La Almudena afina su nuevo retablo musical
Una empresa radicada en Barcelona culmina el ensamblado del nuevo ¨®rgano de la catedral madrile?a
La catedral cat¨®lica de Madrid permanece cerrada a canto y lodo desde el pasado 28 de junio. Tanto en su interior como en su fachada se registra un trasiego continuo de alba?iles, carpinteros y electricistas. Persiguen poner a punto el templo antes de los fastos del pr¨®ximo 7 de noviembre, festividad de La Almudena, patrona de la ciudad que da nombre a la catedral. Cuando el trasiego cesa, los pintores encaramados en la nave central descienden con sus utensilios sobre un suelo del que han sido apartados polvorientos reclinatorios, mientras el traqueteo de las sierras enmudece. Entonces, del templo madrile?o se apodera un silencio largo y profundo que asciende luego hasta los altos espacios del recinto.Arriba, en el coro, un laborioso grupo de especialistas, llegado de Barcelona, encuentra el momento callado preciso para probar el sonido del m¨¢s grande de los instrumentos musicales que se conocen, el ¨®rgano, uno de cuyos mejores ejemplares acaba de ser ensamblado all¨ª arriba.
El ¨®rgano de la catedral de La Almudena muestra hoy su gran fachada como un tr¨ªptico g¨®tico de grandes dimensiones: 11 metros de altura por otros 10 de base. La madera clara de su gran caja, de contorno pol¨ªcromo almenado, se estr¨ªa en celos¨ªas paralelas relucientes en las que los operarios han incrustado tubos bru?idos de metales plateados y dorados herrajes. Cinco estrellas a modo de soles rematan otras tantas cimeras cuadradas que dibujan el margen superior. Seis escudos pol¨ªcromos tachonan los merlones escalonados, donde el tama?o descendente de su tuber¨ªa va hallando su geometr¨ªa a lo largo del retablo sacro.
Por su magnificencia, el ¨®rgano instalado en La Almudena se asemeja a la fachada dentada de un cielo menor que desde el coro de la catedral hiciera deslumbrar toda la b¨®veda posterior y la nave central del templo. Construido por el maestro organero Gerhard Grenzing, el dise?o est¨¦tico del ¨®rgano es obra de Sim¨®n Platt, artista vinculado al estudio del arquitecto catal¨¢n Ricardo Bofill. El dise?o t¨¦cnico fue trazado por Jordi And¨²jar; la asistencia inform¨¢tica pertenece a Andreas M¨¹hlhoff, y la caja de resonancia, el mueble que alberga el ¨®rgano adaptado al tama?o de la nave catedralicia, ha sido realizado por Manuel Hern¨¢ndez y su equipo de la empresa Decormopl¨¢s, radicada en la localidad de Sant Joan Desp¨ª.
Su ideaci¨®n comenz¨® hace tres a?os en el taller barcelon¨¦s que Grenzing posee en El Papiol, cerca de Barcelona. Desde el pasado verano, una quincena de organeros, dise?adores t¨¦cnicos, especialistas en la fabricaci¨®n de tubos, electricistas, carpinteros e inform¨¢ticos han faenado en el interior del templo madrile?o para culminar el delicado montaje del ¨®rgano, uno de los m¨¢s singulares de cuantos pueblan templos y catedrales de Espa?a. Consta de cuatro teclados manuales, uno de ellos situado a espaldas del organista, y de otro teclado m¨¢s para accionar con los pi¨¦s, denominado pedal.
Desde el lunes de esta semana, Gerhard Grenzing, hamburgu¨¦s de 57 a?os, y sus colaboradores, como el burgal¨¦s ?scar Laguna, de 32 a?os, est¨¢n dedicados en cuerpo y alma a armonizar el grandioso instrumento. En un plazo no superior a tres semanas habr¨¢n de dar color al sonido de cada uno de los aproximadamente 5.000 tubos que componen el complejo artefacto sonoro. Necesitan del silencio m¨¢s estricto para calibrar sonoramente cada uno de los tubos, de entre dos cent¨ªmetros y seis metros de longitud, as¨ª como para acoplar distintivamente cada unidad al conjunto y al volumen espacial y s¨®nico del templo. Luego vendr¨¢ la afinaci¨®n, otra operaci¨®n laboriosa. La idea es que el templo reabra sus puertas el 31 de octubre, revestido ya de la pol¨ªcroma gama de sonidos, ahora a¨²n durmientes, que el nuevo ¨®rgano comenzar¨¢ entonces a regalarle.
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