El Supremo israel¨ª pone fin a las torturas como sistema legal de obtener informaci¨®n
El Tribunal Supremo de Israel puso fin ayer a la tortura, que aplicaban los servicios secretos en sus interrogatorios a palestinos y a ciudadanos ¨¢rabes sospechosos de atentar contra la seguridad bajo el eufemismo de presi¨®n f¨ªsica moderada. La decisi¨®n, que en Israel califican de hist¨®rica, fue aprobada por los nueve magistrados del Supremo por unanimidad. El primer ministro israel¨ª, el laborista Ehud Barak, asegur¨® que la sentencia puede "complicar la tarea de los servicios secretos". Otros miembros de su gabinete, como el ministro de Justicia, aplaudieron la decisi¨®n.
Barak reitera que respeta "el cese [de la tortura], que hay que estudiar", pero a?ade que "corre el riesgo [la sentencia], de complicar la tarea de los servicios secretos", informa France Presse. Y afirm¨®: "Hay que encontrar medios para que los servicios secretos sigan investigando". Los m¨¦todos ahora ilegales de investigaci¨®n consist¨ªan en sacudir con violencia a los detenidos, obligarlos a permanecer en posturas dolorosas y poner m¨²sica a todo volumen durante d¨ªas para impedir que duerman. La sentencia se emiti¨® en respuesta a siete recursos que presentaron organizaciones israel¨ªes defensoras de los derechos humanos. El Supremo reconoci¨® que "la decisi¨®n fue dif¨ªcil", pero se?al¨® que "aun en la dif¨ªcil situaci¨®n de Israel en materia de seguridad, no todos los medios son v¨¢lidos", seg¨²n escribi¨® el presidente de ese tribunal, Aaron Barak. Hasta ahora, y durante a?os, el Supremo -en respuesta a recursos de organizaciones de derechos humanos- refrendaba y extend¨ªa por tres meses la aplicaci¨®n de la tortura en los interrogatorios.
La nueva sentencia ha creado una pol¨¦mica de proporciones: ha sido respaldada por ministros y otros miembros de la coalici¨®n de Gobierno de Israel, de mayor¨ªa laborista, as¨ª como por las fuerzas progresistas de este pa¨ªs. Pero ha sido criticada por la oposici¨®n de derechas. Entre ellos, el diputado del frente ultraderechista Uni¨®n Nacional Jan¨¢n Porat, que propuso con iron¨ªa "cerrar el Shabak (servicios secretos) y dejar la lucha antiterrorista a los jueces del Tribunal Supremo".
El ministro israel¨ª de Justicia, el laborista Iosi Beilin, se mostr¨® "muy orgulloso de la decisi¨®n del Tribunal Supremo, cuyos magistrados -encabezados por Aaron Barak- adoptaron una resoluci¨®n nada f¨¢cil". Seg¨²n Beilin, se trata de un dilema que se repite entre un pa¨ªs democr¨¢tico, que quiere defender los derechos humanos y su democracia, pero que se encuentra en una tensi¨®n permanente. "Espero que la decisi¨®n permita a los organismos de seguridad ocuparse de casos especiales y excepcionales para evitar bombas de tiempo", a?adi¨® Beilin.
Tambi¨¦n el conocido abogado Avigdor Feldman, que representa a una de las organizaciones de derechos humanos que recurrieron contra la tortura, expres¨® su satisfacci¨®n por la sentencia del Supremo: "Se trata de una larga lucha, y finalmente hemos vencido de manera absoluta. La sentencia honra al sistema judicial israel¨ª".
Otro cr¨ªtico de la sentencia, el diputado del partido conservador Likud -el principal de la oposici¨®n- Guideon Ezra, que fue el segundo del jefe m¨¢ximo de los servicios secretos, se manifest¨® convencido de que los investigadores encontrar¨¢n alternativas en los interrogatorios. Ezra afirm¨®: "Los investigadores act¨²an de acuerdo con las necesidades de seguridad, y a ninguno de ellos les gusta el contacto f¨ªsico de un tipo u otro [la tortura] con el sospechoso". Ezra concluy¨®: "Espero que nuestros hombres puedan evitar, tambi¨¦n en el futuro y pese a la decisi¨®n de hoy, atentados graves, lo que se llama bombas de tiempo".
Sin embargo, tambi¨¦n el presidente de la Comisi¨®n de Defensa y Exteriores del Parlamento israel¨ª (Kneset) y exministro de Justicia, Dan Meridor, expres¨® su satisfacci¨®n por la sentencia, y dijo que "honra al Estado de Israel, aunque al mismo tiempo plantea una serie de preguntas a las que hay que responder". Meridor, que fue uno de los pr¨ªncipes del Likud y lo abandon¨® para convertirse en uno de los dirigentes del Partido del Centro, se?al¨® que "todas las personas pueden y deben cometer incluso delitos para salvar vidas humanas, siempre que no haya otra forma de hacerlo". Para Meridor, los ejemplos son muchos y no se refieren s¨®lo a atentados terroristas inminentes.
M¨¢s dura fue una oyente que se pronunci¨® en un programa de la radio estatal israel¨ª, en el que dijo que "la sentencia del Tribunal Supremo es una instigaci¨®n a la violencia contra los jud¨ªos". Y afirm¨® que, adem¨¢s, "demuestra que los propios jud¨ªos est¨¢n contra los jud¨ªos".
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