Espect¨¢culos
MIGUEL ?NGEL VILLENA ?ngel Fern¨¢ndez-Santos, compa?ero de este peri¨®dico y uno de los cr¨ªticos de cine espa?oles m¨¢s prestigiosos, suele comentar que los valencianos somos los mejores aficionados cinematogr¨¢ficos del pa¨ªs. Las estad¨ªsticas de los ¨²ltimos a?os avalan estas opiniones porque provincias como Valencia y Alicante, proporcionalmente a su poblaci¨®n, aparecen en los puestos de cabeza en n¨²mero de salas, en cifras de espectadores y en cantidad de pel¨ªculas estrenadas. Razones no faltan para explicar esta cinefilia valenciana, unos motivos que van desde la tradici¨®n teatral hasta la existencia de productoras como Cifesa, desde la pervivencia de publicaciones como la cartelera Turia hasta festivales cinematogr¨¢ficos de segunda categor¨ªa pero para todos los gustos. Esta pasi¨®n por las pantallas ha alumbrado tambi¨¦n la aparici¨®n de aut¨¦nticos genios como Luis Garc¨ªa Berlanga que acaba de regalarnos su testamento cinematogr¨¢fico en una Par¨ªs-Tombuct¨² donde regresa a Pe?¨ªscola, el escenario de Calabuch, y a personajes s¨®lo reconocibles en este rinc¨®n del Mediterr¨¢neo pero que el veterano realizador ha logrado convertir en tipos de proyecci¨®n universal. No obstante, la clave de esta cinedicci¨®n apunta al gusto por el espect¨¢culo, a esa permanente confusi¨®n entre realidad y ficci¨®n, entre sinceridad y escenificaci¨®n, que impregna todo un car¨¢cter colectivo. Otro maestro de periodistas, el cr¨ªtico taurino Joaqu¨ªn Vidal, sostiene que los valencianos acuden a las plazas de toros m¨¢s interesados por la merienda, la banda de m¨²sica y el cotilleo con las amistades que atentos a los lances de la lidia. Lo importante para los valencianos, viene a decir Joaqu¨ªn, no radica en el fondo, sino en la forma pero en un permanente torbellino donde los l¨ªmites se confunden. ?Acaso se le ocurre a alguien mejor puesta en escena de un melodrama que los debates del PSPV en v¨ªsperas de su congreso? ?Podr¨ªa imaginarse una parodia m¨¢s c¨®mica que un consejero de Educaci¨®n que se llena la boca con elogios a la ense?anza p¨²blica e inaugura el curso en un centro privado?
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