El Parlamento Europeo reta a Prodi
La C¨¢mara aprovecha la investidura de la Comisi¨®n para intentar arrancarle m¨¢s poderes
. ENVIADO ESPECIAL Sigue la fronda. El nuevo Parlamento Europeo hereda de su antecesor la pasi¨®n vindicativa, con objeto de obtener m¨¢s poder, a costa del Ejecutivo comunitario. As¨ª lo evidencian las audiencias parlamentarias de los aspirantes a formar parte de la Comisi¨®n encabezada por Romano Prodi. Estos ex¨¢menes de tres horas, iniciados esta semana y que culminan el martes, aunque previstos como requisito t¨¦cnico-pol¨ªtico previo a su investidura, se est¨¢n convirtiendo en un pulso interinstitucional y en un agreste campo de batalla entre la izquierda y la derecha de la c¨¢mara. Los enfebrecidos democristianos alemanes y los euroesc¨¦pticos conservadores brit¨¢nicos llevan la voz cantante.
Mientras la Comisi¨®n de Bruselas no sea un verdadero Gobierno y la C¨¢mara de Estrasburgo un verdadero Parlamento, la guerrilla entre ambas instituciones europeas -aqu¨¦lla a la defensiva, ¨¦sta al ataque-, se ha convertido en cr¨®nica.
Esa es la gran conclusi¨®n de la primera semana de audiencias, en la que los eurodiputados han examinado a 16 comisarios designados. Aunque faltan tres, el brit¨¢nico Neil Kinnock, el franc¨¦s Michel Barnier y el holand¨¦s Frits Bolkenstein, ya se sabe que el pr¨¢cticamente seguro aprobado al colegio Prodi depende m¨¢s de las concesiones competenciales que el professore bolo?¨¦s est¨¦ dispuesto a dejarse arrancar que de la calidad demostrada por sus pupilos.
Casi todos los parlamentarios se estrenaron en junio asegurando su voluntad constructiva, quiz¨¢ autocr¨ªticos porque su linchamiento a la d¨¦bil Comisi¨®n de Jacques Santer se tradujo en un abstencionismo electoral que tambi¨¦n desacredit¨® a la C¨¢mara.
Excepciones
Hubo dos excepciones, ambas en el seno del PPE. Los dem¨®crata-cristianos alemanes, irritados por el sectarismo del canciller socialdem¨®crata Gerhard Schr?der, quien les neg¨® un puesto en el colegio de Prodi; y los conservadores brit¨¢nicos, dispuestos a boicotear cualquier avance en la construcci¨®n europea, para lo que escogieron como diana obstruccionista a los cuatro comisarios repetidores, supuestamente contaminados de santerismo, el vicepresidente Kinnock, el finland¨¦s Erkki Liikanen (Empresa), el austr¨ªaco Franz Fischler (Agricultura) y el italiano Mario Monti (Competencia). Al iniciarse el lunes las audiencias-ex¨¢menes, la presidenta de la C¨¢mara, Nicole Fontaine, asegur¨® que no habr¨ªa "caza de brujas" y que s¨®lo se juzgar¨ªa "la integridad personal, la competencia y la voluntad de cooperar con el Parlamento" de los aspirantes.
Apenas nada de esto se ha cumplido. Ha habido tiro al pich¨®n. Y no tanto por las reservas cosechadas por la conservadora espa?ola Loyola de Palacio (vicepresidenta, Energ¨ªa y Transporte), a quien una considerable minor¨ªa no perdon¨® los abusos de funcionarios de su antiguo ministerio con las subvenciones europeas al cultivo del lino espa?ol, por lo que, pese a ser aprobada, se puso en duda su "capacidad para asegurar un correcto control de la gesti¨®n de fondos p¨²blicos". Tampoco por la l¨®gica reprimenda al antiguo amo del Presupuesto, el socialista Liikanen -uno de los peor librados en el informe del pol¨¦mico Grupo de Sabios que acab¨® con el equipo de Santer-, a quienes se le dedicaron "graves reservas" por su deficiente actuaci¨®n anterior. Estaba escrito que en ambos casos, de ideolog¨ªas opuestas, habr¨ªa problemas con alguna base.
El tiro se produjo, oh sorpresa, en la cabeza del socialista belga Phillippe Busquin (Investigaci¨®n), quien torpemente atrajo la ira de los diputados flamencos al referirse al "problema" del neerland¨¦s, idioma que desconoce en un pa¨ªs tan enzarzado en la pol¨¦mica de un biling¨¹ismo mal digerido. El PPE se apunt¨® al descabello, imputando todos los males de la corrupci¨®n belga a un tipo bonach¨®n que se hab¨ªa alzado con la direcci¨®n de su partido ?tres a?os despu¨¦s? de los esc¨¢ndalos Agusta-Dassault que acabaron con la carrera del entonces secretario de la OTAN, el socialista... flamenco Willy Claes, y que ha protagonizado la operaci¨®n limpieza de su fraudulento partido.
