Blair intenta sumar a los sindicatos a su propuesta de modernizaci¨®n

Acosado por las crecientemente atrevidas cr¨ªticas sindicales, el primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair, pas¨® ayer al contraataque exigiendo una "modernizaci¨®n" de las organizaciones laborales y propuso un di¨¢logo con los empresarios a fin de "trabajar juntos" en aras del beneficio com¨²n. Las palabras que Blair pronunci¨® ante la conferencia anual de la Confederaci¨®n Sindical (TUC), la fuerza laboral m¨¢s importante del Reino Unido, que tiene lugar en Brighton, constituyeron una rama de olivo a los dirigentes sindicalistas de izquierda.

Los responsables de los sindicatos brit¨¢nicos est¨¢n acentuando su contrariedad al nuevo laborismo, que, sostienen, est¨¢ m¨¢s pose¨ªdo por el sentido del estilo que por el de sustancia.Sin expresi¨®n visible de preocupaci¨®n ante el en¨¦simo desaf¨ªo de la izquierda, Blair apareci¨® ante la palestra de los sindicalistas, el mismo podio donde por primera vez en cien a?os se ha planteado la ruptura entre el TUC y el partido laborista. Semejante idea ha sido el elemento principal del debate en Brighton. La arroj¨® al tapete el l¨ªder izquierdista Ken Cameron, secretario general del Sindicato de Bomberos. "El laborismo ya no nos ve como su aliado natural, y nosotros ya no podemos contar con ¨¦l como un aliado", declar¨® Cameron.

Este veterano dirigente de la izquierda laborista no hizo sino resumir el sentimiento de frustraci¨®n entre quienes ve¨ªan a Blair como un abanderado de las causas populares y que hoy se sienten decepcionados por el barniz progresista del New Labour.

Cameron rompi¨® con todo precedente al proponer abiertamente la ruptura entre los sindicatos y el laborismo. Los sindicatos representan todav¨ªa a la mayor¨ªa de la fuerza laboral en el Reino Unido, a pesar de la suavizaci¨®n que han adoptado para su lenguaje los representantes de la clase trabajadora brit¨¢nica.

En suma, la izquierda est¨¢ enfadada con Blair porque en los dos a?os de Gobierno, los neolaboristas no han hecho sino impulsar la idea de que en la empresa privada reside el secreto de la soluci¨®n al acuciante problema social. El discurso de Blair coincidi¨® con la aparici¨®n de un informe publicado por el diario The Guardian, seg¨²n el cual el estado de la educaci¨®n es calamitoso. Crisis: Blair construy¨® la plataforma que lo llev¨® al poder bajo el lema de Educaci¨®n, educaci¨®n, educaci¨®n, y el sistema no da se?ales de progreso.

Lo m¨¢s probable es que Blair consiga capear el temporal proponiendo un nuevo di¨¢logo. No se sabe todav¨ªa si esa oferta va a hallar postores entre el sindicalismo brit¨¢nico.

Blair trat¨® de eliminar tan pesimista perspectiva cuando en su discurso dijo, con voz firme, que hab¨ªa llegado la hora de "modernizar las relaciones industriales" a fin de sentar las bases para una "nueva sociedad".

Para muchos izquierdistas brit¨¢nicos, el esfuerzo de Blair por "conquistar" a los sindicatos es un pelda?o m¨¢s en su af¨¢n por "desconstruir" el ala progresista del TUC, que ve su af¨¢n de promover a la empresa privada como una contradicci¨®n ideol¨®gica del "viejo laborismo". Cameron encontr¨® ayer un aliado inesperado: Mick Rix, el jefe del sindicato de los conductores de locomotoras. No se ocup¨® de los sueldos de los trabajadores ferroviarios. Fue m¨¢s all¨¢: dijo que si el Gobierno brit¨¢nico, bajo los neolaboristas de Blair, tiene dinero para "despilfarrar en la guerra contra Yugoslavia, ?por qu¨¦ no encuentran fondos para mitigar la situaci¨®n de los trabajadores jubilados?".