El Defensor del Menor denuncia que cuatro familias de Malmea no han sido realojadas

Algunas familias rumanas que llegaron hace un a?o a Madrid y ocuparon el desaparecido poblado de Malmea (Fuencarral) no han sido realojadas en campamentos, pese a la promesa de las instituciones. Tampoco est¨¢n en el censo que elaboraron ONG y que da derecho de entrada a los campamentos. El defensor del menor, Javier Urra, denunci¨® ayer que cuatro familias que viv¨ªan en Malmea a¨²n no han sido realojadas. Mientras, 16 polic¨ªas municipales vigilaban ayer a los 130 rumanos (40 ni?os) asentados en la calzada y las aceras de San Roque.

El trabajo de comprobaci¨®n de Javier Urra sobre familias con derecho a realojamiento que permanecen en la calle ha resultado "sencilla". Ha cotejado Urra las listas de los ni?os escolarizados durante el pasado curso con el listado de los rumanos realojados en los tres nuevos campamentos (carretera de San Fernando de Henares, San Roque y Valdebernardo). As¨ª ha descubierto a tres familias, cuyos hijos estudiaban en Aluche, que siguen sin realojar. "Obviamente, si sus hijos hab¨ªan sido escolarizados, ten¨ªan que estar en el poblado de Malmea, por lo que deber¨ªan ser realojados de inmediato en los nuevos campamentos", se?al¨® ayer Javier Urra. El Defensor del Menor tambi¨¦n ha conocido un cuarto caso. Es el de John Constantine, cuyo hijo muri¨® en un incendio en Malmea. "No estaba el d¨ªa del censo porque hab¨ªa encontrado un trabajo temporal. Cuando volvi¨® al poblado le dijeron que hab¨ªan cerrado las listas. No hay un ejemplo m¨¢s claro y taxativo", explic¨® Urra.

Demostraci¨®n

El Defensor del Menor reconoci¨® que las familias sin hijos en edad escolar tendr¨¢n m¨¢s problemas para demostrar que viv¨ªan en Malmea. "La situaci¨®n de las familias que hayan llegado a San Roque en los ¨²ltimos meses es un caso distinto. El Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid ya advirtieron de que los inmigrantes que se instalasen tras el censo no ser¨ªan realojados. En este caso no se puede crear una falsa expectativa". En el camino de San Roque, en sus aceras y su calzada, la tranquilidad regres¨® a los 130 inmigrantes que un d¨ªa antes hab¨ªan sido desalojados de sus tiendas de un descampado pr¨®ximo. Los hombres se quedaron ayer en San Roque, mientras sus mujeres se marcharon a vender La Farola y a comprar comida. "Estamos esperando a que regresen nuestras mujeres por si viene alguna asociaci¨®n humanitaria y nos dice qu¨¦ va a pasar con nosotros", se?al¨® uno de los rumanos.

La noche del mi¨¦rcoles transcurri¨® sin incidentes. Cuatro coches de la Polic¨ªa Municipal vigilaban desde los alrededores del campamento. Los rumanos tuvieron que tumbar los colchones, las mantas e incluso cartones en medio de la calzada o de la acera, mientras los agentes les prohib¨ªan desplegar las tiendas de campa?a. "Durante la noche nos hemos quedado helados. Los cartones dejan pasar el fr¨ªo y no hemos podido dormir bien", se quejaron.

La Polic¨ªa Municipal manten¨ªa ayer a seis coches apostados por la ma?ana junto al campamento al que quieren entrar los 130 rumanos. Una portavoz policial no pudo precisar hasta cu¨¢ndo se mantendr¨¢ este n¨²mero de efectivos. Antes del ¨²ltimo desalojo, la presencia policial se reduc¨ªa a un coche de dos agentes locales y otro de antidisturbios.

Por otra parte, la portavoz municipal de IU, In¨¦s Saban¨¦s, critic¨® al gobierno municipal por crear "alarma social" en un tema tan delicado como el realojo de rumanos: "Hay que trabajar m¨¢s y hablar menos".