Ibarretxe propondr¨¢ hoy un foro de di¨¢logo que supere a los de Ajuria Enea y Lizarra

El lehendakari, Juan Jos¨¦ Ibarretxe, afronta hoy su primer debate de pol¨ªtica general con un balance poco vistoso de los nueve meses en el cargo y en condiciones poco propicias para adoptar compromisos concretos. La propuesta de constituir antes de fin de a?o un foro de di¨¢logo que supere a Ajuria Enea y Lizarra se anticipa como uno de los ejes de su discurso. El pacto con Euskal Herritarrok ser¨¢ uno de los flancos d¨¦biles ante el PP y el PSE, que se mantendr¨¢n beligerantes, con algunas diferencias, en sus planteamientos de oposici¨®n.

Ibarretxe aborda su primer debate de pol¨ªtica general sin apenas resultados que mostrar y con su acci¨®n de Gobierno restringida en el futuro m¨¢s inmediato por el pacto con EH. Su iniciativa sobre la pacificaci¨®n - el foro de di¨¢logo entre todos los partidos que debe servir, a su juicio, para superar tanto Ajuria Enea como Lizarra- no ha echado a andar; su Gobierno act¨²a con los presupuestos de 1998 prorrogados y s¨®lo ha llevado al Parlamento auton¨®mico una ley, la de medidas complementarias a esos presupuestos. En su discurso de hoy, se espera que Ibarretxe aporte algunos detalles sobre el foro de partidos que intenta liderar y se sabe que plantear¨¢ una iniciativa de marcado componente social, que puede allanarle el camino en su relaci¨®n con los independentistas radicales.El pacto con EH deja a Ibarretxe a la intemperie ante dos reproches de los partidos no nacionalistas: haberse garantizado la mayor¨ªa parlamentaria con quienes todav¨ªa no condenan la violencia, y haber sumido al Gobierno en la inactividad, por la dificultad de alcanzar acuerdos con un socio tan dif¨ªcil. El PP volver¨¢ a explicitar su negativa a sentarse en el foro por la paz que el lehendakari intenta constituir desde su elecci¨®n. Carlos Iturgaiz ya ha dicho en privado a Ibarretxe que no compartir¨¢ mesa con quienes no condenen la violencia.

Esa condena fue la condici¨®n que puso el propio Ibarretxe en los meses que precedieron a la firma, en mayo, del acuerdo con EH. El pronunciamiento gen¨¦rico realizado en febrero por los partidos nacionalistas "contra todas las violencias" no fue suficiente, pero la extinci¨®n de los actos de violencia callejera, en v¨ªsperas de la campa?a de las elecciones municipales, propici¨® una firma que Ibarretxe hab¨ªa ido retrasando.

El PSE, por su parte, tiene la intenci¨®n de que su portavoz y secretario general del partido, Nicol¨¢s Redondo, aproveche el debate para asentar sus mensajes acerca de la ocupaci¨®n por ese partido del centro pol¨ªtico vasco, abandonado, a su entender, por el PNV con su entrada en el Pacto de Lizarra.

Ibarretxe puede encontrarse, adem¨¢s, con una EH no muy dispuesta a dar por bueno cuanto diga. Las relaciones de los abertzales con el PNV se han agriado desde las elecciones municipales y ni siquiera la celebraci¨®n del aniversario de Lizarra o la constituci¨®n de la asamblea de electos han borrado el malestar de EH por la falta de decisi¨®n e indefinici¨®n que achacan al PNV. Estos roces se conocieron a finales de agosto, cuando la propia ETA acus¨® al PNV de tibieza y Xabier Arzalluz y el l¨ªder de EH, Arnaldo Otegi, intercambiaron mensajes opuestos sobre el papel de la organizaci¨®n terrorista: mientras el primero dio por "agotado" su discurso y rechaz¨® su "tutela", Otegi proclam¨® que el discurso de ETA est¨¢ "m¨¢s vigente que nunca".

Asamblea kurda

Por otra parte, la Mesa del Parlamento vasco se acogi¨® ayer a la figura del "silencio administrativo" y se limitar¨¢ a dejar que el Tribunal Constitucional tome una decisi¨®n sobre la retirada por el Gobierno del recurso contra la reuni¨®n de la asamblea kurda en el exilio, informa Eduardo Azumendi. El Ejecutivo vasco, personado en el caso, no har¨¢ tampoco alegaciones, pese a que inicialmente carg¨® con dureza contra el Gobierno central y baraj¨® instar al Constitucional a pronunciarse sobre el fondo de la cuesti¨®n.