?Viva el rey!

XABIER ZABALTZA No se si se habr¨¢n enterado de lo alborotados que andamos ¨²ltimamente los navarros. No es para menos. Miren por d¨®nde, a finales del siglo XX, vamos a volver a ser un Reyno con todas las de la ley. Un Reyno con rey y todo. Y adem¨¢s sin Borbones ni dem¨¢s ramas secundonas de la realeza europea, sino con un rey con un par de ejecutorias como Dios manda. Y es que un grupo de legitimistas dicen haber encontrado al descendiente directo de Catalina de Foix y Juan de Albret, los ¨²ltimos reyes de la Navarra independiente. Como dicen los navarros-navarros, "Navarra siempre p"alante"... aunque haiga que retroceder quinientos a?os. Los que que hemos vivido la indescriptible experiencia de proceder de familias de raigambre carlista y salir liberales ya nos comimos bastante el coco en la adolescencia decidiendo si el rey leg¨ªtimo era don Carlos Hugo, don Carlos VIII o don Francisco Jos¨¦, si hab¨ªa que reconocer de una vez a don Juan o a don Juan Carlos o si hab¨ªa que proclamar no se qu¨¦ Regencia rara. No es de extra?ar que muchos de nosotros al llegar a la madurez nos hayamos convertido en contumaces republicanos. Y ahora que lo ten¨ªamos medianamente claro, van y nos saltan con un rey s¨®lo para los navarros. ?Qu¨¦ ilusi¨®n! El afortunado es un noble franc¨¦s de 64 a?os llamado Pierre D¨¦sir¨¦ La Motte-Messem¨¦. Como nombre regio ha escogido el de Pedro I. Me da la impresi¨®n de que la aritm¨¦tica y el legitimismo andan algo re?idos, porque en la historia ya hubo un Pedro I (1094-1104), rey de Pamplona y Arag¨®n. Pelillos a la mar. ?Qu¨¦ significa un d¨ªgito m¨¢s o menos ante tama?o acontecimiento? Tengo que reconocer que ando un poco con la mosca detr¨¢s de la oreja. Y es que Pedro el Deseado nos ha salido un rey bastante abertzalillo. Todav¨ªa no firma Kepa, pero lo que es por pedir no se queda corto. No se conforma con las dos Navarras, la Alta y la Baja, que constituyeron el territorio sobre el que reinaron efectivamente los Albret. No. Tambi¨¦n pretende incorporar al Reyno Vizcaya, Alava y Guip¨²zcoa. Y adem¨¢s propugna la oficialidad del vascuence en todo el territorio. Por supuesto, don Pedro no habla una palabra ni de euskara ni de castellano ni falta que hace: me parece que en lugar de unos cuantos pelillos vamos a tener que tirar la depiladora entera a la mar, que tanta excitaci¨®n me pone los ¨ªdem de punta. Todav¨ªa no he mencionado otro t¨ªtulo de don Pedro: es cat¨®lico. Porque nuestros quijotescos legitimistas, antes que con el Deseado, se toparon con otro pretendiente al trono navarro. Un poco lejos, a decir verdad: en Estados Unidos. Pero este primer monarca, Timoteo I, ten¨ªa la desgracia de ser morm¨®n y eso debe de invalidar para el ejercicio regio en esta tierra de recias costumbres. Podr¨ªa haber sido peor. Imag¨ªnense qu¨¦ esc¨¢ndalo si el descendiente directo de los ¨²ltimos reyes navarros resultara ser jud¨ªo y nos hiciera circuncidar a todos. Aunque yo personalmente no tengo inconveniente... Qu¨¦ curioso. En ciertos ambientes, digamos progres, se ven incluso con simpat¨ªa las megaloman¨ªas de Monsieur de La Motte. Imagino que debe de ser por aquello de la independentzia. Ya dec¨ªa un rey navarro, Enrique III, que Par¨ªs bien vale una misa de vez en cuando. Porque todos sabemos que cuando Navarra fue independiente fue el para¨ªso en la tierra (por lo menos, claro, para sus reyes). Vamos, que si para conseguir una estrella m¨¢s en la bandera de Europa y un sill¨®n en la ONU hay que dejarse el izquierdismo y el republicanismo por el camino, tampoco pasa nada. Pues ya lo siento por los legitimistas. Porque el descendiente directo por l¨ªnea masculina de Enrique III (bisnieto de Catalina de Foix y Juan de Albret), en cuya persona se unieron los reinos de Francia y Navarra, es... ?Juan Carlos de Borb¨®n y Borb¨®n! Pues ya es casualidad. Claro que eso de las genealog¨ªas tiene la ventaja de que cuando un candidato no conviene siempre se puede retroceder un par de generaciones para avanzar luego otras siete y ocho por una l¨ªnea colateral y perderse luego entre las ramificaciones de la l¨ªnea materna. O incluso echar mano de un bastardo. La historia, como dicen, da para todo. En fin: bastante ten¨ªamos con los Borbones para tener que aguantar ahora tambi¨¦n a los Messem¨¦.