pista en una zona c¨¦ntrica de Buenos Aires

La peor tragedia de la historia de la aviaci¨®n civil argentina se produjo el martes por la noche en Buenos Aires, en el c¨¦ntrico aeropuerto Jorge Newbery, dedicado a vuelos dom¨¦sticos. Un avi¨®n con 103 personas a bordo no consigui¨® levantar vuelo en la operaci¨®n de despegue, se sali¨® de la pista, rompi¨® las rejas del aer¨®dromo e inici¨® un recorrido infernal hasta empotrarse envuelto en llamas en un recinto deportivo. Veinticuatro horas despu¨¦s del accidente, los equipos de rescate hab¨ªan recuperado al menos 63 cad¨¢veres calcinados, mientras 40 personas hab¨ªan resultado heridas.

El aeropuerto, m¨¢s conocido como Aeroparque, permanece cerrado hasta nueva orden y todos los vuelos de la compa?¨ªa a la que pertenec¨ªa la nave siniestrada fueron cancelados. Los investigadores del siniestro confirmaron que entre los heridos, algunos de los cuales presentaban amputaciones y graves quemaduras, figuran tambi¨¦n automovilistas que circulaban por la zona donde se estrell¨® el aparato.Faltaban seis minutos para las nueve de la noche (las dos de la madrugada de ayer, hora peninsular espa?ola) cuando un Boeing 737-200 de la compa?¨ªa L¨ªneas A¨¦reas Privadas Argentinas (LAPA), de 29 a?os de antig¨¹edad y con m¨¢s de 67.000 horas de vuelo, emprendi¨® una veloz carrera por la pista de despegue. El destino era la ciudad de C¨®rdoba, a 740 kil¨®metros al noroeste de Buenos Aires.

Seg¨²n indicaron portavoces del aeropuerto y testigos del siniestros, el piloto intent¨® levantar la nave y, al llegar casi al final de la pista, estall¨® una de las turbinas del aparato. Era demasiado tarde para frenar y las llamas empezaban a devorar el avi¨®n. Fuera de control, sali¨® del recinto, atraves¨® la avenida Costanera, donde arroll¨® a varios veh¨ªculos, pas¨® a escasos metros de una gasolinera y acab¨® su recorrido en un campo de golf junto al r¨ªo de la Plata.

El avi¨®n era ya una inmensa bola de fuego. Una densa humareda de gran altura era visible desde una amplia zona de la ciudad mientras numerosos veh¨ªculos de bomberos y de la polic¨ªa y ambulancias se dirig¨ªan al lugar. La polic¨ªa cort¨® el tr¨¢fico en una de las principales arterias de salida de Buenos Aires. Algunos pasajeros y tripulantes pudieron escapar y salvar la vida, pero otros muchos quedaron atrapados por el fuego. "Vi las llamas avanzando hacia donde me encontraba. Corr¨ª por el pasillo hacia atr¨¢s. Todo pas¨® en segundos. Por fortuna alguien, creo que una azafata, pudo abrir la puerta posterior. Me tir¨¦ por el tobog¨¢n y pude salir al exterior. Me di vuelta y vi el avi¨®n en llamas. No pod¨ªa creerlo, yo ven¨ªa de all¨ª", cont¨® un m¨¦dico cordob¨¦s que viajaba en la aeronave. En los hospitales de Buenos Aires fueron atendidos de sus heridas 23 supervivientes de la cat¨¢strofe.

Entre las v¨ªctimas hay un ciudadano de origen espa?ol. Daniel Serrano Mancebo, de 64 a?os, nacido en la ciudad argentina de C¨®rdoba e hijo de emigrante que se nacionaliz¨® espa?ol en abril pasado. Era el propietario de la Industria Av¨ªcola Cordobesa (Invacor, SA). Fue rescatado herido de los restos del avi¨®n y falleci¨® despu¨¦s en un centro sanitario de la capital argentina.

El piloto, Gustavo Weigel, figur¨® en un primer momento entre los desaparecidos. En un principio se dijo que hab¨ªa fallecido, posteriormente se difundi¨® la noticia de que estaba vivo. Pero una responsable municipal de Buenos Aires confirm¨® anoche que tanto el piloto, como su copiloto, Luis Echeverri, hab¨ªan muerto en el accidente.

La cat¨¢strofe pudo haber sido m¨¢s grave por el lugar donde se produjo. A aquella hora de la noche, la avenida Costanera se encontraba repleta de veh¨ªculos que viajaban hacia el norte de la capital. El azar quiso que un sem¨¢foro en rojo impidiera que el avi¨®n desbocado arrasara a un mayor n¨²mero de autom¨®viles. Si el avi¨®n se hubiera desplazado un poco m¨¢s a la derecha, habr¨ªa chocado contra los tanques de combustible de una estaci¨®n de servicio pr¨®xima.

Despu¨¦s del accidente las cr¨ªticas empezaron a llover sobre LAPA, una compa?¨ªa que ha experimentado un crecimiento espectacular y que controla un alto porcentaje de los vuelos dom¨¦sticos del mercado argentino. Aparentemente, el Boeing 737 hab¨ªa sido reparado la misma tarde en C¨®rdoba por problemas en la misma turbina. Una revisi¨®n de dicha pieza en el Aeroparque Jorge Newbery motiv¨® el retraso de su partida.

Llama la atenci¨®n el silencio de la compa?¨ªa, que rehus¨® dar explicaciones sobre las causas del accidente y tard¨® horas en facilitar la lista de pasajeros. El juez federal Gustavo Literas, que instruye el sumario por el accidente, ya tiene en su poder la caja negra del aparato.