F¨²tbol y felicidad
![Santiago Segurola](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fe505581b-3596-4161-bc77-1816c8c68bf7.png?auth=d22627484165dfcb062103e8d1fdebeb92a54c13220f4fd6553111e786e168fa&width=100&height=100&smart=true)
Nunca ha conocido el f¨²tbol espa?ol una sinton¨ªa semejante entre la selecci¨®n, los aficionados y la cr¨ªtica. Los resultados han ayudado, por supuesto, pero eso no acabade explicar el entusiasmo que ha despertado el equipo de Camacho. Tiempo atr¨¢s, y no s¨®lo en la ¨¦poca de Clemente, Espa?a alcanzaba con regularidad las fases finales y no se produc¨ªa la ebullici¨®n actual. El m¨¦rito de este equipo consiste en rescatar al f¨²tbol como juego, condici¨®n que parec¨ªa perdida. Desde las trincheras m¨¢s reaccionarias se ha defendido que el f¨²tbol -si se deseaba el ¨¦xito- es una actividad de corte laboral, alejada de cualquier noci¨®n festiva. Esa vinculaci¨®n del f¨²tbol con lo arduo, con lo sacrificado, con lo militar, ha tenido efectos devastadores sobre la selecci¨®n en ¨¦pocas recientes. Camacho ha tenido el acierto de recuperar el sentido estricto del juego: la capacidad para proponer una idea seductora y agradable del f¨²tbol. En eso consiste lo de jugar bien, cuando lo que hace un equipo produce una sensaci¨®n de plenitud en los jugadores y los aficionados. Cuando el f¨²tbol se aproxima a la idea que se tiene de la felicidad. Eso es lo que ha hecho la selecci¨®n durante el ¨²ltimo a?o.
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