Primera expulsi¨®n de Julen Guerrero

Soria tra¨ªa buenos recuerdos para Julen Guerrero, un jugador que sue?a con un t¨ªtulo de una forma casi obsesiva. El ¨²nico que tiene en sus vitrinas lo consigui¨® en 1992 en Los Pajaritos de Soria, cuando el Athletic juvenil se impuso, en los lanzamientos de penaltis, al Betis en la final de Copa. Fue la primera y la ¨²nica vez que Guerrero (capit¨¢n de aquel equipo) alzaba un trofeo con un cierto pedigr¨ª.Ayer, en Soria, vivi¨® la experiencia contraria. En el minuto 44.50 el colegiado Bueno Grimal le se?alaba el camino del vestuario. Guerrero viv¨ªa en Los Pajaritos -el proscenio de su ¨¦xito-, la primera expulsi¨®n de su vida. Guerrero viv¨ªa el partido aceleradamente, una circunstancia que suele provenir de un estado de aburrimiento. La locura del partido -an¨¢rquico y destartalado- y el esquema del Athletic -largo y reiterativo- ninguneaba a Julen Guerrero, que apenas encontr¨® el bal¨®n en tres o cuatro ocasiones. La primera tarjeta fue consecuencia de un derribo a Ojeda, en una entrada por detr¨¢s. Cinco minutos despu¨¦s, derribaba con los brazos a un defensor del Numancia. Ambas acciones ten¨ªan un denominador com¨²n: fuera de tiempo y fuera de lugar. Guerrero realiz¨® dos acciones feas e innecesarias porque en ambas lleg¨® tarde. Una prueba inequ¨ªvoca de su ausencia del partido; un intento infeliz de reivindicar su presencia en el juego.

Bueno Grimal tir¨® de reglamento en ambos casos y determin¨® la primera expulsi¨®n de Guerrero en su octava temporada como profesional. Una circunstancia que se produce cuando el capit¨¢n del Athletic parec¨ªa disfrutar de su juego m¨¢s natural y de un estado de gracia goleador. En Numancia perdi¨® el sitio, el bal¨®n, los nervios y estren¨® su hoja disciplinaria.