Olano: "La monta?a no es una pesadilla"

Abraham Olano es un hombre que gan¨® un Mundial monta?oso preparado para Indur¨¢in, un Mundial en el que Pantani fue medalla de bronce. Eso sucedi¨® en 1995. Abraham Olano lleg¨® al podio del Giro que se adjudic¨® un escalador nato, como lo sigue siendo Tonkov. Tal hecho sucedi¨® en 1996. Desde entonces, su imagen es la de un hombre que sufre m¨¢s de la cuenta en cada monta?a. Un d¨ªa antes de que la presente Vuelta tomara la salida, Manolo Saiz, su director, confesaba que si Olano volv¨ªa a fracasar habr¨ªa que ir pensando en modificar su calendario y destinarlo a otro tipo de carreras. As¨ª eran las cosas hace no m¨¢s de 15 d¨ªas. Y qu¨¦ diferentes parecen ahora, cuando Olano, dominador en la contrarreloj y apto para la monta?a, descansa en Zaragoza como l¨ªder indiscutible de la Vuelta. "Estoy a un buen nivel, mis sensaciones son muy buenas, parecidas a las del 95 y el 96", dice. As¨ª que no es un nuevo Olano. Es el Olano de antes.Olano es un corredor hecho a s¨ª mismo, que depende casi por completo del entrenamiento. Es un profesional al que se le pone como ejemplo en cualquiera de los equipos en los que ha militado. "Le llamas para hacer unas pruebas en Madrid y no pone pega alguna; le llama Manolo para que vaya a Santander a estar unos d¨ªas con ¨¦l para hacer cierto tipo de entrenamientos y all¨ª est¨¢". Ha recorrido casi al completo algunas etapas clave de esta Vuelta (dos veces ha subido el Angliru, por ejemplo), conoce ahora todos los detalles, cada puerto de los muchos que se van a subir en esta Vuelta. Pero habr¨¢ que volver a verle subir, para convencernos de que ha vuelto al sus a?os dorados.

"La Vuelta se decidir¨¢ en los Pirineos, siempre ha sido as¨ª; de ah¨ª, saldr¨¢ el podio resuelto", dice el l¨ªder, "las tres etapas son duras y costar¨¢ mucho la recuperaci¨®n. Y si atacan tengo que responder. La monta?a nunca ha sido una pesadilla para m¨ª cuando no se ha truncado mi progresi¨®n". No hay resquicios en sus respuestas. "?Subir¨¢ Olano en los Pirineos?", le preguntan a Manolo Saiz. "Subir¨¢", dice rotundo.

Olano no es, por tanto, un hombre nuevo. Es el que era. El Olano del 95 y 96, a?os en los que milit¨® en el Mapei italiano. Distinto, por tanto, al del 97 y 98, su conflictivo bienio en Banesto. Y, ahora en la ONCE. La comparaci¨®n (con sus dosis de maldad) salta a la vista. Salta incluso cuando se le pregunta por Eusebio Unzue, el director de Banesto y contesta con una significativa evasiva: "Con Manolo Saiz la relaci¨®n es perfecta. En la ONCE formamos una familia que se entiende. Ten¨ªa ilusi¨®n por correr con Manolo y la experiencia va muy bien".

Olano versi¨®n 99 es ahora un hombre seguro, que no parece tener dudas. Ni ¨¦l, ni Manolo Saiz, su director, quien apost¨® a que su corredor no perder¨ªa m¨¢s de un minuto en el Angliru ante la sorpresa general. "De todas formas, mi actitud en la monta?a siempre ser¨¢ defensiva", aclara Olano, "lo cual no quiere decir que intente aprovechar algunos momentos. Nunca viene mal marcar algunas pautas para establecer diferencias". Tal y como parece, Olano ha recuperado su pasado. Lo suyo no es una evoluci¨®n, sino un viaje de regreso.