Biotecnolog¨ªa contra 'bioterrorismo'
EE UU desarrolla nuevas l¨ªneas de defensa ante el uso de agentes biol¨®gicos en la guerra y en actos criminales
Desde que en el siglo XVIII el general brit¨¢nico Geoffrey Amherst inaugurara la guerra biol¨®gica al entregar a una tribu de indios americanos mantas infectadas deliberadamente con viruela, los planes de armas biol¨®gicas o qu¨ªmicas siguen la misma estrategia b¨¢sica: contaminar al enemigo -o al blanco de una acci¨®n terrorista- con un agente pat¨®geno que normalmente se propaga silenciosamente, a menudo con un periodo de latencia m¨¢s o menos prolongado que permite a quien perpetra el ataque esconderse, y causar decenas, centenares, miles o millones de bajas. Los pa¨ªses desarrollados est¨¢n actualizando, con la ayuda de la biotecnolog¨ªa y la gen¨¦tica modernas, sus l¨ªneas de defensa frente a esta amenaza barajada por los expertos.
Nuevas vacunas, nuevos m¨¦todos de identificaci¨®n de los pat¨®genos (incluida la secuenciaci¨®n de genomas de los organismos con m¨¢s probabilidad de ser utilizados como armas), nuevos diagn¨®sticos, terapias y f¨¢rmacos son las l¨ªneas principales de la biodefensa."Unos pocos kilos de ¨¢ntrax pueden matar a tanta gente como una bomba at¨®mica del tama?o de la de Hiroshima", afirma David Siegrist, del Instituto de Estudios Pol¨ªticos Potomac, en un n¨²mero especial de la revista del prestigioso Centro de Control de Enfermedades (CDC), de Estados Unidos, dedicado a la guerra biol¨®gica y al bioterrorismo. La bacteria del ¨¢ntrax y el virus de la viruela son los dos agentes m¨¢s cl¨¢sicos cuando se piensa en armas biol¨®gicas. "Ambos son altamente letales, ambos son estables para su transmisi¨®n mediante aerosoles y susceptibles de ser producidos en grandes cantidades. Ambos han sido desarrollados como agentes de guerra biol¨®gica en programas estatates y ambos tendr¨ªan un efecto devastador en la poblaci¨®n por la cantidad de v¨ªctimas y por el p¨¢nico que crear¨ªan", resumen Mark G. Kortepeter y Gerald W. Parker, del Instituto de Investigaci¨®n M¨¦dica del Ej¨¦rcito estadounidense en Fort Detrick.
Pero la lista que barajan los expertos incluye muchos m¨¢s agentes que el ¨¢ntrax y la viruela y va desde la salmonela hasta una hipot¨¦tica super peste bub¨®nica reforzada por ingenier¨ªa gen¨¦tica, pasando por venenos como la ricina, el gas nervioso sar¨ªn o virus terror¨ªficos contra los que no hay todav¨ªa defensa, por el ejemplo el Ebola. Un documento de la OTAN sobre defensa frente a la guerra biol¨®gica recoge 39 agentes que pueden ser empleados como armas.
Atentado
Tal vez el sar¨ªn, utilizado en el atentado de una secta religiosa en el metro de Tokio en 1995, o los 111 actos de terrorismo y cr¨ªmenes biol¨®gicos (la inmensa mayor¨ªa fallidos) registrados desde 1960, seg¨²n datos del Instituto de Estudios Internacionales de Monterrey (California), han alertado a las autoridades de varios pa¨ªses, sobre todo de EEUU. ?stas se plantean c¨®mo est¨¢n preparados para hacer frente a estas amenazas y qu¨¦ podr¨ªa hacer la ciencia para mitigarlas. El Departamento de Salud y Servicios Humanos estadounidense gasta este a?o 158 millones de d¨®lares en la preparaci¨®n frente al bioterrorismo y se planea un incremento de 72 millones de d¨®lares para el a?o que viene. En cuanto a la Agencia de Proyectos Avanzados de Investigaci¨®n para la Defensa (DARPA), dedica al a?o 146 millones de d¨®lares en esta investigaci¨®n. Un objetivo prioritario es la preparaci¨®n de nuevas vacunas y el desarrollo de sistemas de producci¨®n r¨¢pida de las mismas ante una emergencia. Por ejemplo, contra la viruela actualmente en EEUU s¨®lo existe una reserva de menos de siete millones de dosis de vacuna (con fecha de caducidad), lo que manifiestamente es insuficiente ante un ataque. "El programa del Departamento de Defensa prepara el desarrollo de una vacuna crecida en cultivos celulares utilizando una cepa clonada de vaccinia", inform¨® Philip K. Russell en un reciente simposio sobre el tema. En cuanto al ¨¢ntrax, explic¨®, la vacuna actual que se pone en el Ej¨¦rcito estadounidense fue desarrollada antes del gran avance de la biolog¨ªa molecular y exige m¨²ltiples dosis. Adem¨¢s, por su m¨¦todo de fabricaci¨®n no est¨¢ altamente purificada y no es aconsejable utilizarla en poblaci¨®n civil. Actualmente, dijo Russell, hay tecnolog¨ªa suficiente para desarrollar una segunda generaci¨®n de vacuna contra ¨¢ntrax. De hecho, est¨¢ en marcha la investigaci¨®n de vacunas de protecci¨®n basadas en ant¨ªgenos a partir de prote¨ªna purificada de B. anthracis o de esporas vivas atenuadas, afirma en la revista del CDC Kathryn C. Zoon, de la FDA.
