Las medidas contra la inflaci¨®n se aplazan una semana por divergencias entre Rato y Piqu¨¦

El equipo econ¨®mico del Gobierno no consigui¨® ayer cerrar el anunciado paquete de medidas contra la inflaci¨®n. Las divergencias entre los ministros de Econom¨ªa, Rodrigo Rato, y de Industria, Josep Piqu¨¦, sobre el alcance de la rebaja de impuestos sobre combustibles han provocado que ayer el Consejo de Ministros se limitase a estudiar un informe al respecto. Las medidas analizadas no pasan de congelar el impuesto especial de hidrocarburos y rebajar el IVA del butano en el a?o 2000, adem¨¢s de algunas f¨®rmulas inmediatas para que el sector se abra m¨¢s a la competencia. Para ese a?o, el d¨¦ficit del Estado se reduce al 0,7% del PIB, el crecimiento econ¨®mico se sit¨²a entre el 3,7% y el 3,8% y la inflaci¨®n en torno al 2%.

Aunque las medidas fueron anunciadas a principios de esta semana por Piqu¨¦, un d¨ªa antes de conocerse el mal resultado del IPC de agosto y la elevaci¨®n de la previsi¨®n anual al 2,4%, el Consejo de Ministros de ayer no tom¨® decisi¨®n alguna. La aprobaci¨®n, seg¨²n asegur¨® Piqu¨¦, se producir¨ªa en el Consejo de Ministros de ayer.El ministro de Industria avanz¨® en aquella ocasi¨®n, sin consultar al vicepresidente Rato, que se iba a actuar sobre el sector energ¨¦tico, turismo y autom¨®viles para luchar contra la inflaci¨®n tras reconocer que "dif¨ªcilmente se acercar¨¢ a la previsi¨®n del Gobierno [1,8%]". Ello provoc¨® al d¨ªa siguiente ca¨ªdas de m¨¢s del 2% en las cotizaciones burs¨¢tiles de las empresas relacionadas con estas actividades.

Durante toda la semana los equipos de Econom¨ªa e Industria han intentado cerrar ese conjunto de medidas, pero ayer el Gobierno s¨®lo dispon¨ªa de un informe de Piqu¨¦. El debate se ha centrado en la conveniencia de bajar los impuestos que gravan el consumo de carburantes y combustibles.

Piqu¨¦, en tono ir¨®nico, resalt¨® ayer al respecto que, "en cualquier discusi¨®n sobre impuestos, el ministro de Econom¨ªa siempre tiene la raz¨®n". Anunci¨® "la posibilidad" de que en el a?o 2000 se congele el impuesto especial que grava el consumo de combustibles y tambi¨¦n "la toma en consideraci¨®n" de la rebaja del IVA para el butano del 16% al 7%.

Est¨¢, pues, pr¨¢cticamente descartado que se aplique una rebaja generalizada de impuestos para estos productos y de forma inmediata. Esto tendr¨ªa un efecto directo sobre el IPC, ya que la subida del 0,4% en el mes de agosto sobre julio se ha debido, sobre todo, al cap¨ªtulo de energ¨ªa. Pros y contras

Como argumento a favor est¨¢ el excedente de ingresos (270.000 millones sobre lo presupuestado hasta julio) y, en contra, que una rebaja de los precios de los carburantes incidir¨ªa en un aumento del consumo (la demanda interna crece ahora a niveles superiores al 5%), lo que a la larga se traducir¨ªa en m¨¢s inflaci¨®n.

Respecto del butano, cuyo precio para la bombona se dispar¨® el pasado mes de agosto hasta las 1.313 pesetas (un 16,1% de subida), Piqu¨¦ argument¨® que se trata de un producto de primera necesidad que consumen unos trece millones de hogares. Matiz¨®, sin embargo, que la decisi¨®n de rebajar el IVA "no se tomar¨¢ en funci¨®n del corto plazo".

En cuanto a las gasolinas y gas¨®leos, Piqu¨¦ explic¨® que los impuestos especiales suponen ahora un 70% sobre el precio final, cuando en Europa la media es del 80%. Esto, a?adi¨®, explica que "la gasolina en Espa?a sea una de las m¨¢s baratas de Europa". Puso sin embargo el ejemplo de Francia, donde la pol¨ªtica fiscal se ha orientado hacia la rebaja de los impuestos indirectos (el IVA y los especiales).

