Esclavos de las empresas japonesas
Medio centenar de ex prisioneros de la II Guerra Mundial demandan a Kawasaki y Mitsubishi
M¨¢s de medio siglo despu¨¦s de su t¨¦rmino, la II Guerra Mundial sigue atormentando a los pa¨ªses que por activa, como Alemania o Jap¨®n, o por pasiva, como Suiza, se vieron envueltos en atrocidades jam¨¢s superadas en un siglo que ha conocido, y sigue conociendo, muchas y muy graves. Un grupo de ex prisioneros de guerra norteamericanos acaba de designar un nuevo objetivo a la hora de reclamar responsabilidades por los horrores de aquel conflicto b¨¦lico: las empresas japonesas. En concreto, cinco de ellas en las que esos norteamericanos trabajaron en r¨¦gimen de esclavitud. Los veteranos estadounidenses, 11 en representaci¨®n de un grupo de 500, han presentado en un tribunal de Alburquerque (Nuevo M¨¦xico) una demanda colectiva contra Kawasaki, Mitsubishi, Mitsui, Nippon Steel y Showa Denko. Denuncian que, tras ser capturados en los campos de batalla asi¨¢ticos, fueron obligados a trabajar en factor¨ªas de esos cinco gigantes de la industria japonesa. A esa violaci¨®n en s¨ª de las convenciones internacionales sobre prisioneros de guerra se a?aden las condiciones brutales del r¨¦gimen de trabajo de los demandantes.
Este grupo de veteranos asegura que sus captores japoneses los golpearon sistem¨¢ticamente, los sometieron a terribles hambrunas y les negaron asistencia m¨¦dica y sanitaria. Las cinco empresas denunciadas, se?ala Eli Warach, abogado de los demandantes, son tan s¨®lo algunas de las muchas que, en Jap¨®n o sus territorios conquistados durante el conflicto, utilizaron a prisioneros norteamericanos o de otras nacionalidades como mano de obra esclavizada. "Los astilleros, las f¨¢bricas y las minas que participaron en el esfuerzo de guerra japon¨¦s estuvieron repletas de presos extranjeros esclavizados", dice Warach.
No es la primera vez que ex prisioneros de guerra de la II Guerra Mundial presentan reclamaciones ante los tribunales por el trato que recibieron de los japoneses. Pero, presentadas en EE UU, Jap¨®n o terceros pa¨ªses, esas denuncias nunca han prosperado, se han estrellado siempre con el Tratado de Paz de San Francisco, que sell¨® la reconciliaci¨®n entre Washington y Tokio. A tenor de ese tratado, Jap¨®n ya pag¨® una indemnizaci¨®n global por los da?os causados a las v¨ªctimas de la guerra que desencaden¨® al atacar Pearl Harbour.
La novedad de la iniciativa adoptada en el tribunal de Alburquerque es que no acusa al Gobierno japon¨¦s, sino a cinco empresas concretas. Es una iniciativa que ya fue emprendida por un grupo de medio centenar de chinos, que tambi¨¦n fueron esclavizados en factor¨ªas japonesas durante la II Guerra Mundial. Pero tanto la iniciativa china como la norteamericana tienen pocas probabilidades de prosperar, seg¨²n los medios jur¨ªdicos consultados por The New York Times.
Las firmas japonesas se?aladas con el dedo por los veteranos estadounidenses reaccionaron con moderaci¨®n a la demanda presentada en el tribunal de Alburquerque. Diciendo desconocer todav¨ªa su contenido exacto, los portavoces de esas empresas adelantaron su sentimiento de sentirse protegidos por la Constituci¨®n japonesa y las leyes y tratados internacionales. Las reparaciones de guerra, dicen, ya fueron abonadas de modo general por Jap¨®n hace d¨¦cadas.
Los demandantes, que tienen en torno a los 80 a?os de edad, celebraron el lunes una conferencia de prensa en Nueva York. Volvieron a contar los horrores sufridos en cautiverio, y a?adieron que si hasta ahora no los hab¨ªan denunciado ante los tribunales es porque, tras su liberaci¨®n, los servicios de informaci¨®n de EEUU les hicieron firmar documentos renunciando a relatar su experiencia. Y es que, inmediatamente despu¨¦s de la II Guerra Mundial, Estados Unidos ya intuy¨® la necesidad de reconciliarse con Jap¨®n y hacerle desempe?ar un papel clave en la lucha contra el nuevo enemigo: la Uni¨®n Sovi¨¦tica.
Pero los documentos que firmaron ya no obligan a guardar silencio a los ex presos de guerra. El material secreto norteamericano relacionado con el final de la II Guerra Mundial ha sido desclasificado y confirma que Jap¨®n llev¨® muy lejos el uso de prisioneros de guerra para trabajos forzados. En realidad, instituy¨® un sistema de esclavitud.
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