Tres administraciones a la gre?a

La b¨²squeda de los restos de Diego de Silva y Vel¨¢zquez ha cumplido ya dos a?os. Las pesquisas para determinar d¨®nde se hallan los restos del artista comenzaron en 1997, cuando el Ayuntamiento anunci¨® que proyectaba levantar un aparcamiento subterr¨¢neo en la plaza de Ramales. En ese momento las alarmas arqueol¨®gicas de la Direcci¨®n General de Patrimonio se activaron: Ramales se encuentra dentro del recinto hist¨®rico de la ciudad y bajo su pavimento se hallan los restos de la iglesia de San Juan, donde el pintor fue enterrado en 1660.

La Comunidad le pidi¨® entonces al Ayuntamiento que pagase los trabajos arqueol¨®gicos antes de darle el permiso para construir el aparcamiento. El Consistorio se neg¨® y respondi¨® que era la Comunidad quien deb¨ªa financiarlas. Patrimonio acept¨®, pero retras¨® los trabajos m¨¢s de un a?o, ya que ten¨ªa otras prospecciones arqueol¨®gicas m¨¢s urgentes en la regi¨®n.

En mayo pasado, centenario del nacimiento del pintor (1599-1660), la Consejer¨ªa de Educaci¨®n decidi¨® por fin abrir el subsuelo. Como ning¨²n documento demostraba que el pintor hubiera sido trasladado, las posibilidades de encontrar sus huesos bajo Ramales, en el A?o Vel¨¢zquez, eran muchas.

Luego entr¨® en liza el Ministerio de Cultura, que destap¨® que estaba haciendo sus propias investigaciones. Sus t¨¦cnicos hab¨ªan hallado un cad¨¢ver momificado -vestido de caballero de Santiago, tal y como Vel¨¢zquez fue enterrado- en el convento de San Pl¨¢cido. Y en esa discrepancia sobre el paradero del pintor seguimos.