Otro ¨¢rea fundamental de invetigaci¨®n es la secuenciaci¨®n de genomas de pat¨®genos para desarrollar sistemas r¨¢pidos e detecci¨®n, diagn¨®stico y descontaminaci¨®n. Tambi¨¦n se est¨¢ trabajando en t¨¦cnicas de identificaci¨®n de microorganismos que hubieran sido modificados gen¨¦ticamente para hacerlos m¨¢s t¨®xicos o resistentes a los antibi¨®ticos.
Entre los proyectos de desarrollos de medicamentos financiados por DARPA, destaca uno realizado en la Universidad de Michigan.Consiste en una forma simple de exterminar ¨¢ntrax (que puede infectar por contacto adem¨¢s de por las v¨ªas respiratorias) y otras formas de contaminaci¨®n, utilizando una soluci¨®n de gotitas min¨²sculas de aceite de soja en suspensi¨®n de agua, informa Los Angeles Times.
Explosi¨®n silenciosa
Las gotitas de esta nanoemulsi¨®n se fusionan con las cubiertas exteriores de algunos pat¨®genos en una reacci¨®n qu¨ªmica que genera energ¨ªa y destruye a los microbios en una explosi¨®n silenciosa. Otra l¨ªnea de desarrollo interesante es la preparaci¨®n de anticuerpos sint¨¦ticos, a partir de mon¨®meros, para luchar contra diferentes infecciones. David Soane, de la Universidad de Berkeley, espera que estos anticuerpos artificiales puedan ser utilizados en inhaladores, en cremas o en soluciones orales para proteger pulmones, la piel o el sistema digestivo, puntos de entrada habituales de los agentes biob¨¦licos. Los especialistas subrayan que la inmensa mayor¨ªa de estos avances biotecnol¨®gicos no s¨®lo servir¨¢n para hacer frente a plagas propagadas intencionadamente, sino tambi¨¦n a efectos de accidentes o a brotes de enfermedades. "Dado que la magnitud de la amenaza [bioterrorista] es muy dif¨ªcil de calcular, tiene sentido orientarse hacia remedios de doble uso: contramedidas m¨¦dicas que mejoren la salud p¨²blica en general al margen de que se produzcan o no ataques biol¨®gicos", recomienda Jessica Stern, del Consejo de Relaciones Exteriores. Al fin y al cabo, concluye, "el terrorismo con armas biol¨®gicas probablemente seguir¨¢ siendo raro, especialmente los ataques dirigidos a crear v¨ªctimas en masa, que requieren un nivel de sofisticaci¨®n tecnol¨®gica que muy probablemente poseer¨¢n muy pocos grupos locales".
Hacer bioarmas require preparar cultivos de muestras, purificar agentes, estabilizarlos, producirlos en las cantidades requeridas y desarrollar f¨®rmulas eficaces para diseminarlos; por ejemplo lograr esporas de antrax de un tama?o adecuado respirable para infectar. No sirve para nada impregnar bombas con virus o bacterias que resulten destruidas a las temperaturas altas del proyectil o del impacto.Sin embargo los expertos son conscientes de que no es dif¨ªcil encontrar expertos asalariados en el hampa internacional. Se calcula que en la URSS hab¨ªa unas 50.000 personas empleadas en este secreto sector que ahora esta en gran medida desmantelado. Seg¨²n informa Siegrist, unos 18 pa¨ªses tienen armas qu¨ªmicas o la capacidad de fabricarlas, pese a la prohibici¨®n de la Convenci¨®n Internacional de 1972 sobre Armas Biol¨®gicas y T¨®xicas.
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