Un mot¨ªn que se extendi¨® a varias c¨¢rceles turcas se cobra diez muertos
Al menos 10 reclusos resultaron muertos y otros 20 heridos, la mayor¨ªa de ellos de gravedad, durante un mot¨ªn ocurrido ayer en una prisi¨®n de Ankara. La violencia desatada en esa instituci¨®n penitenciaria se extendi¨® a otras 10 c¨¢rceles, en las que, en una operaci¨®n al parecer concertada, varios presos de movimientos de extrema izquierda se amotinaron tomando como rehenes a m¨¢s de 50 guardias de prisiones, seg¨²n inform¨® la agencia Anatolia.
El primer mot¨ªn se desat¨® durante la ma?ana de ayer en la c¨¢rcel de Ulucanlar, en Ankara, despu¨¦s de que los gendarmes entraran en los dormitorios de los reclusos para buscar posibles armas y objetos cortantes y trasladar a algunos detenidos a otros centros penitenciarios. Adem¨¢s de los fallecidos en el mot¨ªn, el incidente caus¨® varios heridos entre los detenidos y los miembros de las fuerzas de seguridad, seg¨²n Anatolia. Tres pistolas y numerosos cuchillos y armas blancas fueron confiscados. Los incidentes de esta prisi¨®n estaban totalmente controlados a ¨²ltima hora de la tarde de ayer, seg¨²n la misma fuente.Al poco tiempo de comenzar el mot¨ªn en Ulucanlar, varios presos miembros de movimientos de extrema izquierda se amotinaron, en una acci¨®n aparentemente concertada, en 10 c¨¢rceles de varias ciudades de Turqu¨ªa, y tomaron como rehenes a 44 guardias de prisiones.
Los detenidos, la mayor¨ªa miembros del Partido y Frente Revolucionario de Liberaci¨®n Popular (DHKP-C), retuvieron como rehenes a 18 guardias en las c¨¢rceles de Umraniye y de Bayrampasa en Estambul, siete en la prisi¨®n de Bart¨ªn (en la costa del Mar Negro), 10 en Cankiri (centro) y otros nueve en Canakkale (noroeste), siempre seg¨²n Anatolia.
Los prisioneros turcos residen en la actualidad en grandes dormitorios comunales. Pero el plan del Gobierno para convertirlos en peque?as celdas y limitar as¨ª la comunicaci¨®n entre los detenidos se desarrolla muy lentamente y con la oposici¨®n de los reclusos.
Los motines con la toma de rehenes es algo casi habitual y muy dif¨ªcil de controlar en las prisiones turcas, ya que los prisioneros se comunican entre ellos con tel¨¦fonos m¨®viles. El presidente turco, Suleyman Demirel, vet¨® este mes una amnist¨ªa que hubiera permitido la liberaci¨®n de cerca de 11.000 presos, muchos de los cuales lo son de car¨¢cter pol¨ªtico.
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