Los Pirineos dictar¨¢n sentencia
Victoria del ucranio Uschakov el d¨ªa en que el suizo Meier pide un taxi y abandona la Vuelta
Los Pirineos aguardan para dictar sentencia y los favoritos estudian las previsiones meteorol¨®gicas: est¨¢ previsto que el tiempo aguante para estas tres etapas consecutivas en monta?a, un nuevo list¨®n que se impone la Vuelta. Que el tiempo aguante significa que no habr¨¢ que estar pendiente de otros factores, como sucedi¨® ayer, cuando el pelot¨®n se pas¨® buena parte de la jornada luchando contra el viento. Por luchar contra el viento, Jalabert qued¨® descolgado, con ¨¦l algunos de los velocistas y, entre ellos, Marcel Wust, que ten¨ªa la etapa en su agenda. Y el viento dej¨® vivir una escapada, que lleg¨® a la meta con dos supervivientes: Roscioli, de cuyo n¨²mero de fugas se ha perdido la cuenta, y el ucranio Uschakov, que se adjudic¨® la etapa con facilidad y evidente sangre fr¨ªa. Olano se enfrenta a su gran reto en esta Vuelta: le cuadran las cuentas en su particular opini¨®n, pero sus rivales dicen que el ONCE anda con lo justo para defender el liderato.Todos lo entienden as¨ª, y al mismo tiempo razonan que, si el l¨ªder sigue estando fuerte en la monta?a, no le har¨¢ falta el equipo. La carrera tiene un perfil definido y las especulaciones obran en contra de los escaladores nacionales. Para acceder al triunfo final, deben eliminar a demasiada gente: no es Olano el ¨²nico problema: detr¨¢s est¨¢n Ullrich y Tonkov, corredores que tienen m¨¢s margen de maniobra. As¨ª que todos los directores se inclinan por que hombres como Jim¨¦nez, Heras, Beltr¨¢n o Piepoli dediquen sus energ¨ªas m¨¢s a sumar victorias de etapa que a otra cosa. Con ese debate de por medio, comienzan hoy los Pirineos: tres d¨ªas, tres finales en monta?a, tres jornadas con el tiempo aparentemente en calma.
La transici¨®n hacia la cordillera result¨® nerviosa. El viento tuvo la culpa; y el temor a los abanicos. Bien es cierto que el personal no esperaba especial actividad del equipo ONCE, que tiene tendencia a meter la mano en este tipo de etapas; y ello por la creencia de que anda un tanto debilitado, consecuencia de las ca¨ªdas, del esfuerzo de las primeras semanas y de que Jalabert no encuentra jornadas c¨®modas para recuperar la forma. En esas condiciones, pudo apreciarse que la ONCE hizo mutis y tuvo dificultades para mantener a toda su gente en el pelot¨®n. Los cortes perjudicaron, casualmente, a buena parte de los sprinters, por lo que el pelot¨®n termin¨® siendo m¨¢s permisivo de lo acostumbrado y dej¨® vivir hasta el final una escapada de cinco corredores. All¨ª estaba Jacky Durand, por cierto; tambi¨¦n Anguita, del Fuenlabrada; inevitablemente Roscioli, que est¨¢ en todas. Y Uschakov, que gan¨® al final.
La Vuelta lleg¨® a Zaragoza sin m¨¢s novedades, salvo ese constante goteo de abandonos que empiezan a aligerar severamente el tama?o del pelot¨®n. Cinco se produjeron ayer (ya van 36 retirados) y entre ellos uno muy curioso, el del suizo Roland Meier, que no tom¨® la salida. Cuentan que el director del Cofidis se encontr¨® al corredor metido en un taxi a las puertas del hotel y con las maletas dentro. Cuentan que le fue a preguntar qu¨¦ es lo que hac¨ªa y que el corredor le manifest¨® su tajante deseo de marcharse a casa. La discusi¨®n consiguiente no surti¨® efecto. Meier se fue por voluntad propia, como se han ido otros en esta Vuelta. Son algunos de los problemas de finales de temporada, tiempo en el que algunos corredores est¨¢n en las ¨²ltimas en cuanto a reservas de energ¨ªa, desmotivados, o, simplemente, saben (porque han firmado el contrato oportuno) que estar¨¢n en otro equipo el pr¨®ximo a?o. En esas condiciones, parece complicado mantener ciertos niveles de autoridad.
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