Con un ojo en la 'burbuja'

Hace ya tiempo que el Tesoro norteamericano se muestra renuente a intervenir en los mercados de divisas para ajustar la paridad de su moneda con el resto de divisas. Tras varios a?os de crecimiento sostenido sobre la base del d¨®lar fuerte, tanto el Tesoro como la Reserva Federal, que preside el adorado Alan Greenspan, tan s¨®lo han aflojado la mano cuando la amenaza de la crisis financiera ha golpeado la puerta.Uno de los elementos hacia los que las autoridades norteamericanas han demostrado una extraordinaria sensibilidad es Wall Street. A pesar de las advertencias de Greenspan, desde la ca¨ªda provocada por la crisis financiera de hace un a?o, el ¨ªndice de las cotizaciones de Wall Street ha subido un 70%. Todo el que opina sobre la Bolsa norteamericana, y obviamente no es un agente implicado en el negocio, utiliza la misma palabra, "burbuja", y lanza la misma advertencia, est¨¢ a punto de estallar. Lo que nadie sabe con certeza es cu¨¢les ser¨ªan las consecuencias sobre la econom¨ªa de Estados Unidos y del mundo entero.

La evoluci¨®n de Wall Street va siempre ¨ªntimamente asociada al nivel del d¨®lar, ambos evolucionan siempre en el mismo sentido. Esta misma semana, coincidiendo con la recuperaci¨®n del yen y tambi¨¦n con los temores a una subida de tipos de inter¨¦s, Wall Street ha perdido casi un 5%, y los analistas esperan con ansiedad a que el mercado reinicie su actividad ma?ana, lunes, para ver qu¨¦ ocurre.

Los responsables pol¨ªticos a¨²n no han dicho nada, y en los medios de comunicaci¨®n tan s¨®lo se oye la voz de los agentes de inversiones, que reducen el asunto a un mero ajuste t¨¦cnico que no truncar¨¢ el camino ascendente. Sirva de ejemplo del clima que se vive el hecho de que en las librer¨ªas de Estados Unidos se pueden comprar libros con t¨ªtulos como Cuando el Dow Jones est¨¦ a 100.000. Su nivel actual es de 10.279 puntos. En Estados Unidos, la evoluci¨®n de Wall Street ha dejado de ser un asunto para especialistas financieros. Las familias norteamericanas tienen invertido en los mercados de valores el 170% de sus ingresos y un desplome ser¨ªa una cat¨¢strofe econ¨®mica y un terremoto pol¨ªtico al que nadie en la Administraci¨®n quisiera enfrentarse.