Noche de l¨¢grimas y plegarias en Dili
Las matanzas y las evacuaciones de observadores internacionales siembran la desesperanza en la isla.
ENVIADO ESPECIALAyer fue evacuado un primer contingente de funcionarios de Naciones Unidas para Australia y, por la ma?ana, la misi¨®n de Naciones Unidas para Timor (UNAMET), afirmaba que no ten¨ªa intenci¨®n de salir de Dili. M¨¢s tarde, Ian Martin, coordinador de UNAMET, dej¨® la duda en el aire: si la violencia continuaba pod¨ªa haber una retirada total de Naciones Unidas. Las l¨¢grimas de los que part¨ªan ayer, con una mezcla de rabia e impotencia estampados en la cara, se un¨ªan a las de los timorenses que en cada segundo entregan la vida a Dios. La noche se pasa con el murmullo de las personas que rezan y lloran silenciosamente. El barullo de la desesperanza es infernal. En la sede de UNAMET contin¨²an refugiadas 2.000 personas y se vive en un infierno m¨ªnimamente organziado, con el lloro de los ni?os de fondo.
Las l¨¢grimas en Timor Oriental son como las incertidumbres: muchas. Ayer, el ruido del lloro de los ni?os se volv¨ªa insoportable a medida que avanzaban las incertidumbres en torno a la continuidad de la misi¨®n de UNAMET. La misi¨®n de Naciones Unidas "no pretende abandonar" el territorio "bajo ninguna circunstancia", revelaba ayer por la ma?ana un miembro, el mismo d¨ªa en que dejaban Timor Oriental con destino a Australia 49 voluntarios, 74 miembros internacionales y 75 polic¨ªas de Naciones Unidas. Despu¨¦s, por la tarde, Ian Martin, escogi¨® las palabras con sumo cuidado y contempl¨® una evacuaci¨®n en caso de que la inseguridad y la violencia contin¨²en creciendo al ritmo galopante de los ¨²ltimos d¨ªas.
La tesis cada vez m¨¢s dominante es la de poder fijar un peque?o grupo que funcione como una especie de "gobierno de gesti¨®n". "Si la situaci¨®n se agrava hasta el punto de obligar a una evacuaci¨®n mayor, la ONU har¨¢ todo lo posible para que se fije, por lo menos, una especie de gobierno de gesti¨®n para marcar la presencia de UNAMET", declar¨® un dirigente.
Los asaltos a la Cruz Roja y a la casa del obispo de Dili y premio Nobel de la Paz, Carlos Ximenes Belo, agravan la tensi¨®n en Dili y aumentan las lecturas sobre las posibilidades de evoluci¨®n de la situaci¨®n de Timor hacia un ¨²nico escenario: la cat¨¢strofe.
Ya avanzada la noche, surg¨ªa la idea de que se produc¨ªan divisiones entre los militares indonesios que se encontraban en Timor Oriental, y las informaciones apuntaban sobre la posibilidad de que las autoridades pol¨ªticas de Indonesia podr¨ªan asumir en las pr¨®ximas horas una actitud m¨¢s firme para controlar la situaci¨®n. A UNAMET llegaban estas informaciones, que apuntaban que llegar¨ªan a Dili, desde Yakarta, batallones del Ej¨¦rcito comprometidos con la tragedia. "Pensamos que algunos de los tiros que se oyen en la ciudad podr¨ªan ser entre fuerzas indonesias divididas", dice un dirigente de UNAMET. La verdad es que la vida en Timor Oriental se cuenta al segundo y poco les importa estas posibilidades a los que est¨¢n sufriendo. Piden gestos reales, decisiones que alejen el espectro de la muerte y las l¨¢grimas de insoportable ruido que surgen en los momentos en que desfilan frente a los ojos de los timorenses las im¨¢genes de vidas tan infinamente fr¨¢giles y precarias.
? P¨²blico.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.