De sevillanas a corte y confecci¨®n

La Casa de Andaluc¨ªa en Madrid necesita un local "un poco especial". No basta s¨®lo con grandes dimensiones, seg¨²n su presidenta, Encarna Calleja. La sede deber¨ªa contar con un patio y un sal¨®n de actos grande, de tal modo que cupieran todos los socios. Adem¨¢s, necesita estar fuera del n¨²cleo urbano o disponer de una buena insonorizaci¨®n para no molestar a los vecinos.La casa organiza "numerosas actividades durante todo el a?o". Los cursos tienen una gran aceptaci¨®n, seg¨²n Calleja. ?stos van desde sevillanas hasta guitarra, pasando por corte y confecci¨®n o bailes de sal¨®n. "Desde las siete de la tarde hasta las once de la noche, la sede est¨¢ en plena actividad. Hay tantas cosas, que no podemos dar todo lo que quisi¨¦ramos", explica la presidenta.

Los fines de semana toman el relevo los actos abiertos para el p¨²blico. Entre ellos destacan las noches rocieras o las obras de teatro.

El miedo de sus 600 socios es que, si se quedan sin sede, los afiliados se den de baja. "Hemos pedido presupuestos para comprar alg¨²n chal¨¦ o alg¨²n solar en las pr¨®ximidades del actual, pero son muy caros. Nos han pedido hasta 42 millones de pesetas, pero no tenemos dinero suficiente con el que hacer frente", confiesa Calleja.

Otro problema es que no pueden salir de la capital. En otros puntos de la regi¨®n, un inmueble les costar¨ªa bastante menos, pero dejar¨ªan de ser la Casa de Andaluc¨ªa en Madrid. "En toda la regi¨®n hay 52 casas, y la mayor¨ªa tienen muchas ayudas de los ayuntamientos en los que est¨¢n. Nosotros tenemos que aguantar aqu¨ª, en un local que no hemos reformado ante el temor de que nos echaran", concluye la presidenta. El pr¨®ximo fin de semana volver¨¢n a acampar si no les han dado una soluci¨®n.