Diego Vel¨¢zquez y el clavo de la discordia

Los t¨¦cnicos de la Consejer¨ªa de Educaci¨®n y los del Ministerio de Cultura mantienen un enfrentamiento sobre los clavos con que se remach¨® el ata¨²d de Diego Vel¨¢zquez. En la comisi¨®n que ambos equipos forman para determinar si la momia encontrada en el convento de San Pl¨¢cido es la del pintor de la corte de Felipe IV, este asunto vuelve a la mesa una y otra vez. Los t¨¦cnicos de la Comunidad descartan que el cuerpo momificado hallado bajo un altar del cenobio sea el de Vel¨¢zquez. Y aportan para el debate dos argumentos: no se han encontrado documentos que demuestren que los restos del pintor fueran trasladados de la iglesia de San Juan -donde se le enterr¨®, en 1660- a San Pl¨¢cido, y, el fundamental, los clavos del ata¨²d hallado no est¨¢n oxidados. Este ¨²ltimo detalle, seg¨²n la Comunidad, es fundamental para rechazar que la persona inhumada en San Pl¨¢cido sea Diego Vel¨¢zquez. Seg¨²n esta hip¨®tesis, si el artista recibi¨® sepultura en una b¨®veda de San Juan, tal y como se?alan los documentos de la ¨¦poca, todos los elementos met¨¢licos del ata¨²d deber¨ªan estar corro¨ªdos por el ¨®xido. Ofrecen como prueba que todos los metales hallados en las actuales excavaciones arqueol¨®gicas de la plaza de Ramales -en 1808 la iglesia de San Juan fue derribada para crear la plaza- est¨¢n oxidados, las maderas aparecen podridas y no queda ni un solo rastro de materiales textiles. La humedad de esta parte del subsuelo madrile?o -existen viajes de agua, viejas ca?er¨ªas y manantiales naturales- ha carcomido los restos. "Por lo tanto", manifiestan fuentes de la Consejer¨ªa de Educaci¨®n, "es imposible que el cuerpo de San Pl¨¢cido sea el de Vel¨¢zquez. Si fue trasladado en 1809 de San Juan al convento, tras el derribo de la iglesia, los clavos del ata¨²d estar¨ªan completamente oxidados", despu¨¦s de 150 a?os en estas condiciones.

Su teor¨ªa se basa en que, adem¨¢s, no existe ning¨²n documento que demuestre que el cuerpo fuera trasladado. Por tanto, seg¨²n la Comunidad de Madrid, si los restos de Vel¨¢zquez est¨¢n en alguna parte es en Ramales.

El Ministerio de Cultura defiende otra tesis. Sus t¨¦cnicos, que durante semanas no han sabido qu¨¦ responder a esta teor¨ªa, han dado con una respuesta. Su razonamiento es el siguiente: Diego de Silva y Vel¨¢zquez, amigo del notable Gaspar de Fuensalida, grefier real, fue enterrado en la cripta que la familia de este ¨²ltimo pose¨ªa en la iglesia de San Juan, parroquia real. Pero en 1664 muri¨® Fuensalida y un a?o despu¨¦s es posible que sus restos fueran trasladados al monasterio de San Antonio, en el municipio de La Cabrera, donde se hab¨ªa construido un nuevo pante¨®n familiar.

Seg¨²n Jos¨¦ Sancho Roda, del Ministerio de Cultura, "Fuensalida pudo salir as¨ª de la iglesia de San Juan. Lo l¨®gico es que este traslado no afectase a Vel¨¢zquez, ya que no era miembro de la familia, a pesar de estar enterrado en el mismo pante¨®n". ?C¨®mo lleg¨® entonces Vel¨¢zquez, seg¨²n el ministerio, a San Placido? Cultura encontr¨® la respuesta en un supuesto documento in¨¦dito de la familia Fuensalida del Archivo de Protocolos. Este legajo hace referencia a que el padre de Gaspar de Fuensalida levant¨® en 1644 una hipoteca de 3.000 ducados sobre el convento de San Pl¨¢cido. De tal manera que la familia tendr¨ªa derechos a efectuar enterramientos en el cenobio. "As¨ª", en opini¨®n de los historiadores del ministerio, "el cuerpo de Vel¨¢zquez sali¨® de San Juan y pudo ser enterrado en San Pl¨¢cido, donde no hab¨ªa tanta humedad. Por eso los clavos del ata¨²d no est¨¢n oxidados". Seg¨²n Sancho Roda, de este traslado no queda constancia documental porque en aquellos a?os la Corte se encontraba revuelta con los problemas de sucesi¨®n de FelipeIV, y a nadie le interes¨® el cambio de ubicaci¨®n del cuerpo de un pintor.

La Comunidad rechaza esta teor¨ªa. "En primer lugar, no es cierto que hayan descubierto nada nuevo. Esos documentos ya fueron publicados por el marqu¨¦s de Lozoya en 1947 y en 1960. Adem¨¢s, que el padre de Fuensalida haya levantado la hipoteca de San Pl¨¢cido no significa que un amigo de su hijo pudiera ser enterrado all¨ª. El ministerio sigue sin respuesta a c¨®mo se oxidaron los clavos. Porque, aun dando como buena su hip¨®tesis, si el ata¨²d estuvo cinco a?os enterrado en San Juan, los clavos se habr¨ªan oxidado. Obvio".