Juanmi acaba con los sue?os del Rayo
Un gol de Milosevic y la actuaci¨®n de su portero le sirven al Zaragoza para alcanzar una victoria que no mereci¨®
Se acab¨® lo que se daba. El Rayo hizo ayer lo imposible por prorrogar sus d¨ªas de gloria, pero ¨¦stos ya duermen en el caj¨®n del olvido. El Zaragoza emiti¨® un mensaje a menudo rampl¨®n que, sin embargo, le condujo al ¨¦xito. Ocurri¨® as¨ª porque su porter¨ªa la guard¨® Juanmi, un futbolista que vivi¨® hasta tal punto iluminado que llev¨® ¨¦l solito a su equipo a desalojar del liderato a un Rayo que hizo casi todo para ganar. El casi lo pone su falta de acierto ante el gol. Y como el f¨²tbol no sabe de vencedores morales, pues al Rayo no le queda m¨¢s remedio que agachar las orejas, que no la cabeza, y maldecir, m¨¢s que a la mala suerte, a Juanmi.Cerr¨® el Rayo el exitoso cap¨ªtulo que andaba escribiendo y lo hizo en un choque que debi¨® ser suyo. Porque ejerci¨® de l¨ªder desde que el ¨¢rbitro silb¨® por primera vez. A los diez minutos ya hab¨ªa disparado cuatro veces a porter¨ªa, eso s¨ª, con nula punter¨ªa. Fue como un aviso, un comienzo de tarea que dignifica a un equipo como el de Vallecas, que no renunci¨® a su, hasta ayer, triunfal discurso, tan pulcro como limpio de florituras, excepto las que acostumbra a sacarse de la manga Luis Cembranos.
RAYO VALLECANO 0
ZARAGOZA 1Rayo Vallecano: Keller; Est¨ªbariz, Cota, Hern¨¢ndez, Alc¨¢zar; Ferr¨®n (Quinzinho, m. 74), Poschner, Luis Cembranos, Llorens (Michel I, m. 60); Michel II (Canabal, m. 53) y Bolo. Zaragoza: Juanmi; Pablo, Aguado, Paco, Sundgren; Marcos Vales, Jos¨¦ Ignacio (Arag¨®n, m. 46), Acu?a, Mart¨ªn Vellisca; Yordi (Juanele, m. 57) y Milosevic. Gol: 0-1. M. 66. Centro desde la derecha de Arag¨®n, Juanele no llega pero s¨ª Milosevic, que fusila por alto en el segundo palo. ?rbitro: L¨®pez Nieto. Amonest¨® a Michel II, Poschner, Sundgren y Acu?a. 12.000 espectadores en el Teresa Rivero.
Es ¨¦ste el habitual due?o de la fantas¨ªa del Rayo, al que ayer s¨®lo le falt¨® el gol. O le sobr¨® Juanmi, que para el caso viene a ser lo mismo. La presi¨®n del conjunto vallecano, que volvi¨® a ser ejemplar, limit¨® al Zaragoza, que durante buena parte del choque malvivi¨® sin patr¨®n. Soltaban el bal¨®n los zaragocistas con tanta urgencia como imprecisi¨®n. Y lo perd¨ªan, claro, que Vallecas es estrecho y Guardiola s¨®lo hay uno.
Al Rayo le vino de perlas jugar con su defensa adelantada, lo que redujo el radio de acci¨®n de Milosevic, al que le cost¨® horrores sentirse a gusto en aquel laberinto. Hasta que lleg¨® su hora, claro. Iba acumulando ocasiones el Rayo, con lo que oblig¨® a la grada a so?ar con una nueva entrega en ¨¦sta su gloriosa andadura. En el minuto 26, Llorens caz¨® un bal¨®n en el v¨¦rtice del ¨¢rea, que puso a Juanmi a volar. Lleg¨® luego un cabezazo sin p¨®lvora de Bolo, preludio de lo que supuso el primer apag¨®n del Rayo. Apagoncillo, mejor dicho. Ocurri¨® que el equipo baj¨® el tono de su presi¨®n y dej¨® que el Zaragoza se adue?ara de la pelota, algo que hasta entonces parec¨ªa producirle alergia. Pero, incluso en aquellos momentos de abstinencia futbol¨ªstica, el Rayo mantuvo el tipo, dejando que su defensa se ganara el jornal al frenar las t¨ªmidas acometidas de un Zaragoza que hasta el descanso no dijo ni p¨ªo. A¨²n es m¨¢s, la ocasi¨®n que ech¨® el cierre a la primera mitad llev¨® la firma del Rayo, en un remate de Luis Cembranos que se elev¨® un par de cent¨ªmetros m¨¢s de la cuenta.
Tras el descanso se produjo la jugada que pudo cambiar el rumbo de los acontecimientos. Ca¨ªa el bal¨®n sobre el ¨¢rea del Zaragoza cuando Paco le propin¨® un manotazo. Llorens lanz¨® con fuerza el penalti, pero Juanmi lo rechaz¨® con una parada antol¨®gica. Por entonces, minuto 47, ya estaba sobre el c¨¦sped Arag¨®n. Era de suponer que con ese cambio el Zaragoza comenzara a dotar de cierto sentido a su juego, plano a m¨¢s no poder. Pero el f¨²tbol est¨¢ lleno de suposiciones que no se cumplen. Porque fue el Rayo quien se arm¨® de paciencia a la espera de encontrar alg¨²n agujero en la defensa rival.
El penalti fallado le hizo da?o, por lo que redujo su ¨ªmpetu y esper¨® que llegara una nueva ocasi¨®n. El Zaragoza, entonces, apretaba, si a aquello se le pod¨ªa llamar apretar. Pero para desgracia del Rayo, Txetxu Rojo, t¨¦cnico rival, se acord¨® de Juanele, un tipo acostumbrado a inventar. Y a ello se dedic¨®, dotando a su equipo de argumentos futbol¨ªsticos que hasta ese momento parec¨ªan prohibidos. El Zaragoza, con Juanele, descubri¨® que especular en Vallecas es un absurdo.
Marc¨® Milosevic y su equipo se encontr¨® con un premio excesivo para todos sus componentes excepto para Juanmi, que fue capaz de sacar un bal¨®n imposible en la falta que Luis Cembranos hab¨ªa colocado en la escuadra (m. 74). Y todav¨ªa le dio tiempo al h¨¦roe del partido para detener un cabezazo de Hern¨¢ndez, un disparo de Luis Cembranos, otro de Bolo... Erre que erre el Rayo en sus intentos y erre que erre Juanmi en negarle el pan y sal. Lo que qued¨® de ah¨ª al final fue un ejercicio infructuoso, un quiero y no puedo del Rayo, cuyo deseo de prolongar al menos una semana m¨¢s el sue?o m¨¢s bonito de su historia se dio de bruces con el oficio del Zaragoza en los minutos finales y, sobre todo, con Juanmi, que le birl¨® el liderato al protagonizar una actuaci¨®n de ensue?o
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.