Con estas dos medidas aplazadas, la propuesta de Piqu¨¦ ante el Consejo de Ministros se centra en otras que persiguen abrir el sector a la competencia. La decisi¨®n se adoptar¨¢ en el Consejo de Ministros del pr¨®ximo viernes, seg¨²n dijo ayer el portavoz del Gobierno, mediante la aprobaci¨®n de un decreto-ley, a expensas tambi¨¦n de una negociaci¨®n con "los socios parlamentarios"; es decir, con CiU.

En cuanto a la bombona de butano, se pretende que el consumidor pueda adquirirla directamente al distribuidor, en lugar de que se le sirva a domicilio. Para ello, tendr¨¢n que regularse las condiciones de seguridad que permitan transportar las bombonas en los veh¨ªculos particulares.

Otro objetivo es eliminar las restricciones de tipo urban¨ªstico para favorecer la instalaci¨®n de nuevas gasolineras, por ejemplo, en los hipermercados. La competencia es ahora de los ayuntamientos, si bien Piqu¨¦ explic¨® que la Ley de Hidrocarburos permite al Gobierno establecer reservas de suelo. En la actualidad hay unas 7.000 gasolineras en Espa?a, y Piqu¨¦ asegur¨® que hay margen para aumentar la competencia.

En el mismo sentido, se obligar¨¢ a los concesionarios de autopistas de peaje a informar a los usuarios de los precios de las gasolinas en los diferentes tramos. Tambi¨¦n se pretende que en estos recorridos se puedan establecer operadores distintos, para lo que se modificar¨¢n los concursos actuales.

Con el argumento de una mayor liberalizaci¨®n en el sector el¨¦ctrico, se autorizar¨¢ a tres nuevos agentes exteriores (la firma suiza Aare-Tessin, la estadounidense Enron y la brit¨¢nica Eastern Group) para el suministro de electricidad en Espa?a, adem¨¢s de los cuatro que ya la tienen. Igualmente, el mercado del gas se abrir¨¢ a nuevas comercializadoras como prev¨¦ la Ley de Hidrocarburos.

Se trata con todo ello de incrementar la competencia, si bien el ministro de Industria asegur¨® que "no hemos detectado un mal funcionamiento" del mercado energ¨¦tico. La actual estructura oligopol¨ªstica en los carburantes es "heredada", asegur¨® Piqu¨¦, "ya que en el a?o 1996 dos empresas, Cepsa y Repsol, controlaban el 71% y ahora este porcentaje es del 66%, gracias a las medidas adoptadas por este Gobierno".

Un 15% m¨¢s ricos

Piqu¨¦ situ¨® el problema en el alza de los precios del petr¨®leo, "un shock comparable al de la crisis de finales de los setenta", y su "espectacular impacto en una econom¨ªa abierta como la espa?ola". Esto afecta a todos los pa¨ªses consumidores, asegur¨® el ministro, y permite que nuestro diferencial con la UE se haya mantenido en torno a un punto.

Otro factor es la pertenencia de Espa?a a la zona euro y la pol¨ªtica monetaria fijada por el Banco Central Europeo (BCE), as¨ª como el hecho de que el crecimiento espa?ol se haya situado en torno al 3,5% desde 1996, frente al 2% escaso de media para el conjunto de la UE. Todo ello, dijo Piqu¨¦, "nos a?ade alguna tensi¨®n".

Por ello, explic¨®, la decisi¨®n del Gobierno es adoptar una pol¨ªtica presupuestaria "restrictiva", con el objetivo de contribuir al control de los precios. Piqu¨¦ anunci¨® ayer que el d¨¦ficit del Estado se situar¨¢ en el 0,7% del PIB en el a?o 2000, frente al 0,9% inicialmente previsto y respecto del 1,1% fijado para 1999.

Se prev¨¦ que la Seguridad Social alcance super¨¢vit en el 2000, mientras que para las comunidades aut¨®nomas y los ayuntamientos la estimaci¨®n es que el d¨¦ficit se sit¨²e en una o dos d¨¦cimas. El conjunto de las administraciones p¨²blicas tendr¨¢ por tanto un objetivo de d¨¦ficit del 0,8%-0,9% del PIB en el a?o 2000, frente al 1,4% fijado para 1999. El objetivo inicialmente previsto era del 1%.

La contrapartida es un alto crecimiento econ¨®mico -"los espa?oles son ahora un 15% m¨¢s ricos que en 1996", asegur¨® Piqu¨¦- que se situar¨¢ entre el 3,7% y el 3,8% en el 2000, frente al 3,7% esperado para 1999. La inflaci¨®n prevista es, "dos d¨¦cimas arriba o abajo", del 2% respecto del 2,4% esperado para este a?o.