Un consejo de notables propone elegir en primarias al candidato opositor mexicano

La f¨®rmula alcanzada por el grupo de notables mexicanos, cuya ayuda reclamaron los partidos de oposici¨®n para saldar sus diferencias sobre c¨®mo acudir a las presidenciales del 2000 con un candidato ¨²nico, consiste en elegirlo en una consulta abierta en la que eventualmente podr¨ªan votar hasta 18 millones de nacionales en 12.000 colegios, previa confecci¨®n de un padr¨®n de electores. El Consejo Ciudadano encargado de definir la selecci¨®n del eventual adversario del gobernante Partido de la Revoluci¨®n Institucional (PRI) en la cita del a?o pr¨®ximo entreg¨®, el martes, su propuesta a los ocho partidos interesados en la alianza. Si para el lunes pr¨®ximo no ha recibido una respuesta, el consejo se declarar¨¢ disuelto entendiendo que no ha sido aceptada."Si C¨¢rdenas y Fox son gente que tienen generosidad y visi¨®n, la aceptar¨¢n", declar¨® Jos¨¦ Agust¨ªn Pinchetti, portavoz de un grupo integrado por expertos e intelectuales que simpatizan con el centroizquierdista Partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica (PRD), cuyo candidato es C¨¢rdenas, o con el conservador Partido de Acci¨®n Nacional (PAN), abanderado por Vicente Fox. C¨¢rdenas propuso en su d¨ªa la convocatoria de primarias, y Fox, partidario de una macroencuesta, las rechaz¨® argumentando que hubo trampas en las desarrolladas por el PRD para elegir a su direcci¨®n, y el fraude puede repetirse. El Consejo Ciudadano aprob¨®, por unanimidad de los 12 miembros presentes, una consulta que supuestamente no podr¨¢ ensuciarse. En ella s¨®lo podr¨¢n tomar parte los electores previamente inscritos e identificados con sus antecedentes y fotograf¨ªa personal en oficinas abiertas dos semanas antes de la consulta.

Evitar falsificaciones

El objetivo, seg¨²n manifestaron portavoces del consejo, es evitar falsificaciones y que el PRI pueda intervenir en el proceso alterando la voluntad de los mexicanos adscritos a los diferentes partidos de oposici¨®n. Sin precisarse todav¨ªa aspectos importantes del mecanismo, el grupo de notables admite modificaciones a cargo de los partidos, pero no cambios en la columna vertebral de su propuesta: que las urnas decidan entre C¨¢rdenas y Fox.

Nadie espera que, de ser aprobada, pueda confeccionarse un patr¨®n con 18 millones de electores, n¨²mero que vot¨® por la oposici¨®n en los comicios federales de 1997, y m¨¢s bien se habla de "cientos de miles". Confusas algunas intenciones, no pocos analistas y pol¨ªticos sostienen que la alianza naufragar¨¢ porque ni Fox ni C¨¢rdenas, ni sectores influyentes en el n¨²cleo del PRD y el PAN la creen conveniente al obligar a renuncias, al reparto del poder entre formaciones de muy diferente credo y adivinarse una cohabitaci¨®n gubernamental a gritos. Y como nadie quiere decir no a una alianza insistentemente pedida por la opini¨®n p¨²blica opositora, quienes dicen promoverla en realidad, agregan sus cr¨ªticos, juegan a dejarla morir de inanici¨®n, a que el tiempo acabe mat¨¢ndola.