Para disimular el linchamiento o para aumentar la confusi¨®n, sus se?or¨ªas -sobre todo las alemanas y brit¨¢nicas ultramontanas- empezaron entonces a repartir reparos, aunque fueran min¨²sculos. Al futuro responsable de Asuntos Econ¨®micos y Monetarios, el socialista espa?ol Pedro Solbes, uno de los tres que fueron menos criticados y demostraron m¨¢s solidez en su comparecencia, junto con el conservador brit¨¢nico Chris Patten (Relaciones Exteriores) y el socialdem¨®crata alem¨¢n G¨¹nter Verheugen (Ampliaci¨®n), se le atribuy¨® "vaguedad" en su compromiso de cooperar con el hemiciclo.
Lo sorprendente de estas escaramuzas es que en muchos casos nada tuvo que ver el clima pl¨¢cido del examen oral abierto con la agria y pol¨¦mica reuni¨®n a puerta cerrada desarrollada posteriormente para calificar por escrito. As¨ª ocurri¨® con el socialista Pascal Lamy, el sabueso de Jacques Delors (Comercio), que convenci¨® en p¨²blico, pero a quien se le regate¨® el ¨¦xito en sesi¨®n restringida. O con la menos segura, pero correcta comisaria verde Michaele Schreyer (Presupuestos), a quien finalmente se le perdon¨® la vida: "Habr¨¢ que darle una oportunidad de demostrar sus capacidades", concedi¨® el jefe de los parlamentarios populares, el alem¨¢n Hans Gert P?ttering. Curiosamente, la democracia cristiana alemana repleg¨® velas y no apuntill¨® a los comisarios de su pa¨ªs, cuyo color pol¨ªtico constitu¨ªa el motivo de su discordia y rebeli¨®n.
?Qu¨¦ estaba ocurriendo? Que P?ttering retaba a Prodi. Que la derecha parlamentaria -con la excepci¨®n de varias delegaciones, entre ellas la espa?ola, la francesa y la italiana- utilizaba torticeramente un mecanismo ideado para controlar al pr¨®ximo Ejecutivo, abusando de ¨¦l con el designio de conseguir otro objetivo, si se quiere leg¨ªtimo, pero distinto, el aumento de los poderes de la C¨¢mara. Y sin mostrar escr¨²pulos, esto es, absteni¨¦ndose a veces en el circuito abierto y escribiendo maldades en el cerrado.
A diferencia de lo que sucede en el Senado de los EEUU, el Parlamento Europeo no puede rechazar a un candidato, aunque lo repruebe. S¨®lo puede aplaudir o regatear la investidura de la Comisi¨®n como equipo, lo que le corresponde hacer el pr¨®ximo d¨ªa 15.
Pues bien. Una vez los conservadores alemanes y brit¨¢nicos comprobaron que no pod¨ªan cargarse a ning¨²n aspirante pues no lograban imponerse a socialistas y populares moderados, cambiaron de trayectoria sobre la marcha de las audiencias. P?ttering amenaz¨® a Prodi con someterle a una doble investidura en enero, algo jur¨ªdicamente posible pero descartado por los jefes de Gobierno en el Consejo Europeo, porque resultar¨ªa penoso y muy duro para la dignidad de la nueva Comisi¨®n, que en ese caso atravesar¨ªa este cuatrimestre en r¨¦gimen de prueba. El professore amenaz¨® con dimitir.
Y entre mi¨¦rcoles y jueves se mercade¨® la pu?alada de la doble investidura y el posible suspenso de algunos aspirantes a cambio de que algunas reivindicaciones conservadoras -unas irrelevantes, otras decisivas- sean estudiadas con cari?o por el presidente de la Comisi¨®n: "?ste es un camino que nosotros estamos m¨¢s que dispuestos a explorar", declar¨® Romano Prodi.
Aznar pide el aprobado
El presidente del Gobierno espa?ol, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, afirm¨® ayer que el Parlamento Europeo "debe emitir un informe favorable y sin ning¨²n tipo de dudas" sobre la Comisi¨®n, informa Miguel Gonz¨¢lez desde Cernobbio (norte de Italia). Al mismo tiempo, Aznar advirti¨® sobre el riesgo de que la Euroc¨¢mara pueda ser "utilizada por alguno" para que aquello que no consigue en sus parlamentos nacionales "lo intente conseguir en el Parlamento Europeo". En Cernobbio, donde participa en el foro internacional de debate Ambrosetti, Aznar dijo haber visto "indicios" durante esta ¨²ltima semana de que hay "intentos" de practicar esta maniobra en alusi¨®n a P?ttering, "bien a costa de crear dificultades innecesarias e injustificadas a la Comisi¨®n, o bien a costa de obstaculizar el proceso de integraci¨®n europea".
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