Los Pirineos proclaman el liderato de Ullrich
Banesto suma su segunda victoria de etapa y Tonkov pierde su posici¨®n en el podio
Foto fija en la ¨²ltima ascensi¨®n a los Pirineos. Ullrich est¨¢ solo en tierra extranjera, amarrado a su bicicleta, tenso, controlando todas sus emociones. A su lado, un avispero de corredores locales que hacen todo lo posible por perderle de vista. Heras, Chava Jim¨¦nez, Rubiera, Beltr¨¢n, Coque Ur¨ªa, ese tal Igor Gonz¨¢lez a quien Ullrich tiene que aprender a conocer. No es que hablen entre s¨ª, pero parecen entenderse. El pueblo est¨¢ con ellos, adem¨¢s. La foto fija de la Vuelta podr¨ªa rememorar a Miguel Indur¨¢in subiendo los puertos del Giro rodeado de italianos por todas partes, un Indur¨¢in que no estaba en plenitud de forma, impedido para hacer excesos, de dar rienda suelta a su potencial. Por entonces se habl¨® de la m¨¢scara de Indur¨¢in, de la imposibilidad de sus rivales para leer su sufrimiento. Ayer Ullrich, sin estar a pleno rendimiento, hubo de ascender con una m¨¢scara puesta: elegir un sitio y no entrar en provocaciones. Los Pirineos dictaron sentencia: la Vuelta apunta hacia el alem¨¢n y ser¨¢n los locales quienes se disputen el podio a la vista del desfallecimiento de Tonkov. En esas circunstancias, quedan algunas emociones pendientes a cuenta de Igor, de Heras y de Chava Jim¨¦nez.Demostraci¨®n de Banesto
Los Pirineos certificaron otra demostraci¨®n del equipo Banesto, que quiso estar en todos los sitios a un tiempo, pero a riesgo de meter la pata en alguno de ellos. El excedente de potencial del Banesto es un hecho en esta Vuelta, pero tambi¨¦n una complicaci¨®n; los corredores corren descabezados, a veces a su libre albedr¨ªo, y tienen en sus manos la posibilidad quiz¨¢s no de sentenciar qui¨¦n vaya a ser el ganador de la Vuelta, pero s¨ª de determinar qui¨¦n no la gana. Un arma de doble filo por estos pagos, sobre todo si las presuntas v¨ªctimas terminan siendo corredores nacionales. La tarde se resolvi¨® con fortuna gracias a que Z¨¹lle, que se adjudic¨® la etapa, pudo agradacer al equipo los servicios prestados, y contribuy¨® a templar los nervios de sus colegas.
Porque Banesto trat¨® de evitarse males mayores lanzando por delante a dos corredores, Odriozola y Z¨¹lle, para dejar al pelot¨®n tranquilo. A la pareja se uni¨® el italiano Miceli, y la fuga recibi¨® la autorizaci¨®n del equipo Telekom, que entend¨ªa la situaci¨®n como muy razonable para sus intereses. Tambi¨¦n debieron de aceptarlo los dem¨¢s, aunque no de tan buen grado. El Kelme, porque tiene que maniobrar con Heras. El Vitalicio, porque se ha puesto en la defensa de Igor Gonz¨¢lez de Galdeano. Y el ONCE, porque ya no est¨¢ para nadie. Resuelto el primer problema de la jornada, dado el recorrido de la etapa (no hab¨ªa ninguna dificultad hasta el ¨²ltimo puerto), quedaba por ver c¨®mo se la jugaban entre los aspirantes con 15 kil¨®metros de subida por delante.
La ascensi¨®n
La ascensi¨®n a Rassos de Peguera tuvo su miga porque la actividad comenz¨® muy temprano. Salt¨® Ur¨ªa para llevarse a Heras, a lo cual respondi¨® Chava Jim¨¦nez. Ullrich se hab¨ªa quedado solo y optaba por buscarse una butaca preferencial, ni muy lejos ni demasiado cerca de la cabeza, mientras le rodeaban los nacionales. Tonkov se quedaba a rueda del alem¨¢n. Igor a rueda de Tonkov: Banesto contaba con cuatro corredores, Vitalicio con otros cuatro, tres pon¨ªa Kelme. Apret¨® Heras de nuevo y el corte se produjo, pero justo despu¨¦s de Ullrich. Las amistosas pendencias entre Heras y Chava (rivales y sin embargo amigos) dar¨¢n que hablar en esta Vuelta, pero causar¨¢n alguna que otra v¨ªctima. El corte en el grupo puso en problemas a Tonkov, pero tambi¨¦n a Igor Gonz¨¢lez, auxiliado temporalmente por Casero y por Parra. Mientras Igor buscaba racionalizar sus fuerzas, volaban a su alrededor Beltr¨¢n y Piepoli. Ciertamente, hab¨ªa banestos ayer hasta en la sopa.
El panorama se aclar¨® poco despu¨¦s, a la vista de que Ullrich no se soltaba, Igor lograba enlazar y Tonkov era el damnificado de la jornada. Establecida esa situaci¨®n, el ascenso dej¨® de producir noticias y qued¨® a la espera de que Z¨¹lle supiese quitarse de encima a Miceli. Lo hizo con m¨¢s facilidad de lo esperado, al tiempo que, poco despu¨¦s, Chava Jim¨¦nez ara?aba unos segundos a Ullrich y a Heras para mantener la llama de su popularidad, popularidad que tiene sus riesgos para Banesto: se aprecia por el horizonte pol¨¦mica al canto entre Chava y Heras a cuenta de un puesto en el podio, pelea que debe preocupar a Javier M¨ªnguez. Porque, puestos a buscar publicidad, Igor Gonz¨¢lez de Galdeano es quien menos vende en este mercadeo.
Con todo, el alem¨¢n sobrevive a los Pirineos como l¨ªder indiscutible de la Vuelta, posici¨®n que deber¨¢ mantenerse hasta el desfile por la Castellana. El liderato de Ullrich es, adem¨¢s, una buena noticia para la Vuelta. Si de promocionar se trata, un triunfo de Ullrich vende prestigio y es un buen reclamo para que otros entiendan que se puede solucionar una mala temporada en tres semanas de carrera por Espa?a. Ullrich es una soluci¨®n m¨¢s que aceptable: tanto, que no impedir¨¢ el debate entre los locales. Ese avispero ya no ser¨¢ un problema para el alem¨¢n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.