Si me aluden, respondo JORDI CARBONELL

Probablemente, el lector del art¨ªculo de Antoni Guti¨¦rrez D¨ªaz publicado en EL PA?S del 17 de septiembre de 1999 con el t¨ªtulo Desfigurar la realidad se sentir¨¢ desconcertado. Como contiene la sugerencia expl¨ªcita a Josep Llu¨ªs Carod-Rovira de que me pida mi opini¨®n sobre la Entesa dels Catalans, opini¨®n que el secretario general de ERC conoce perfectamente y, por tanto, no hace falta que me pida, y como en cambio algunos lectores del art¨ªculo la desconocen, la pongo por escrito. Antoni Guti¨¦rrez D¨ªaz no firma como ex secretario general del PSUC ni como dirigente de IC, sino como "miembro de IC-V"; entiendo, por tanto, que el art¨ªculo representa su opini¨®n personal, no la de la direcci¨®n de IC, y menos a¨²n la del conjunto de los militantes de IC. En ese partido tengo amigos con los que he luchado contra el franquismo y por los que siento un gran respeto personal, procedan del PSUC o no, se sientan hoy comunistas o no, est¨¦n de acuerdo con la actual pol¨ªtica de IC o no. No quisiera ofender a nadie porque mi respeto no es solamente personal, sino que alcanza a las leg¨ªtimas opciones pol¨ªticas democr¨¢ticas de todo el mundo, incluida, naturalmente, la de Antoni Guti¨¦rrez, un gran luchador antifranquista, por quien he sentido y siento admiraci¨®n, a pesar de que he estado en desacuerdo con ¨¦l repetidamente. No me integr¨¦ en la candidatura Entesa dels Catalans para las elecciones al Senado espa?ol de 1977 pese a la fuerte presi¨®n con que me empujaban diversos representantes de la coalici¨®n electoral que, como se sabe, formaban ERC, Estat Catal¨¤, Independents de l"Assemblea de Catalunya, PSUC y Socialistes de Catalunya. Yo era entonces un independiente de la Assemblea de Catalunya y en su nombre hab¨ªa hablado el 11 de septiembre de 1976 en Sant Boi. Las razones de mi negativa eran dos: por una parte, la Entesa no inclu¨ªa partidos que hab¨ªan formado parte de la Assemblea de Catalunya, en especial los independentistas. Por otra, no compart¨ªa la simplificaci¨®n del eslogan rimado Llibertat, amnistia, estatut d"autonomia, que pretend¨ªa resumir los cuatro puntos de la Assemblea de Catalunya. En efecto, el tercer punto reivindicaba el "restablecimiento provisional de las instituciones y principios configurados en el Estatuto de 1932" como expresi¨®n concreta de las libertades democr¨¢ticas en Catalu?a "y como v¨ªa para llegar al pleno ejercicio del derecho de autodeterminaci¨®n". La defensa expl¨ªcita y sistem¨¢tica de este punto, que incluye, evidentemente, el derecho a escoger la independencia, hoy s¨®lo se encuentra en el programa de ERC. Este ¨²ltimo hecho y la actualizaci¨®n del segundo punto de la Assemblea de Catalunya -"el acceso efectivo del pueblo al poder econ¨®mico y pol¨ªtico"- hacen que me sienta plenamente identificado con la pol¨ªtica de ERC, expuesta con claridad, responsabilidad y sentido de la iron¨ªa por Carod-Rovira. Esta pol¨ªtica, fruto no s¨®lo de la larga experiencia pol¨ªtica de Carod -probablemente Guti¨¦rrez D¨ªaz no recuerda que fue uno de los 113 miembros de la Assemblea de Catalunya detenidos en Santa Maria Mitjancera el 28 de octubre de 1973- y de su brillante formaci¨®n universitaria y posuniversitaria, sino tambi¨¦n de un equipo directivo compacto del cual forman parte pol¨ªticos de antigua tradici¨®n y j¨®venes con competencia, dinamismo y honestidad, capaces de llevar al panorama pol¨ªtico catal¨¢n, repleto de figuras demasiado vistas, un aire nuevo y fresco. Carod no est¨¢ solo y ERC no necesita que nadie, ni de IC, ni de CiU, ni del PSC (PSC-PSOE), le diga qu¨¦ debe hacer. Yo tampoco le dir¨¦ a IC qu¨¦ debe hacer: su direcci¨®n ya ha expuesto claramente qu¨¦ piensa. No s¨¦ si sus militantes o votantes est¨¢n de acuerdo con ello. Los militantes de ERC s¨ª han manifestado a trav¨¦s de las estructuras democr¨¢ticas del partido (comisi¨®n pol¨ªtica permanente, ejecutiva nacional y consejo nacional, surgidos del congreso) su acuerdo con el secretario general. Por lo que respecta a los votantes, seg¨²n las ¨²ltimas elecciones municipales, ERC sube. Agradezco muy sinceramente al amigo Guti¨¦rrez D¨ªaz que me considere "un dirigente de la izquierda nacional de tan limpia trayectoria". ERC es la izquierda nacional catalana, por eso me honra tanto ser su presidente. Es una izquierda nacional que acoge a viejos catalanes, como yo mismo, y nuevos catalanes, como Carod-Rovira, hijo de padre aragon¨¦s, o Llu¨ªs Mart¨ªn Santos, que fue el ¨²nico concejal de la izquierda tortosina que no vot¨® con el PP. Nos sentimos ciudadanos de los Pa?sos Catalans: lo decimos con orgullo, no nos avergonzamos de ello. Somos gente de izquierda, no partidarios de ning¨²n tipo de dictadura -ni de la llamada "del proletariado"-, y no nos avergonzamos. Antoni Guti¨¦rrez, que tiene una larga trayectoria comunista y democr¨¢tica, tampoco tiene por qu¨¦ avergonzarse. En cambio, creo que el ataque personal no es positivo y suele indicar falta de proyecto pol¨ªtico. Le rogar¨ªa a Antonio que se lo ahorrase; en todo caso, que no utilice mi nombre para atacar a Carod-Rovira, con quien estoy ¨ªntegramente identificado y por cuya sugerencia entr¨¦ en ERC, lo que le agradecer¨¦ durante todo el tiempo que me quede de vida.

Jordi Carbonell es presidente de ERC. Este art¨ªculo ha sido traducido del catal¨¢n.